Capítulo 13 ◾ Sin juegos

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18 de septiembre de 2021

Salgo de la ducha con un pequeño vestido lencero, nunca había usado este tipo de ropa para dormir, pero desde que Ethan lo compró... admito que es lo más cómodo que he usado nunca.

Busco un libro, de los miles que ahora tengo, la habitación huele a menta, la han limpiado hace poco.

¿Erótico? Por alguna razón me apetece, no quiero leer romances bonitos, ¿es por Ethan? ¿Realmente estoy cambiando?

Niego con la cabeza tratando de alejar mis pensamientos, y comienzo a leer, página tras página.

"... Comencé a acariciarme, sentada en la ducha, sé que él me escuchaba, podía oír su respiración a través de la puerta..."

Siento a uno de mis demonios hablándome al oído... y si...

Me muerdo el labio, y pongo uno de los muebles de la habitación en la puerta, tratando de cerrarla bien.

Ethan siempre ha disfrutado poniéndome nerviosa, vamos a probar si le gusta que sea al revés.

Me armo de valor, y tras asegurar la puerta, me siento en la pared que comparto con él, girando la cabeza, para pegar la oreja en ella y escuchar mejor.

Una sonrisa ladeada se dibuja en mi cara cuando comienzo a meter mi mano por dentro de la ropa interior.

Vamos Emma, tienes que hacerlo, fuera vergüenza.

Paso mi dedo entre los pliegues, consiguiendo toda mi humedad y comienzo a trazar círculos en mi clítoris.

Mi respiración se acelera, y mis mejillas se calientan, cierro los ojos, tratando de concentrarme.

Tan solo viene a mi cabeza la imagen de Ethan, algo que... ¿Me excita más?. Cierro con más fuerza los ojos tratando de alejar esa imagen, pero no lo consigo.

Introduzco uno de mis dedos, mientras con la mano libre masajeo mi pecho.

— Ah... — jadeo.

Comienzo a soltar gemidos, cada vez más altos, y no tardo en escuchar pasos al otro lado de la pared, Ethan se ha levantado de la cama, y se ha parado junto a ella para confirmar los sonidos.

Me muerdo el labio para contener una risa, y continuo acariciando mi clítoris, mis piernas y mi vientre se contraen cada vez más, tengo que pensar en algo que haga que pierda los nervios.

— Sí, Ethan... — gimo.

Mi estrategia funciona al momento, ya que un gruñido suena al otro lado de la pared, pasos, una puerta, y el pomo de la mía girándose.

No puede abrir debido al mueble, una sonrisa se dibuja en mi cara.

— Emma, abre, ahora — bufa.

— Estoy ocupada— respondo con la respiración agitada.

Un golpe seco, y el mueble que tapaba la puerta cae, Ethan entra sin contemplaciones, con una mirada oscura en su rostro.

No lleva camiseta, tan solo un pantalón de pijama negro, su pecho está vendado, bastante mal, por cierto, con la venda completamente llena de sangre.

Da pasos decididos hacia mí, no puedo hablar, tan solo me sale una risa nerviosa.

Me levanta con facilidad del suelo, y me sube en su hombro.

— ¡Suéltame! — golpeo su espalda sin dejar la risa nerviosa.

Trata de tapar mi trasero con la tela del vestido, que es demasiado corta, lo que hace que suelte algún insulto entre dientes.

NÚMERO OCULTO © PRÓXIMAMENTE EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora