Treinta y tres

43 8 0
                                    

Estaba algo enojada, no me apartaría de Picante, ¿acaso esa enfermera le tenía ganas?. Bufé y me senté en un pequeño sillón azul que había al costado de la camilla, y llamé a Jose Ph.

—¿Hello?.

—¡Ven al hospital!, ¡right now!.

—Okay.

Luego de una hora, llegó.

—A la hora que llegas...

—No encontraba el hospital.

Yo comencé a llorar, tenía pena. Entramos a la sala donde estaba Picante, estaba durmiendo.

—¿Qué le paso?—dijo leyendo su traductor.

—Sobredosis de drogas, tal vez se muera.

Jose Ph abrió los ojos como platos.

—¿Morir?, ¿Él?.

Asentí con la cabeza y me apoyé en su hombro, tenía la idea de llamar a Alexander, pero estaba enojado, no creo que quiera hablar conmigo.

—Vamonos, mañana hay colegio—Jose Ph se levantó del sillón y me ofreció su mano para levantarme.

Asentí y me levanté, nos fuimos a casa, mamá y papá no me hablaban.


********


"Despierta", alguien susurró en mi oído.

—Mamá cállate—dije entre sueños.

Pero mi supuesta mamá comenzó a reírse, mientras me pegaba con un cojín en la cara.

—¡Para!—pero al abrir los ojos, vi a mi tío Manolo mirándome y riéndose. —¡Tío Manolo!—me lancé a abrazarlo, me caía bien, él sabía que me gustaba Alexander.

Me fue a dejar al colegio, cuando llegamos, Jose Ph estaba apunto de entrar.

—¡Jose Ph!.

—¡Javiera!.

Pero mi tío fue a saludar.

—Hola, ¿de que me perdí Javiera?—dijo pegándome un codazo.

—De nada, él es un amigo.

—¿Cómo te llamas jovencito?

—Jose Ph.

—Me suenas conocido, no me digas que, ¡¿eres el actor de la película "Las tres noches"?!.

—Yeah—asintió orgulloso.

—¡Wow!, ¡eres famoso!, Javiera tomanos una foto, ¡soy tu fan!.

Jose Ph comenzó a reír.


—¿Por qué no me habías contado?, ¡¿y por qué nadie se vuelve loco cuando te ve?!, eres famoso.

—Quise dejar mi pasado atrás, me vine aquí porque estaba harto de la fama, quería empezar de nuevo.

—Veré tu película.—dije riéndome.

—Es difícil de encontrar, solo esta comercializada en Irlanda.

—Pero yo la tengo—dijo tío Manolo.

Yo reí, asintiendo, Jose Ph se puso rojo. Nos despedimos de mi tío y entramos.

—No puedo creer que hicieras una película—dije riéndo.

—No la veas—dijo llevándose las manos a la cara.

—¿Por qué?.

—Es de faje.

¿Te quedarías conmigo?©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora