Capítulo 15

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Maratón 2/3

Si no fuera porque Ginny es alguien muy especial para mí, no me hubiera levantado de la cama, pero se trata de ella y es imposible negarse, soy capaz de hacer todo por ella, como levantarme temprano.

—¿Estás listo?

Harry asintió con un leve movimiento de cabeza y con un bostezo.

—Harry, nadie te mando a que te quedaras hasta muy tarde, si deseas esto se puede cancelar.

—Para nada, Harry le sonrió y rápidamente le ayudó con la pequeña canasta. —ya no estoy cansado.

Ginny empezó a reírse por el comportamiento de Harry, es mejor irnos, así volvemos rápido y podrás descansar de la mala noche que has tenido.

Harry se agarró de Ginny, mientras ella desaparecía, por más que Harry había hecho eso muchas veces, odiaba tener que desaparecer, es un sentimiento horrible, había momentos en que le daba ganas de vomitar y hoy era esa ocasión.

Pero todo su malestar se vio interrumpido por el lugar donde se encontraban, hace cuánto tiempo no iba a un sitio así, es tan mágico.

—¿Dónde estamos?

—Bienvenido a mi lugar preferido Harry.

Harry contemplaba el lugar con una gran sonrisa, jamás hubiera imaginado estar en un sitio así, se siente como si fuera un lugar de paz, esa paz que tanto le falta en su vida.

Es un campo, con una laguna que tiene una pequeña cascada, hay dos hamacas junto a los árboles más grandes, las nubes se ven demasiados blancas, sin ninguna contaminación que dañe este paraíso.

Ginny sacó dos escobas de su bolso, lo bueno que aquí se puede guardar muchas cosas, todavía recuerdo cuando me dijiste que amas el quidditch para ser tú mismo, que te gusta volar y sentir el aire por tu rostro, esté lugar es adecuado para que seas tú mismo Harry.

Ginny le da una escoba para que Harry pueda volar y disfrutar el quidditch, el deporte que tanto ama.

Harry sonríe y sin pensar en nada más, se sube a la escoba para poder hacerlo, cuánto extrañaba esa sensación mágica de sentir toda la felicidad al volar, sin ningún entrenador de por medio, sin ninguna presión, sin público, sólo era Harry junto al quidditch.

Ginny también subió a su escoba y lo siguió, sonriendo y sintiendo la misma emoción que él.

—¡Feliz Cumpleaños Harry! —le grita Ginny mientras empezaba a volar más rápido que él.

Harry sonrió y no tiene dudas que es la persona adecuada para su vida, el mejor cumpleaños al lado de la mejor compañía.

Ambos empezaron a volar, reían, jugaban, se imitaban y sobre todo no podía faltar los besos.

Incluso Ginny se había sentado atrás de Harry, para que ambos fueran en una sola escoba, Harry hacía jugadas difíciles pero que eran divertidos para los dos.

Harry jamás se hubiera imaginado tener a una chica paseando en su escoba y se alegraba que sea Ginny.

Ellos no dejaban de volar, incluso hasta jugaron un partido de quidditch improvisado, aunque Harry es todo un profesional, Ginny no se dejaba incluso logró anotar varios puntos.

—Eres un buen buscador, pero pésimo guardián.

—Tú eres una buena auror y también una gran cazadora.

—Para que veas que tengo mucho talento en todo lo que hago Harry, soy una caja de sorpresas.

—Una buena cocinera, juegas bien el quidditch, eres increíble como auror, una buena tía, eres hermosa.

Y, sobre todo. —Ginny le interrumpe. soy buena en la cama.

Harry se sorprendió e inmediatamente sus orejas y todo su rostro se pusieron rojos.

—Por supuesto, que soy buena en la cama. —repitió Ginny, quien puede ser malo, si es tan placentero dormir, sabes yo puedo dormir hasta diez horas, es todo un talento.

Ginny empezó a reírse a carcajadas por el asombro de Harry, él cuando entendió también se río por el sarcasmo de Ginny.

Los últimos rayos del sol, nos muestran un gran atardecer, cuando pasas el día con las personas correctas sientes que el mundo pasa más rápido de lo normal.

—Quisiera que el día no se acabará.

Ginny observaba a Harry que había terminado de comer, ambos sentados al costado de un gran árbol.

—Podemos venir otro día.

Harry asintió muy emocionado como un niño pequeño, podemos venir una vez por semana o quizás dos, lo más pronto posible, este lugar es hermoso Ginny, muchas gracias por compartirlo conmigo.

—Un lugar adecuado con la persona especial. —Ginny le sonreía a Harry.

—¿Sirius sabe de esto?

Es mi jefe Harry, por supuesto que sabe todo lo que hago y más si se trata de su ahijado, y todo lo que tenga que ver con tu seguridad.

—Aunque le dije una pequeña mentira.

—¿Qué cosa?

—Ron y Hermione venía con nosotros, él no hubiera permitido que los dos salgamos solos.

—No entiendo porque se comporta así, parece que no quisiera verme feliz.

Sirius hace todo por ti, al igual que Remus, ambos te quieren y siempre van a querer lo mejor para ti.

Harry sabe todo el cariño que tiene su padrino y su tío Remus como él le dice, es afortunado de tenerlos en su vida cuando sus padres fallecieron aunque la actitud de Sirius con respecto a Ginny a él no le agrada.

—Lose, yo también los quiero, deseo tener una vida normal Ginny.

—Voy a atrapar al culpable Harry, es una promesa.

Ginny no dejaba de observar a Harry y ambos permanecieron unos minutos en silencio.

—Antes de irnos, ¿Último vuelo? —Le dice Ginny, cambiando inmediatamente de tema.

Harry ayudó a Ginny, ella fue la primera en volver a volar, esto lo vi en tu último entrenamiento, seguro que yo también lo puedo hacer.

—Ten cuidado Ginny.

Ginny empezó a volar, sobre una gran altura que al principio asustó a Harry, él no dejaba de observarla.

—Lo hago bien.

Algo dentro de Harry le preocupaba, esas vueltas que hace Ginny son difíciles de hacer, a él le costó mucho entrenamiento para lograrlo.

—Ginny ya baja. —gritó Harry.

Todo paso muy rápido para él, un falso movimiento hizo que Ginny cayera lentamente desde una gran altura...

Un jugador en peligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora