¿Te quedarías conmigo?©

Veintisiete

—¡Javiera de $#%$&"!—mis padres no paraban de insultarme, había vidrios rotos, la tele se había roto, pedazos de pizza por todas partes, incluso un par de calzones.

—¡Mi televisión!, ¡¿en qué malgastaré mi tiempo ahora?!—papá lloraba arrodillado.

Mientras pía sollozaba, y mamá solo negaba con la cabeza, cabizbaja.

—Vete a dormir Javiera, mañana te vas sola, y no me interesa si vuelves, solo, vete.

—Pero mamá...

—¡Vete te dije!.

Me fui a dormir con lágrimas en los ojos, aunque no me arrepentía, pero estaba asustada, ¿cómo le miraré la cara a Picante mañana?, y sin notarlo, me quedé en un profundo sueño.

____Al otro día_____

Auch, que dolor de cabeza es el que me agobia, aunque no había tomado nada, creo que fue demasiado intenso, apenas puedo pararme, tenía ojeras, estaba sucia. Me bañé y me preparé un café, me senté en la asquerosa mesita y abrí Facebook, estaba lleno de fotos de mi fiesta, y salía Picante y yo, besándonos, y Alexander le había dado me gusta, ¡no!.

Salí temprano de casa, tenía que hablar con él, cuando llegué corrí a dejar mi mochila y subí al segundo piso, allí estaba Jose Ph, quien apenas me reconoció, ¿estaba drogado o que?.

—Javiera your party was spectacular , I found many girls , so yeah live in italy man—empezó a reírse, yo solo me aparté.

—¡Muñeca!—Picante apareció.

—¡Suéltame!, no vengo a hablar contigo.

—¿Vienes por el chico que acabas de perder?—río sarcástico.

Yo solo seguí mi camino, entré a la sala y allí estaba, tocándo la guitarra, cuando me vió, solo desvió la mirada.

—¿Alexander...?.

—Dime.

—Lo que viste en facebook...

—Sé lo que dirás, algo como "no si yo no quería, él me besó, no somos nada, no te quiero perder, yo te amo a ti...", ¿o me equivoco?.

—No...—bajé la mirada—¡fue un error!, nunca debí besarlo—

Picante estaba escuchándome, con lágrimas en los ojos.

—Sabía que nunca me darías una oportunidad—él se fue llorando, tratando de ocultarse en su gorra.

—Vete Javiera.

—Alexander por favor...

Él me miró —no me perderás—me susurró, y siguió tocando, y yo me fui.