Yo soy Mihrimah Sultan, hija del sultan Soliman el magnifico y la haseki Hürrem sultan, viví más que mis padres y que todos mis hermanos.
Vi las desgracias del palacio de topkapi como todo lo que puede dar ser sultana de nacimiento, pero ni así fui...
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Desde hace un tiempo había empezado con mis entrenamientos, claro que era muy mala aun pero iskender pasha dice que es normal y que se solucionara con mas entrenamiento aunque claro que me dio a entender de manera muy ligera que era por que soy mujer.
Caminaba por los pasillos del palacio rumbo a los aposentos de mi abuela, si quería estar más en paz con mis hermanos y hacer que no pelen por el trono debo hacer que haya suficiente paz entre nosotros, se que Mehmet ve a Mustafá como un modelo a seguir y eso me ayuda un poco, al igual que Bayaseto y Chingahir quieren un poco más a Mustafá.
Entiendo que la principal razón de nuestra guerra fueron nuestras madres y que mis hermanos menores de algún modo se sentían relegados por nosotros, aunque esto no lo note hasta que fue muy tarde.
Todos nosotros dejamos que la guerra de nuestras madres nos destruyeran, nunca supimos si fue real que mahidevran mando a envenenar a Mehmet o realmente murió tan rápido de viruela en menos de una semana.
Llegue con la Valide y hablé con ella un poco, desde que habían llegado nuevas esclavas al harem mi madre descuido sus responsabilidades con mis hermanos.
Me quejaba de manera adorable sobre lo mucho que extrañaba a mis hermanos, desde que tenían tantas tareas yo no podía hablar con ninguno; cómo esperaba la Valide mando a organizar una comida en el jardín además de mandar llamar a mis hermanos para que vayan.
Al llegar Mustafá tenía una cara de hastío, pero se sentó, era este uno de sus pequeños momentos rebeldes, el quería demostrar lo mayor que era y lo preparado que estaba para ser el próximo sultán.
Trate de llevar una plática amena con ellos pero ciertamente era complicado solo eran niños que querían jugar, claro que eran inteligentes pero no estaban listos.
Hablé un poco más con Mustafá, a veces me ignoraba, pero parece ser que no era infalible a lo linda que soy y eso era perfecto.
La comida fue un poco incomoda y a momentos claramente difícil de llevar, ahora todos empiezan a tener nociones de mandato, son unos mocosos en algunos sentidos, pero no puedo hacerles mas.
Saut Dans Le Temps
Topkapi, Finales de invierno de 1534
Con mucho esfuerzo pude hacerme de un lugar junto a mi padre, todos sabían que es tenía un gran consejero que le ayudaba en los asuntos del estado pero jamás supieron o sospecharon que era yo.
Mis estudios valieron la pena y yo misma le pedí a mi padre que mantuviera mi nombre como su consejera en silencio. aun no era momento de mostrar mi fuerza.
Logre que la relación de mis hermanos fuera más amena pero con las intervenciones de mahidevran y mi madre, continuamente aumentaba la dificultad, aun con el tiempo pasado ellas seguían discutiendo por cada cosa o se daban miradas mordaces, hace poco escuche que la sultana mahidevran tuvo un accidente y quedo inconsciente (obvio todo se lo adjudican a mi madre).
También obtuve el amor de mi hermano Mustafá, él siempre me decía y que era su luz y jamás habría otra mujer en su corazón, aun no lograba descifrar si era de manera fraternal o el cayó ante mis encantos.
Sabia que usar la estrategia del amor eterno de sus hermanos no siempre podría ayudarme, tenía que obtener mas apoyo, puede que en Topkapi la quisieran pero con los demás pashas era ignorada hasta que estuviera en edad de casarme y los soldados no me reconocían mas que como una hija del sultán, sin poder ni nada.
Aun no podía idear una estrategia lo suficiente fuerte para lograr el poder, ciertamente no quería matar a mi padre, a mi madre o alguno de mis hermanos pero no puedo ver otro modo, aunque tendría que enfrentarme a mucha gente y también a sus antiguas leyes.
Según recuerdo mi abuela morirá en este año y después de eso se desarrollará una pequeña guerra por el poder dentro de harem, mismo que se acabara cuando mi padre le dio todo su apoyo a mi madre y la nombro valide-i sa'ide.
En mi primera vida mis comentarios lograron que mi madre obtuviera los aposentos de la valide, pero ahora no deseaba que fuera así, yo necesitaba de esos aposentos para ganar mas territorio frente a todos.
Me encontraba hablando con mi padre de la estrategia contra los persas, si bien la estrategia que entonces uso Ibrahim fue buena, le falto planeación y paciencia, el se precipito creyendo que los persas estaban abandonando sus territorios cuando solo los estaban llevando a un territorio que ellos conocían mejor.
-padre creo que la mejor manera de conquistarlos es si implementamos esta estrategia- Dije mientras señalaba los mapas que se encontraban en su escritorio.
-tomemos primero esta zona, consolida tu posición ahí además de reabastecerte y después rodea Persia, córtales sus suministros hasta que se rindan o su mismo pueblo los entregue-
-Es maravilloso, pero algo muy complicado Mirihima, se necesita mas preparación y el invierno puede ser muy crudo -
-por eso, junta mas soldados además de provisiones y lo mas importante, se necesitará algunos gobernantes para esa área, no es algo que se pueda manejar desde Estambul o con un solo hombre y tienen que ser los de mayor confianza-
Mi padre estaba muy satisfecho con todos mis planes, con mis conocimientos de mi segunda vida lo ayude a detectar a muchos traidores, por eso me confiaba tanto ahora.
Tenia tantas ansías de ir por fin a una campaña pero no podría aun, nadie sabe de mi fortaleza y aun no consolidó una buena posición en el gobierno, aunque se que no es asi, mi padre podría morir en alguna campaña y en el palacio correría sangre.
Ahora tenia otra, muy volátil y peligrosa idea, que podía o salir muy bien o muy mal, tenia que pensar con delicadeza mis palabras, mis movimientos y lo que esto traería, no olvido que estas paredes tienen oídos.
Camino por el pasillo débilmente iluminado a un destino que muy pocas veces e visitado, pero ante todo voy con seguridad, cuando llego a las puertas les pedi a las doncellas que me anunciaran y cuando dieron el permiso entre ante a la presencia de la sultana mahidevran.