𝕀𝕍: 𝔥𝔞𝑦 𝔞𝔩𝔤𝔬 𝔪𝔞𝔰

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Severus estaba apuntado la receta en la pizarra, era algo simple, pero habían cosas mal apuntadas aposta, quería ver si simplemente seguía lo que leía o si conocía lo que elaboraba. 

Sev - Hoy prepararemos Antídotos para venenos comunes, lo hicimos en Hogwarts el segundo año.

Harry - Me acuerdo, Ron petó mi caldero. 

Sev - Pensé que fuiste tú.

Harry - NO, a mi me gustaba pociones, pero como Ron siempre quería ir conmigo me decía que solo los Slytherin saben hacer pociones. 

Sev - Que tontería más grande. La mayoría de Ravenclaw también saben hacerlas bien, y los Slytherins porque les recomendé, como a todos, que primero leyeran las instrucciones y entendieran el porqué.  

Harry - Ya... Los Gryffindors menos Hermione piensan que es inútil, que para eso están las clases. 

Sev - Pues no, pero no tengo ningún libro, dime que la señorita Granger te dió el hábito. 

Harry - Solo durante los primeros tres años, luego entendió que daba igual si Ron hacia su parte mal. 

Sev - Mala suerte. 

Harry - Lo cierto es que Ron es el típico que no se interesa por lo que aprende, por eso no entiendo como puede estar "enamorado" de alguien que se pasa la vida leyendo.

Sev - No son mis amigos, y tampoco es relevante, por lo que empecemos con la lección.

9 de Agosto 1998 Residencia Prince

Severus ya no tenía tanta molestia en la garganta, por lo que se dedicó a formar a Harry, hecho que le hizo darse cuenta del potencial del adolescente.

Sev - ¿Sabes hacer hechizos sin varita?

Harry - Solo los más simples y aún me cuestan un poco, es como intentar enfocar algo rebelde, tengo que tener cuidado o son peligrosos.

Sev - Bueno, dudo que tengas que preocuparte, tengo una sala de duelos perfecta para que empieces a focalizar tu magia.¿ Que me dices de la no verbal?

Harry - Bàsica en una lucha contra Voldemort, sé hacer de ataque y un par de defensa, pero me queda por aprender.

Sev - ¿Oclumancia, Lejemerencia?

Harry - He ido practicando, ocultar la mente no es lo difícil, leer la mente es otro tema, digamos que no quiero causar dolor o vómitos.

Sev - Mhm, parece que has estado estudiando.

Harry - Tenía que hacer algo en la búsqueda de horrocrux, sobretodo para no pensar mucho en lo que estaba haciendo. 

Sev - Sí, es entendible, yo ya me puedo cuidar solo por lo que si quieres puedes ir a tu casa. 

Harry - Oh, yo pensaba que me quedaría aquí un poco más, pero supongo que ya no tengo razones. 

El adolescente estaba dolido, aunque no entendía el porqué. Sentía que la gravedad reclamaba su cuerpo, que su corazón quería explotar y sus oídos solo sabían escuchar pitidos. 

Harry - Bueno, si no te molesta, hoy duermo aquí y mañana me voy. 

Sev - No veo inconveniente, supongo que es para recoger tus cosas con calma. 

El adulto hizo una mueca y empezó a apuntar algo en un pergamino. 

Sev - Puedes ir a donde quieras, pero hazme el favor de volver dentro de un rato, te voy a dar el horario para tus clases. 

Harry - Si...

Su afirmación sonaba como un susurro consumido por la grandeza de la habitación, como una brisa perdida en un calido dia de primavera, pero lo suficientemente entendible como para que el adulto lo escuchara. 

Al salir de la habitación donde estaban, puso rumbo fijo a su habitación, o al menos a la que lo fue durante su estadía.  Se derrumbó en la puerta y en la seguridad de esas cuatro paredes se permitió soltar una lágrima. Se sentía altamente dolido, había aprendido a disfrutar de la perfecta rutina de su profesor y ahora no quería renunciar a ella, y como el adulto le prestaba atención fue algo que no quería quitarse de la cabeza. Por alguna razón, sus pensamientos solo ponían a Snape como el centro del universo, porque para él era el único que no quería ni necesitaba nada de Harry Potter, el niño que vivió. 

Severus notó algo raro en el adolescente, por lo que, con la mayor sutileza que pudo, decidió escuchar sus pensamientos. No era algo que haría normalmente, pues ya podía leer lo que sentía la gente sin necesidad de sus dotes, pero estaba preocupado lo suficiente como para descubrirlo antes de nada. 

Su cara reflejaba más emociones de las que solía permitir, el azabache estaba pensando en él, en los recuerdos que se habían creado desde su estadía para cuidarlo. 

Sev - Él no quiere irse...

Entonces, ¿porque no le dijo nada? Si lo que quería era quedarse, solo tenía que preguntar, pues él entendía la necesidad de tener a alguien al lado. Después de todo, sus amigos no parecían muy comprensivos con él, además de tener que aguantar a la weasley menor. 

A Severus no le parecía muy útil la práctica de astronomía, pues con aprender la teoría se puede aplicar lo necesario, pero podría poner una clase por las noches y decirle a Harry que al final se alargaría su estadía un tiempo más. Eso al menos daría tiempo al menor para que sepa admitir que quiere quedarse, porque lo cierto es que el mayor también se había acostumbrado a los pequeños hábitos de Harry, como las charlas a la hora de comer.
 Nunca lo diría en alto, pero el ojiverde  le había devuelto aquella calidez que llegó a sentir por Lily, incluso un poco más fuerte y adictivo. 

Con elegancia, el profesor tocó la puerta de Harry, quería decírselo cuanto antes mejor. 

Sev - Harry, podemos hablar. 

Harry - Un segundo!

Al poco rato el adolescente abrió la puerta, tenía los ojos un poco opacos y decaídos, pero también podía atribuirse a sueño por lo que no comentó nada. 

Harry - ¿De que querías hablarme?

Sev - ¿Te importaría quedarte una temporada más? Creo que deberíamos aprender un poco de astronomía y es incomodo que vengas y vayas todo el tiempo por polvos flu, más por la noche. 

Potter sonrió, seguramente intentaba ocultar su euforia, pero para una persona tan analizadora como Snape era imposible no darse cuenta. 

Harry - Será un placer, lo cierto es que me encariñado un poco con esta casa. 

Sev - Lo que dentro de dos días tengo que ir a gringotts, trámites y sacar un poco de efectivo. 

Harry - Claro, yo también aprovecharé, lo cierto es que estoy interesado en ver que hay en la bóveda Potter, las únicas veces que he necesitado dinero fui a la de mis padres conjunta, pero quiero ver un poco que tiene mi familia. 

Sev - Yo de tí también miraría de hacer una prueba de sangre, así te llevarás todos los títulos que tengas y demás. 

Harry - ¡Pues voy a desmontar la maleta!

Ambos se miraron y sonrisas brotaban de los dos, Harry llegó un poco más allá y un pensamiento fugaz cruzó por su mente, aunque lo descartó al instante. 

 "Severus también quiere que me quede, puede que me haya tomado cariño, a lo mejor..."

𝐶𝑢𝑖𝑑𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑎𝑙 𝑝𝑟𝑜𝑓𝑒𝑠𝑜𝑟 𝑑𝑒 𝑝𝑜𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠 ( 𝑆𝑛𝑎𝑟𝑟𝑦)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora