El reino de Fénix y de Arabella han estado unidos por más de veinte años, el convenio qué hizo Agustus III fue suficiente para traer paz por un par de décadas, pero aquello no bastaban para generar confianza a un pueblo que exigía demasiado.
Es así...
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―Tranquilo, alteza. Seguro hará un hueco en el piso si usted sigue así ―Harry bufó otra vez, ya había perdido la cuenta de cuantas veces dejaba salir su coraje a flote.
― ¡Una semana! ¡Una jodida semana que mis hombres no han podido dar con él! ―Zayn dio una carcajada siendo consciente de que segundos después el príncipe lo miraría con cara de odio.
―Está perdiendo la razón, príncipe. Aquello no lo deja descansar bien ―el rizado se sentó de golpe en su silla y luego pegó su frente al escritorio sitiándose tan malditamente cansado. ― ¿A que le tiene miedo?
―Louis es omega, uno valioso, tengo el mal presentimiento de que ese miserable Alfa lo debe de estar utilizado ―dijo siseando, con la rabia picando desde lo profundo de su pecho―. Sé que solo es mi esposo, pero necesito que se mantenga seguro.
― ¿Es la misma razón por la cual quiere saber su nombre y quién es? ―Harry dio un pequeño gemido de frustración, pegando un golpe con su puño sobre la madera lisa del escritorio―. Si los dos son felices ¿Entonces que le preocupa?
―Louis, él...
―Alteza, con todo respeto, pero ese omega tiene agallas, si ese "miserable alfa" lo está utilizando, tenga por seguro que a él no se lo pasara desapercibido ―el rizado dio un gruñido.
Harry no quiso mirar a su mano derecha, estaba harto de sus consejos que no servían para nada ¿Qué si quería saber quién era ese alfa que llenaba de aroma a su esposo? Tenía derecho, iban a ser los futuros reyes y nada se podrían ocultar hoy en adelante, Louis solo estaba siendo inmaduro al huir lejos sin protección con un casi desconocido que solo lo utilizaba.
Sabía que Louis se sentía engañado, vaya él a saber cómo es que descubrió toda la mentira del control de aroma, pero ahí estaba siendo más listo que incluso Harry. Como decía Zayn, el omega tenia agallas, a pesar de parecer un ser indefenso que lloraba cuando se sentía mal, por dentro su coraza era irrompible.
― ¿Se puede amar a dos personas? ― el rizado se sinceró, no podía ocultarlo más, no cuando estaba a punto de explotar. Harry alzó la vista mirando a alfa moreno, atento a lo que podría contestar, pero sabía que no le darían el camino fácil―. En un caso hipotético, por supuesto.
Zayn se levantó recogiendo una pila de papeles y huyendo cuando esto comenzaba a tornarse más personal. No podía intervenir, pese a que era su deber velar por el reino, el ojimiel no interferiría en el corazón del futuro rey, lo debía hacer él mismo por su cuenta.
―Respondiendo a su pregunta hipotética, se puede enamorar de uno y estar ilusionado con él otro, solo que usted sabrá definir aquellos puestos ―el Alfa moreno salió del despacho dejando a su alteza con muchas más preguntas que nunca encontraran su debida contestación.
―No sirve de nada ―dijo tirando la pluma que solo fue a parar en el suelo. Luego gritó, odiaba ser rey, odiaba no poder definir bien todo lo que sentía. Odiaba que Ethan no tuviera aquel aroma de agua marina, y se odiaba a si mismo por haber arruinado todo.