Capítulo 7

307 25 6
                                    

Lo único que necesitó en estos momentos es un baño, me siento en la tina y pienso en todo lo que sucedido en todo este poco tiempo.

Sirius y Remus salieron aproximadamente una hora, se fueron a sus respectivas casas, Ginny se fue a traer sus cosas para mudarse aquí, ahora vamos a vivir juntos quizás en otras circunstancias me hubiera reído, pero no puedo hacerlo al saber que hay tres personas muertas por mi culpa.

Rápidamente me cambió y me siento a la orilla de mi cama, no sé cuánto tiempo pasó, solo sé que Ginny entró con una bandeja de comida.

Me mostró una sonrisa quizás para alegrarme, pero no tenía ánimos, dejó la comida en la pequeña mesa que hay en mi habitación y se sentó a mi costado.

—No es tu culpa.

—Creo que sí.

Potter sé que te estás lastimando al echarte la culpa, pero tienes que entender que no lo es, tú eres una víctima en todo esto, por favor no te culpes.

—Si te hubiera hecho caso, nada de esto estaría sucediendo y esas personas no estarían muertas.

Ginny tocó la mano de Harry. —no pienses en cosas que no sabemos que hubieran pasado, hay que aprender de los errores, existe un culpable de todo esto y te prometo que lo voy atrapar y pagará por todo.

—Al final tienes razón, soy un insoportable, engreído, que solo pienso en mí.

—Tú lo dijiste, yo no.

Harry soltó una carcajada que fue acompañada por la risa de Ginny, ella seguía agarrando la mano de Harry.

Ahora vamos a vivir juntos, mi peor pesadilla se acaba de hacer realidad. —mencionó Ginny con una pequeña sonrisa.

—Quizás debemos empezar de nuevo, nos conocimos en una mala circunstancia.

Ginny volteó a verlo. —tienes razón, no sirve de nada pelear, vamos a vivir juntos y lo que menos quiero es estar molesta contigo.

—Pienso igual que tú.

Las cosas se solucionan por medio de la comunicación y a nosotros nos faltó mucho, quizás si nos conociéramos más, nos podemos llevar mejor.

—¿Empiezas tú?.

—Perdí a mis padres cuando yo tenía dos años, en un accidente de autos. —mencionó Harry.

Ginny al instante le dio un abrazo, no dudó ningún segundo para hacerlo, Harry sonrió por su gesto.

Supuestamente yo tenía que ir con ellos, era una cena de trabajo, ellos trabajaban en Francia, viajaban a cada rato, esa reunión era muy importante pero me enfermé, según Remus esa tarde no dejaba de comer helados, al frente de mi casa en Francia hay una gran heladería, tiene cámaras que unos meses antes lo rompí cuando salí volando en la escoba que Sirius me había regalado.

Mi papá y mi madre tuvieron que repararlo, según Sirius fue muy gracioso.

Ese día en la noche llegó la consecuencia, gripe y fiebre, mis padres no tuvieron opción que dejarme con Sirius, para que pueda cuidarme, ellos no podían faltar a la cena, esa noche mis padres lograrían algo bueno para la empresa, lo que mis padres no imaginaban era que Sirius me cuidaría para toda la vida y ellos no.

Ginny lo abrazaba, en ningún momento lo soltó.

—Tus padres no te dejaron solos. —susurró Ginny.

No, tengo a Sirius y Remus, un gran dinero que dejaron por mí, la empresa le dio a Sirius una gran cantidad por lo que tengo entendido.

Harry no le gustaba recordar y muchos menos mencionar a sus padres, pero sentía que con Ginny puede ser el mismo, ser sólo Harry y no el gran jugador de quidditch que todo Londres supuestamente conoce.

No tengo amigos, de pequeño por el trabajo de Sirius estaba de un país a otro, cuando el decidió quedarse a vivir en Londres yo tenía quince años, siempre llevé profesores particulares, un día decidí probar en un equipo de quidditch y me aceptaron, desde ese momento me dediqué por completo al deporte que tanto amo que es el  quidditch, era mi única salida para ser yo, poco a poco me volví famoso y debo confesar que es algo que no deseaba, las personas se acercan por mi fama, muchas brujas lo hacen, y yo lo sabía pero quería sentirme querido.

La fama es de lo peor, yo empecé a jugar quidditch por amor, para sentirme libre, para ser yo, no para que cada vez que salgo de mi casa, o salgo con alguien empiezan a crear historias falsas, cosa que nunca ocurren.

Por eso no te entregue ninguna lista de mis "amigos" para que los puedas investigar, ya que ellos no existen.

Ginny suspiro, Harry ha sido honesto con ella, llegó su momento de hacerlo.

Yo tengo una gran familia, somos siete hijos, mis padres eran muy pobres, hemos pasado por tantas necesidades, pero la unión era algo que siempre nos mantenía unidos.

Harry se soltó del abrazo de Ginny, quería verla y estar atento a todo lo que le contaba.

Mi padre trabaja en el ministerio, pero el pago era muy poco, mi madre salía a trabajar para ayudarlo, ambos venían en la noche muy cansados, nosotros ayudamos en casa, hasta que un día mi mamá enfermó y llevarla a San Mungo fue todo un privilegio, es raro que la salud lo sea cuando debería ser un derecho.

Fue un tiempo muy triste porque mamá estaba enferma y no podía trabajar y a mi padre no le alcanzaba los galeones.

Mi hermano mayor empezó a trabajar, después el segundo que es Charlie también lo hizo, Percy igual, es mi tercer hermano, de ahí siguen Fred y George que son gemelos solo tenían diez años, pero ayudaban con el huerto de la casa y recogían frutas, verduras y se iban a vender a nuestros vecinos a veces cuando había bastantes alimentos Ron los ayudaba, él es penúltimo, la última soy yo.

Mi madre no estaba en casa, estaba internada en San Mungo, yo trataba de cocinar para mi padre y mis hermanos, al comienzo no me salía bien tenía solo siete años, pero me esforzaba y poco a poco las cosas me salían mejor.

Pero trabajar ayudó mucho, mi padre se sintió aliviado, los gastos eran compartidos, Charlie y Percy tenían que volver a Hogwarts, Bill que es el mayor ya había acabado, los gemelos iban el próximo año.

Pasaron los meses y las cosas mejoraron para todos, mamá se recuperó, volvió a casa, mi padre ya no quiso que mis hermanos trabajaran.

He conocido de cerca la pobreza, y es algo que nunca quisiera volver a pasar, mi familia es lo único que tengo y no los quiero perder.

—¿Qué pasó con tus hermanos?

Bill es un rompe maldiciones, tiene una hija, Charlie trabaja con dragones, está soltero y en Rumania, Percy trabaja en el ministerio como Jefe de departamento de transporte mágico, tiene un hijo, Fred, George y Ron tiene su propia tienda de bromas, "Sortilegios Weasley", y yo me dediqué a ser auror.

—Eres la mejor.

—Gracias. —Ginny le sonrió a Harry.

Todo lo que acaba de suceder me ha abierto los ojos, si mañana muero no quisiera estar molesto con nadie y tampoco quisiera que exista magos o brujas me odien después de mi muerte.

—Yo no te odio.

—No mientas.

—Al comienzo un poco. —pero igual no digas esas cosas, tú no vas a morir, de eso me voy hacer cargo yo, estoy para protegerte.

—Lose, es tu trabajo. —se escuchó la voz melancólica de Harry.

En parte sí, pero... —Ginny le agarró la mano a Harry y le sonrió, eres una buena persona, no quiero que nada malo te ocurra, siempre te voy a cuidar Harry.

Un jugador en peligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora