Cuando el torneo estaba reñido, ya quedaban diez dragones, quienes no dudarían en dejarle el puesto uno a Aegon ll, pero aún así siguen lanzándose fuego hasta que empiezan a quedar pocos.
Rhaenyra y Daemon no estaban prestando al torneo pues tenía sus pensamientos puestos en su primogénita pero Alicent insistió en que estuvieran presentes. Jacaerys y Lucerys estaban en sus dragones, el dragón de Lucerys, Arrax era pequeño pero ágil y el dragón de Jacaerys, Vermax que era grande y también ágil, los hermanos formaban un equipo en cintra de los demás. Haciendo a los demás verse débiles por no saber cómo reaccionar a sus ataques.
En un momento en el que los concursantes solo volaban en círculos, se escuchó un fuerte rugido, no proveniente de alguno de ellos. Proveniente de afuera, cuando de repente el dragón de afuera lanza una llamarada y pasa dentro de esa mostrando a una Deanerys en su silla de montar con traje rojo y negro, un utensilio de oro con el logo de su casa materna. A simple vista se veía bien pero si observabas detenidamente veías vendajes sobre su cuello.
Lucerys sonrió, ya se había tardado, Jacaerys y todos los demás estaban asombrados de verla pues aún no la habían encontrado pero la reina se aferraba a querer hacer el torneo.
Unos expresaban sorpresa y otros enojo más escepticismo. Ya sabemos quienes eran cuales.
Darrai se acercó al trono colocado en el centro del campo para el torneo. Se posicionó enfrente del rey, reina y sus hijos. La mirada de Deanerys no estaba en nadie más que en la reina. Sabía que en una sola palabra ya no existiría, pero, su madre estaba cerca. Se notaba el odio en su mirada. Si las miradas mataran, Alicent ya no existiría.
Alicent entre más la veía más crecía su pánico, la habían dejado desangrándose, la creía muerta, una victoria. Otto la veía con desprecio que no pasó desapercibido por Rhaenyra.
Darrai pega un gran tenebroso rugido que hace que todos los dragones agachen la cabeza, al igual que los que están en el centro. Sin embargo la persona más afectada era Alicent. Aemond y Aegon la miraban neutros, pero sus labios se curvaban un poco. Sus padre y su abuelo estaban felices, a Rhaenyra se le salieron unas lágrimas al verla, pues había pensado lo peor, Deamon sabía que ella regresaría pero igual le preguntaría porqué lo hizo lastimada, su abuelo también.
—¡La princesa Deanerys de las casas Velaryon y Targaryen ha entrado a la arena! Parece que el trío estará unido.
Deanerys voltea a ver a sus hermanos, Jace está feliz, sinceramente se sentía eufórico, no sabría qué hacer si le pasaba algo a su hermana, acerca su dragón hasta ella.
—¿Estás bien, Deany?
Su hermana le sonríe mientras ve cómo Lucerys se acerca a ellos.
—Lo estoy. Ganemos ahora.
Los dos hermanos asienten, todos estaban en posiciones bajas, ellos en altas, ellos deberán estar a la defensiva.
—Deany estábamos haciendo la de arriba y abajo. Hagamos las tres.
Arriba, en medio y abajo. Asintió tomando fuerte la rienda. Ella iría en el medio. Aemond no participó, Aegon sí. Quería acabarlo pero sin hacerle mucho daño apesar de todo era familia.
Cuando Darrai empezó a ir con mayor velocidad sobre Fuegosol, quien fácilmente evitó que el ataque llegara yendose al frente, haciendo que la audiencia aplaudiera, Deanerys quería verlo caer, rápidamente Jacaerys se acercó por arriba, Lucerys por abajo logrando acorralarlo.
Los demás dragones y jinetes se atacaban entre sí.
Deanerys estaba tras su tío, en un momento en que el Fuegosol volteó y le lanzó fuego encima a Darrai, quién no pudo lograr que su jinete se cubriera pero lo que pasó después dejó al público asombrado.
Deanerys salió sin ninguna quemadura y mirando con precisión a su oponente quien la vió entre asombrado y nervioso.
Era inmune al fuego.
El público aplaudió hacia ella, la reina y su padre quedaron en shock.
—¡Dracarys!
Cuando la llama llego a Fuegosol, su jinete gritó. Deanerys había atacado a Aegon.
La reina quería parar el torneo.
—Paren todo ya.
Cuando empieza a caminar para ordenar, Daemon la detiene.
—¿Solo porque tu hijo recibió una llama? Que débil lo vas a dejar publico.
La dejó quieta. Él sabía perfectamente que nadie se atrevería a tocar a Deanerys. La veía con una sonrisa falsa, que la hizo volteo a ver a su hijo con su dragón llendose de la arena y a Deanerys yendo tras él.
Ella quería llevar su duelo más lejos y lo logró.
Jacaerys y Lucerys se quedaron contra los demás, mientras que su hermana mayor, iba contra a su tío.
Quien cuando llego a campo de dragones se bajó de él ignorando a su sobrina.—¿A dónde vas? ¿Qué cosas le dijiste a tu madre de mí? Es por ti que estoy así.
Él trataba de ver a otro lado pero no pudo evitar verla. Se veía lastimada. Veía el vendaje salir de sus ropas.
—Yo no dije nada.
—¿Ah, no? Por tu estupida lengua perversa estoy así.
—Trátame con respeto, soy tú tío.
Ella lo empujó con sus brazos casi haciéndolo caer, pero logró estabilizarse, sus dragones solo se veían entre sí.
—El respeto se gana, no se pide. Si haces alguna otra idiotez recuerda que el invierno se acerca, el norte nunca olvida.
A Deanerys le encantaba repetir palabras que su escritora hablaba. Su tío se quedó viéndola ante tal amenaza.
—Tu madre trató de matarme porque dijo que soy un zorra, lo que tú me dijiste hace tiempo ¿recuerdas?
Él no lo recordaba, estaba ebrio pero para su triste corazón Deanerys recordaba cada palabra.
—No...
Deanerys le da un puñetazo haciendo que sus vendajes se suelten y suelte un gemido ahogado. Estaba furiosa. Su tío también estaba adolorido, aunque no lo admitiría, su sobrina pegaba fuerte.
—¿Oh, no te recuerdas cuando dijiste que era una puta y una cualquiera por recibir un regalo de tu hermano?
Aegon se sentía incómodo por no recordar haberla llamada así.
Deanerys se empezó a acercar a Darrai, con cada paso que daba más débil se sentía. Cuando por fin se subió, empezando ir a la arena, empezó a buscar a la curandera que supuestamente tendría que estar en las gradas. Todos la veían mal, se veía débil. Aún así apuntes de dejar el torneo, se acercó a dos dragones.
Darrai les lanzó fuego peor cuando los dos estaban cubriendo a sus jinetes cayeron, perdiendo. Solo quedaban dos y esos se los dejaría a sus hermanos.
Se acercó al público que se alejó, y señaló a Elia con un asentimiento quién se acercó temerosa del gran semental.
—¿Qué ocurre, princesa?
—Sube.
Cuando Elia empieza a subir, Darrai estornuda haciendo que se resbale, pero entonces, Deanerys la sujeta del brazo ejerciendo presión, logrando estabilizarla, el jadeo de dolor no pasó desapercibido por nadie. Los latigazos habían llegado a casi todas las partes de su cuerpo.
Y así se alejaba Deanerys con Elia rumbo a que la curara la señora. Dejando a mucha gente con la duda.
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Perdón por no ser el mejor torneo pero habíamos llegado cuando estaba a medias.¿Cómo les quedó el 👁 que Aemond no tiene que Deany es inmune al fuego?
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Secreto Targaryen
Hayran Kurgu"Amar no es para débiles pero te hace saber con cada parte de ti que tienes una debilidad".