*CAPITULO 1*

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Recorrer otra vez estos pasillos que ahora se me hacen tan oscuros que solo espero el momento que consuman mi alma y me alejen del último suspiro, sola en la oscuridad que es asfixiante y que me sigue a cada paso que doy.

Me arrepentí de muchas de mis acciones pero ahora que me toca respirar mi último aliento no podía hacer nada, no cumplí ninguno de mis sueños de niña y finalmente esos arrepentimientos me condenaron a quedarme sola, sola en el palacio de lagrimas con el recuerdo de las concubinas de que entre estas paredes quedaron, algo inverosímil para una sultana de nacimiento.

Y desperté en aquella cama como tantas veces antes, con la respiración entrecortada y la espalda llena de sudor.

sueño, todo no era mas que un sueño que me seguía desde mi infancia en este nuevo mundo, me fue difícil acostumbrarme cuando a mi me educaron diferente, pero ya no soy la sultana mihrimah, ahora soy Lily Bell.

una chica con un padre que lo dio todo y más por nuestra familia, mi madre, la otra cara de la moneda al abandonarnos por otro hombre y mis hermanos Evan Bell, el mayor y Sara Bell la menor.

Viviendo en un barrio de clase media, estudiando en las mañanas para ser doctora, en las tardes trabajando como mesera en un restaurant griego a la orilla de la playa, es un lugar muy retirado de mi casa, pero la paga es buena.

Claro que todo esto jamás se comparara a la comodidad de tener sirvientes a tu disposición en todo momento, o las inigualables riquezas que entonces gaste, pero ahora tengo aquello que tanto anhele, mi libertad y es obvio que en muchas ocasiones me equivoque, como en algunas experiencias amorosas.

desde que empecé a tener mis antiguos recuerdos me dediqué a estudiar y corroborar la historia de mi imperio desde el punto de vista de los historiadores y claro que me di cuenta de no solo el gobierno de nuestro imperio, si no también nuestras costumbres son muy deficientes pero que más le puedo hace ahora.

mi imperio sucumbió ante las malas decisiones de sus gobernantes y todo el esplendor de mi pueblo se redujo a nada en una guerra.

regresaba una noche como siempre del trabajo, hoy había sido un día particularmente bueno, tuve buenas propinas y llevaba un dinero extra para mi familia hasta que sentí que alguien me seguía y aun con el miedo aceleré el paso para tratar de llegar a una parte más poblada, me arrepentía de por ahorrar dinero tenía que caminar un buen tramo.

no pude, no recuerdo mucho después de que un grupo de figuras en las penumbras me rodeara, tal vez el óxidoso olor que se extendió hasta mi nariz o los constantes chillidos que mi garganta emitía sin mi consentimiento al sentir la tela rasgada, pero en ese momento solo hubo oscuridad otra vez, aquella que tanto odiaba e inesperadamente también hubo una luz tan segadora que me jalo hasta la conciencia otra vez.

Desperté y estaba rodeada do lujos y en una cama muy suave, no lograba reconocer el lugar pero sabía que ya había estado aquí muchas veces.

-mi sultana!! Rápido traigan a la doctora-

Una criada se acercó corriendo a la cama donde estaba y me acercó un cuenco con agua.

Entonces las puertas se habiendo sin haber sido anunciada alguien.

Cómo tornado entro la sultana Hürrem, mi madre y en ese momento mi mente no podía estar más en caos.

-Mirihima por fin has despertado! Mi pequeña flor ya traerá a la doctora, estarás bien-

Mi madre se veía esplendida, tan radiante y su cabello pelirrojo callendo como fuego pero suave como plumas.

Y entonces eso fue lo que pasó, había muerto nuevamente y por andares del destino (un no sé si es buena o mala suerte) había regresado a mi primera vida y para mayor de mis desgracias a cuando aún era una niña.

en donde todos me adoraban, pero jamás respetaron y ciertamente yo no lo hubiera hecho con mis delirios de enamoramiento a por Bali bey, el encantador Malkoçoğlu que jamás me vio más allá de una niña caprichosa que podía costarle la cabeza.

-madre ¿Qué es lo que a pasado? -

-te han envenenado, pero tranquila ya nos hemos encargado de eso y nada malo te pasara-

estaba lista para preguntar a que se refería cuando entro la doctora y pidió a mi madre hacerse un lado, no podía creerlo, mi madre la poderosa sultana hürrem aquella que fue temida y respetada aun muchos años de su muerte.

la doctora termino mi chequeo y aunque no entiendo aún muy bien, no creo estar aún grave; aunque lo que me preocupa es que a esta edad no tuve atentados ni nada, eso fue hasta el sultanato de mi hermano Selim.

-la sultana está bien pero recomiendo que descanse unos días mas y no tenga emociones fuertes, además de que deben darle esta medicina-le entrego la medicina a una de las chicas.

-gracias doctora- dijo mi madre mientras le daba una bolsa con monedas de creo oro

-¡ATENCION El sultán Suleiman-

mi padre entro seguido de mis hermanos, o mis amados hermanos que tuve que enterrar y ver como se mataban entre ellos, mi querido Mehmet vivía y era un niño feliz, detrás de el venia un pequeño Selim y una criada traía aun pequeño Bayaseto de la mano.

esta era una nueva oportunidad, todo lo que había tenido que perder y sufrir quedaría atrás, mis hermanos vivirían en armonía y sin tener que matarse para tomar el trono, mi madre no lloraría las decisiones de mi padre y mi padre estará en paz con el resultado.

tendría que luchar, pero por mi familia todo valía la pena si todos teníamos vidas tranquilas, demostrare mi poder y astucia y gobernaría todo mi imperio.





perdon por el tiempo, mi compu se descompuso y ahi tenia todo lo que llevaba, ademas de que despues de leerlo no me gusto el modo que lleve la historia, asi que cambie algunas cosas.

LE SANG DU POUVOIRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora