Un jugador en peligro

Capítulo 4

En todos estos años que estoy en el departamento de aurores nunca me habían llamado la atención, pero por culpa de Harry, ahora mismo recibiré mi primera falta.

No pensé que existiera un mago tan insoportable, suficiente con haber conocido a Krell, mi ex que me engañó, pero Harry se cruzó en mi camino y ambos compiten por el primer puesto, aunque creo que a Krell nadie podrá quitarle ese lugar, pero atrás de él, muy de cerca le sigue Potter.

Entró a la oficina de mi jefe, es un sitio acogedor, tiene muchos cuadros en su pared pero siempre tengo curiosidad con uno en particular y es la que está al centro, donde hay un ciervo, un perro y un lobo.

Sirius está leyendo unos documentos, en su escritorio hay un cuadro de su  primer caso que resolvió, junto a la mujer que accidentalmente murió ese día, Sirius se siente muy orgulloso cumplir satisfactoriamente su primer caso pero lo que menos esperaba era encontrarme a Harry en este mismo lugar, ¿Por qué tiene que estar él ahí?

—¿Tú que haces acá? —preguntó.

—Estas seguro Sirius que ella es tu mejor auror. —Harry le preguntaba a mi jefe.

Porque le hablaba así al jefe del cuartel de aurores y por último Potter se atrevió a ignorarme, como si yo no existiera, eso no se lo iba a permitir, se cree el gran mago, pero su egocentrismo no lo soportó.

—Te pregunté qué haces tú acá, no es el lugar adecuado para ti. —me acerqué, quedando a su lado.

—Eso a ti no te importa.

Si piensas que estás en el estadio y que puedes hacer lo que quieras estas muy equivocado, en este lugar hay normas, personas que no están autorizadas no pueden ingresar.

—Lose, deberías dejar de renegar.

—No lo estoy.

—Sí, lo estas.

—No.

—Si.

Sirius miraba de un lado a otro, no dejaba de sonreír mientras veía como ambos discutían, todo eso le causaba mucha gracia, en eso Remus entró y se sorprendió al ver a Harry discutiendo con la bruja pelirroja.

—Pueden por favor los dos guardar silencio. —mencionó Remus.

Ginny y Harry se miraban con fastidio, pero rápidamente guardaron silencio, Remus caminó y se puso delante de ellos, estaba al costado se Sirius.

—¿Qué ocurre? —preguntó Remus.

—Estos jóvenes que no se ponen de acuerdo en nada. —habló Sirius.

—Padrino, ella y yo nos detestamos, me harías un gran favor si me cambias de auror.

—¿Padrino? —exclamó Ginny con sorpresa.

Asi es Ginny, yo soy el padrino de Harry, muy pocas personas lo saben, es mejor que él tenga una vida privada, mientras menos conozcan la verdad, es mucho mejor, cuento con tu silencio.

Ginny asintió con una sonrisa a Sirius, jamás hubiera imaginado que su jefe sería el padrino de Potter, con razón hay tanto privilegio con él.

—Ella no cumplió con su trabajo, cámbiame de auror.

—Estaba entrevistando a tus amigos, realizaba mi trabajo.

—Entrevistando o enamorando.

Ginny le fusiló con la mirada a Harry no iba a permitir que él se atreviera a dejarla mal en frente de su jefe, como se atreve a decir mentiras.

—Cállate y deja de mentir, yo no estaba enamorando a nadie.

—Eso no parecía, tú estabas muy cerca de ese, por poco y se besan.

—No mientas.

No estoy mintiendo, él te veía sonreír con ganas de querer besarte mientras tú estabas atenta a todo lo que te decía el, su mano de Marco estaba a poco de agarrar tu cintura.

—Eso es falso, jamás sucedió algo así.

—Yo sé lo que vi, y puedo asegurar que el té quería abrazar.

—Mentiroso.

—Yo no miento.

—¡YA BASTA!

Por favor dejen de discutir, pueden mirarse un momento los dos, ustedes pelean como si fueran un viejo matrimonio, ahora quiero que los dos guarden silencio.

Sirius se levantó de su asiento y empezó a caminar, sin dejar de mirar a los dos.

Señorita Weasley, su deber es estar al pendiente de Harry, estuvo mal que no se fijará en él, por más que estaba haciendo la entrevista en esos minutos que no te distes cuenta quizás hubiera ocurrido una tragedia.

Harry sonrió al ver cómo su padrino, le llamaba la atención a Ginny, ella por otro lado sintió unas ganas de sacar su varita y lanzarle un maleficio a Harry por burlarse de ella.

Y Harry, Sirius se dirigió a su ahijado, Ginny Weasley es la mejor auror que existe en la actualidad en el cuartel, es muy buena haciendo su trabajo, si yo decidí junto con el ministro que ella se encargará de tu seguridad es porque confiamos en ella, es la mejor y sigo pensando igual por lo tanto ella seguirá al cuidado de ti.

—No estoy de acuerdo. —murmuró Harry.

—Tu opinión no importa. —contesto Ginny.

—Cállate. 

 —Cállame, a ver si puedes.

Por lo que veo, se llevan mal, eso es algo que se percibe, pero tienen que entender que ustedes ya son personas adultas y también son profesionales, tienen que dejar de lado sus diferencias y aprendan a trabajar juntos, van a prometer que empezar a llevarse mejor. — Remus habló fuerte y claro.

Ginny asintió. —Por mí no hay problema, prometo poner todo mi esfuerzo para llevarme bien con Potter.

—Si mi padrino y si mi tío piensan que es lo mejor, está bien, y también prometo hacer un poquito de esfuerzo para llevarme bien con Weasley.

Qué bueno que se solucionó el inconveniente, Remus y yo estaremos todo el día con Harry, puedes tomarte el día para ver a tu familia Ginny, de pasada me mandas saludos a tus padres, a las 8 de la noche te veo en el departamento de Harry.

Ginny se despidió de Sirius y Remus, pero no de Harry, pasó por su lado, pero ni siquiera le dirigió la mirada, cuando cerró la puerta Sirius y Remus se reían.

—¿Qué es lo gracioso?

Es la primera bruja que no quiere estar contigo, ni siquiera un minuto, es algo que nunca pensé que pudiera ocurrir, es extraño. —exclamó Remus.

Una bruja que no quiere estar al lado del famoso y gran jugador de quidditch Harry Potter, muchas harían lo que fuera por estar en el lugar de Ginny, pero ella quiere estar lo más alejada de ti.

—Y yo de ella, Sirius.

—¿Por qué te cae tan mal? —preguntó Remus.

—Se cree la mejor Auror.

—Es que lo es Harry.

Harry bufo por el comentario de Sirius, mejor no diré nada porque saldrás a defenderla.

Sirius empezó a reír, cosa que no agradó a Harry, con los brazos cruzados observaba molesto a su padrino.

—No la soporto Sirius.

—De eso ya me di cuenta.

—No piensas hacer algo.

—No.

—Tu qué piensas Remus, ayúdame.

Sin duda ustedes dos me han hecho acordar a Lily y a James al comienzo no se podían ni ver y al final ambos se llegaron a enamorar, de cierta manera se parecen a ellos.

—No compares Remus, eso jamás va a suceder. —susurró Harry.

—Y no tiene que suceder. —habló Sirius.