Cinco

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—Idiota ahora todos creen que nos estábamos besando.—lo aparto de mi con un empujón.

—¡No me llames idiota!.

—Te llamo así cuando yo quiera, ¿escuchaste?—le dije agarrándolo del cuello de su polerón.

—¡Vaya realmente eres una chica mala!—Picante me gritó desde lo lejos.

—¡Fight!, ¡fight!—grito Jose ph.

Lo vuelvo a empujar y me voy a sentar, Picante posa su mano sobre mi hombro, mientras me guiñaba el ojo.

—¡Ya salgan!—gritó el profesor, mientras todos salían desesperados, alguien me detiene, era Jose Ph.

—Hey, bye.—dice mientras me da un beso en la mejilla—¡chao!—le dije y él me miró sin entender, vaya, este chico no sabía nada de español.

Cuando llego a mi sala veo a la típica crew de Jacob sentados en su típica mesa, la mía.


—¡Ya salgan!.

—¿Quién lo dice?—dice el mismo Jacob.—yo lo tomo de su gorra y lo apego a la pared—o salen ustedes, ¡o los saco yo!—y lo solté, todos se miraron y salieron corriendo.


Ya era a diario que tenía que hacerlo, salgo con mis amigas y me voy a comprar.


—Tía me da una bebida.—estaba vacío, y lo repetía mil y una vez, pero ella no se percataba de mi presencia, con esos audifonos.

—Tía me da dos bebidas—dice alguien, era Alexander.

Me dio rabia, ya que al instante la tía dejó de escuchar y lo atendió.


—Es una pena que a ti no te atiendan.

—Es una pena que andes pendiente de mi.

—Toma, para que no te sientas menos ignorada—dice y me tira una de sus bebidas, sin mirarme y se va.

Voy hacia mis amigas, quienes me miran con cara extraña.


—Vaya, eres una rompecorazones—dice Valeria.

—¿Qué?, ni que tuvieramos algo.

—Vamos al baño que no he descargado mi fuente desde que me levanté—dice flores mientras corre, todas la seguimos.


Cuando entramos salen millones de niñas pequeñas, una me empuja, haciendo que se me caiga la bebida.


—¡Oye cuidado estúpida!—le grito, y esta se pone a llorar, mientras corre con sus trencitas.


¿Te quedarías conmigo?©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora