DEAD BOY | Richie Tozier

17 | UNA PROMESA

Cuando salieron de la casa del pozo, Daxton se sintió aliviado. No se sentía como si tuviera que mirar por encima del hombro a cada minuto, esperando a que Bowers o Eso aparecieran. Supuso que ya no tendría que preocuparse por Bowers después de que lo arrestaran cuando, milagrosamente, logró salir de las alcantarillas.

Pasaron algunas semanas hasta que Bill llamó para organizar una reunión del club de los Perdedores en los terrenos baldíos. Daxton estaba apoyado entre la maleza que crecía entre su hermano y Mike cuando Bill rompió el silencio e hizo la pregunta que todos tenían en mente: ¿Qué vio Beverly cuando Eso la capturó?

—Sólo recuerdo partes —dijo Beverly, aclarándose la garganta—, pero... creí que estaba muerta. Así fue como se sintió. Nos vi juntos en la cisterna... pero éramos adultos. De la edad de nuestros padres.

—¿Sigo siendo guapo de adulto? —preguntó Richie. Levantó las manos y se apretó la cara, ganándose algunas risas suaves.

Beverly le lanzó una sonrisa burlona—. Tus rasgos se acentúan.

—¿Qué diablos significa eso?

—¿Qué hay de mí? —preguntó Stan, moviéndose hacia Beverly con curiosidad.

La sonrisa en su rostro se desvaneció casi de inmediato. Daxton vio una mirada lejana en los ojos de Beverly, como si estuviera reviviendo lo que vio. Se negó a encontrar la mirada de Stan mientras murmuró—: Como ahora, pero... más alto.

—¿Qué hacíamos ahí? —preguntó Bill.

El pecho de Beverly se elevó y respondió—: Solo recuerdo cómo se sintió, lo atemorizados que estábamos. No creo que pueda olvidar eso nunca.

Pasó un momento de silencio antes de que Bill arrebatara un fragmento de vidrio del suelo. Se puso de pie—. Se los juro —dijo—. Les juro que si Eso no está muerto, si alguna vez vuelve... nosotros también lo haremos.

Beverly fue la primera en levantarse. Luego Mike, Richie, Charlie, Daxton, Eddie, Ben y Stan. Las rodillas de Daxton temblaron por algo que no había sentido desde que murió el payaso, miedo. No le debía nada a Derry, y Daxton no tendría ningún motivo para volver, pero...

Tendría que hacerlo. Porque si Eso no había muerto en 27 años, se daría un festín con quien quedara en Derry.

Daxton trató de prepararse mientras veía a Bill comenzar consigo mismo, cortando la palma de su mano. Se volvió hacia Richie, y los ojos de Daxton siguieron el extremo puntiagudo cuando su líder cortó su mano. Luego le tocó a Eddie, a Mike y finalmente a él mismo.

Daxton extendió la mano con cautela y los ojos azules de Bill encontraron los suyos; Daxton asintió para confirmar sin palabras que juraba regresar.

El vidrio perforó la palma de la mano de Daxton y lo soportó, tragando una mueca cuando el dolor agudo siguió al corte que hizo Bill. Quería parecer tan valiente como quería ser, tan valiente como Charlie creía que era. La sangre comenzó a gotear de su piel, y Daxton cerró los dedos en un puño sobre la herida fresca para detener el flujo momentáneamente mientras Bill apartaba el vaso y se acercaba a Charlie.

Cuando Bill terminó de cortar las palmas de los últimos, Bill volvió a su lugar, apretando la mano de Beverly y la de Richie. Lo siguieron uno por uno hasta que estuvieron unidos como uno. El club de los Perdedores estaba haciendo un juramento ligado por su sangre.

—Tengo que irme —dijo Stan, entrecerrando los ojos hacia Bill—. Te odio.

La cabeza de Bill cayó como si Stan le hubiera dado un golpe en el pecho, pero luego comenzó a sonreír; su amplia sonrisa mostraba que solo estaba jugando con él. El resto de ellos también se rió hasta que el momento se sintió menos serio y más genuino antes de que Stan se fuera.

Eddie fue el siguiente en irse, y luego Charlie, Daxton y Richie, dejando al resto en el círculo. Charlie no duró mucho con ellos; prácticamente podía sentir la tensión entre la pareja y le dijo a su hermano que lo vería en casa, alejándose con una sonrisa.

Daxton y Richie quedaron solos, deambulando por los terrenos baldíos hasta que llegaron a donde todo realmente empezó. Estaban fuera de la alcantarilla, contemplando las profundidades y escuchando el chapoteo del agua turbia, sintiéndose a salvo. Daxton se sentó en el tronco de madera junto a Richie con la mano en un puño. La sangre goteaba de sus dedos enroscados y manchaba el agua. Observó cómo el rojo carmesí se extendía hasta que se desvanecía en el agua.

Richie estaba trazando su propio corte con el dedo nerviosamente antes de decir—: Entonces, ¿qué pasa ahora?

—¿Qué quieres decir? —preguntó Daxton, confundido.

—¿Es Derry permanente o una parada en el camino? —preguntó Richie.

Daxton suspiró—. No creo que Derry sea permanente para mí —la cara de Richie se desanimó, así que Daxton rápidamente continuó—: Porque... porque quiero salir de aquí cuando tenga 18, pero ahora mismo... no tengo planes de mudarme a otro hogar de acogida. Creo que finalmente encontré un hogar.

Daxton podía sentir la forma en que su corazón comenzó a latir con fuerza cuando Richie le sonrió. Entonces preguntó—: ¿Vas a darme un cabezazo otra vez si intento besarte?

Richie se sonrojó por el recuerdo o la pregunta, y luego negó con la cabeza. Daxton esperó a que agregara algo; una broma, algo, pero no lo hizo.

Notó que las manos de Richie habían comenzado a temblar a medida que se acercaba. Daxton sabía que las suyos tampoco estaban estables, pero dejó de lado todo lo que alguna vez se había dicho a sí mismo para hacer lo único que quería más que nada en el mundo.

Fue suave, torpe, con menos miedo; era como si finalmente respirara. Daxton sintió que las gafas de Richie se clavaron en su mejilla, pero no se apartó cuando levantó su mano sana para pasarle el pelo detrás de la oreja y presionar la palma de su mano contra su piel sonrojada. Daxton pensó que podría acostumbrarse a algo tan especial como eso.

Pero luego el mundo volvió a terminar para Daxton. Estaban en Derry, besándose frente a un túnel abierto donde Eso había arrastrado niños para devorarlos, probablemente lo menos romántico en el mundo. La idea de estar en Derry, donde cualquiera podía pasar por los terrenos baldíos y verlos, lo asustaba muchísimo.

—Mierda —murmuró Richie—. Lo... lo siento.

—No, yo lo siento —dijo Daxton—. Pensé que besarte frente a aguas grises, donde probablemente se hayan encontrado muchos cadáveres, era algo romántico —hubo una pausa antes de que continuara—. Nunca había sentido esto, ¿de acuerdo? Yo no... no sé cómo manejarlo. Me asusta. Lo siento... no voy a ser bueno en esto.

Richie se lo tomó en serio por una vez y asintió—. Si sirve de algo, yo tampoco lo seré —dijo en voz baja—. Pero creo que podemos descubrir nuestra historia en el camino.

Porque Derry simplemente no estaba listo para la historia de Daxton Shields y Richie Tozier.