El reino de Fénix y de Arabella han estado unidos por más de veinte años, el convenio qué hizo Agustus III fue suficiente para traer paz por un par de décadas, pero aquello no bastaban para generar confianza a un pueblo que exigía demasiado.
Es así...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
―Te lo juro, no fue mi intención ―Louis no lo miró, solo se dedicó a admirar las flores de su jardín― Solo bese su mano. ―El castaño no dijo nada, solo tocaba a la pequeña margarita que crecía con gracia junto a un narciso, se deleitaba con el delicado aroma que las flores desprendían para él. Iba a ignorar a Harry todo el tiempo que sea, luego el Alfa regresaría a Fénix y tal vez el tiempo seria menos doloroso. ― Omega.
―No soy tu omega ―el ojiazul protestó con rabia― Dile a Lady Alice que sea tu omega, porque yo no te voy a perdonar.
― ¿Por qué eres tan dramático? Solo fue por cortesía ―Harry se estaba cansando, lidiar con un hormonal y cambiante chico que le sacando canas verdes. Y supo que lo había arruinado cuando Louis lo vio con ojos llorosos y se levantaba con brusquedad.
― ¡Vete! ¡No te quiero ver! ―gritó Louis, lo rodeó sin darle tiempo de ser detenido. Harry dio una pequeña maldición, corriendo para poder llegar a su lado.
―Louis― lo agarró de los hombros para darle la vuelta. Lo que vio le dejo con un nudo en el estómago, el omega lloraba a borbotones, como una tempestad en medio del mar. Su aroma olía a tristeza y sus facciones parecían lucir duras, pero el Alfa sabia perfectamente que lo hacía para aparentar. ― Por favor, perdóname.
―No quiero disculparte, ahora vuelva a casa príncipe― trató de zafarse del agarre, pero Harry sabía que, si no hacía algo ahora, esto no terminaría bien.―Lo pude ver tus ojos brillaron cuando la miraste. Tú no me quieres a tu lado.
―Solo me sorprendió su aroma, yo no te cambiaría por nada, lo sabes muy bien.
―Eres un idiota, Harry. No te quiero ver ahora.
―Louis por favor ―el omega negó, Harry se frustró, el omegaestaba malinterpreto todo, el Alfa no le gusto el aroma de Lady Alice, es más era tan fuerte que sus ojos no dudaron en lagrimear.
De repente se acordó lo que solía hacer cuando eran niños, cuando Louis resultaba enojado por perder el juego y Harry no tenía como contentarlo. Soltó su agarre y luego sin esperar más tiempo se dejó caer de rodillas en el suelo. Las piedras lastimaron sus rodillas, aunque eso no importó para nada. Pudo ver la cara de sorpresa de Louis, luego como el omega miraba a todos lados intentando buscar si alguien veía tal osada acción
―Párate, por favor. Sabes que eso no es posible, tú no puedes... tú. ―Louis era más consiente ahora, con la cantidad de libros que había leído sabía que lo que Harry hacia no era bien visto. Un rey nunca se arrodillaba ante una reina, si este era el legítimo al trono.
― ¿Me perdonas? Por favor.
Sin embargo ¿Qué hacías cuando un rey quería arrodillarse en frente de su reina?