Un jugador en peligro

Capítulo 10

Maratón 2/3

Ginny con un simple alohomora abrió la puerta del cuarto de Harry, entró furiosa por su inesperado cambio de plan, las personas no cambian de idea sin tener algún motivo y ella no se iba a ir hasta que supiera la verdad.

—Se puede saber qué te pasa. —Ginny camino y se puso delante de él, parada con sus dos manos en la cintura, cada vez que esta molesta hace ese mismo gesto.

—No pasa nada.

—Si te pasa algo y ahora mismo me lo vas a decir.

No ocurre nada. —Harry se levantó y caminó hasta la puerta, haciendo una señal para que Ginny saliera.

No me iré hasta que me expliques que está sucediendo, no es normal que me digas una cosa y de ahí cambies de idea sin tener un motivo.

—No ocurre nada. —Harry sentía que perdía la paciencia.

—No te creo, así que por tu bien, tienes que decirme la verdad.

—Retírate de mi habitación.

Ginny se sentó en el sillón. —entonces me quedaré hasta que decidas decirme la verdad.

Harry resoplo molesto por la actitud de Ginny, bueno está bien, la verdad es que no he dormido nada, estoy muy cansado y los entrenamientos están cada día peor, necesito dormir por eso no puedo ir a San Mungo, lo que Harry le dijo en cierta parte es verdad, aunque él sabe que todo eso no es el verdadero motivo.

Ginny se levantó del sillón y caminó hasta Harry, le dio una pequeña sonrisa.

Te entiendo, yo también estoy cansada, le mandaré un Patronus a Bill para preguntarle por Victoire y otro a mi amigo Neville para avisarle que no iré, quizás él pueda venir acá.

—Por supuesto que él no vendrá.

Ginny se sorprendió por la manera tan áspera que respondió Harry, no entendía su actitud.

—¿Por qué? —Ginny le dirigió una mirada curiosa.

Por todo lo que está sucediendo, tu misma has dicho que no puedo arriesgarme, estoy siendo amenazado de muerte, quizás tu amigo...

Insinúas que Neville puede ser el causante de todo lo que te está pasando, Harry, mi amigo recién ha llegado ayer, además lo conozco desde que era una niña.

—No me refiero a eso, puede suceder como la última vez, pueden utilizar la poción multiusos, quizás.

Quizás nada Harry, acaso crees que nací ayer, para eso estaré preparada, le haré tres preguntas que sólo él y yo sabemos, no te va a pasar nada malo, ya te he dicho que estoy para protegerte.

Harry sonrió por el último comentario de Ginny, es algo raro lo que le sucede, siempre había sido él quien protegía a las mujeres que aceptaban salir con él, pero nunca se había sentido protegido por una.

—Entonces si puede venir, verdad.

Harry seguía sonriendo a Ginny que no se dio cuenta que con un movimiento de cabeza dio su aprobación para que Neville entre a su departamento.

Ginny de la emoción se acercó y lo  abrazó, como puede sentirse tan bien estar rodeado en sus cálidos brazos, Ginny es tan hermosa, Harry cerró sus ojos al sentir el contacto con ella, no quería que se acabará.

Cuando ambos se separaron se quedaron viendo por unos segundos, Harry se acercó y no dejaba de observar sus labios, se veían tan gustosos y sentía la necesidad de probarlos, la cercanía es evidente ya que puede sentir su respiración, Ginny cerró sus ojos, voy a besar a Ginny, lo voy hacer, seré merecedor de probar sus labios, pero lamentablemente ese beso fue interrumpido por la llegada de Remus.

—Remus me caes bien, pero no era el momento de llegar. —pensó Harry, mientras le dirigía una mirada molesta.

Ginny retrocedió unos pasos atrás de Harry mientras sus mejillas empezaban a enrojecer.

—¿Por dónde entraste?

—Por la puerta Harry, no te olvides que tengo las llaves. —respondió Remus, de lo más tranquilo.

Ginny maldijo por dentro, y salió apurada del cuarto de Harry, él quería ir atrás de ella, pero Remus la detuvo.

—¿Qué está sucediendo entre tú y ella?
La pregunta de Remus fue tan directa que dejó a Harry sorprendido. —nada, ella es mi amiga.

Remus alzó una ceja y lo observó con desconfianza. —ahora es tu amiga, pensé que no la soportabas.

Harry sonrió recordando que al comienzo Ginny no era de su agrado, y ahora que la conoció resulto ser una gran bruja para él.

—Las cosas pueden cambiar.

—Así parece. —susurró Remus, la aurora Ginny. —¿Te gusta?

Harry sonrió por la pregunta de Lupin, ella es una amiga.

Remus se acercó a él y le dedicó una tierna sonrisa. —ella está trabajando, no olvides eso Harry, no te ilusiones.

—Acaso Ginny no puede fijarse en mí, creo que soy un gran mago y puedo ser perfecto para ella.

Remus se quedó observando a Harry. —mereces ser feliz y espero que cuando todo esto acabe, tú y ella puedan tener una relación, si ustedes así lo desean, pero ahora no es prudente Harry, ella está trabajando y sentir algo sentimental puede perjudicar a los dos.

—No entiendo.

Ginny necesita estar concentrada en su trabajo, quizás si empieza a sentir algo por ti, ella puede bajar la guardia y lo que menos queremos es que algo malo suceda y tampoco es ético que los aurores tengan un lazo sentimental con alguien a quien estén cuidando, y por lo que recuerdo, además eso está prohibido.

—¿Por qué?, no hay nada de malo.

—Si hay una norma, es por algo Harry.

—Le diré a Sirius que lo eliminé. —afirmó con voz decidida.

—Fue él quien planteó esa norma y dudo mucho que lo eliminé.

—¿Por qué hizo eso?

Harry ahora eso es lo de menos, la situación es más complicada de lo que pensamos, hay un mago ó bruja que quiere hacerte daño, te quieren ver muerto, necesitamos que todos estemos concentrados, no hay que tener distracciones por que el mínimo error que nosotros cometemos va hacer que estés en peligro.

—Lose, pero...

Harry ya habrá tiempo para las demás cosas, si ella es la persona indicada para ti, lo estará cuando todo esto terminé.

Y no te preocupes por Sirius, no le diré nada a cerca de tus sentimientos con Ginny.

—Mis sentimientos con Ginny es solo de amistad, y se puede saber qué haces tú acá.

Parece que todo está situación te hizo olvidar que hoy día irías a cenar en mi casa, Teddy y Tonks quieren verte.

—¿Ginny vendrá?

—Sí, ella también irá. —Pero ya me estoy dando cuenta que sólo es una amiga para ti.