Capítulo 3.

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"Mi mayor devoción."

Carlie

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Carlie.

Él príncipe me mira esperando mi reacción y yo me encuentro con mi mente en otro mundo.

«¿Realmente es posible que yo me haya casado en Las Vegas?»

Me rió a carcajadas.

—Si ya es una buena broma, para la próxima las bromas deben ser creíbles.

—Se que esto ya es mucho para hoy, así que dejaré para que lo asimiles y evalúes las opciones, yo debo regresar a mi corte pero enviaré a buscarte en unos días.

—Juras que iré contigo. —niego. —No, no lo haré, no tengo porqué dejar mi país porque un día se me fueron las copas y cometí un error, anularé el matrimonio y listo.

—Ya me contacté con mi abogado en cuanto fui consciente de que estaba casada con una bailarina y su respuesta fue sencilla, no puedo anular el matrimonio hasta que mínimo pase un año. —se acerca a mí. —Nos vemos pronto esposa mía, en tal caso si quieres encontrarme, hoy me quedaré en el hotel y ya mañana regreso a Dinamarca pero alguien se quedará cerca de ti.

—¿Cerca de mí?, es decir que me vigilaras.

—No, no te vigilaré pero ahora eres un miembro de la familia real y necesitas protección.

—¿Le mencionaste a alguien sobre este incidente?

—¿Sobre nuestro matrimonio? No claro que no, pienso hacerlo en cuanto regrese a Dinamarca.

Se va de mi casa dejándome con mucha incertidumbre.

Me siento con mis manos en mi cabeza.

—Maldito alcohol, esto es tú culpa. —bufó.

«Espero recordar esto la próxima vez que tenga una botella de alcohol en mis manos.»

Busco mi celular y como imaginé tengo muchos mensajes de mi jefe.

—Mañana tienes doble turno o mejor ni regreses.

—Si te fuiste con ese cliente no olvides el 15% y mañana mismo te pongo en la planilla de trabajo particular.

Bufó.

—Me sentí mal y regresé a casa, no quería estar molestando a los clientes. —eso fue lo único que le respondí.

Comienzo a poner en orden mi casa.

En los brazos del príncipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora