Severus estaba nervioso, él sí que sentía algo, lo tenía muy claro. Pero, si Harry le rechazaba, no podría recuperarse del dolor y podría cometer una locura.Harry sabía de sobras sus sentimientos, un evento detonante fue la ducha, pero la conexión cuando tropezó le hizo sentir esa conexión tan especial. Sev, su angel guardian, aquél que arriesgó todo por un bebé,¿ podría devolverle los sentimientos? ¿Acaso eso era viable?.
Los dos estaban sentados en el mismo sofá, pero sentían una gran distancia del otro. Hasta que, finalmente, el Gryffindor tomó valor y empezó a hablar.
Harry - Sev, te voy a ser sincero, porque no se que más hacer y tengo que decírtelo... Me gustas!
Sev - ¿Y-yo?
Harry - Sí, e-esto, sí
Sev - ¿Me quieres?
Harry - Sí, por dios! Llevaba tanto tiempo queriendo decírtelo, pero tenía miedo de no ser suficiente para tí.
Sev - Y-yo no soy suficiente, ya estoy viejo, además de ser un amargado.
Harry - No eres un amargado, siempre que te veo estás de buen humor, además de que siempre me tratas tan dulce.
Sev - t-tu, también m-me gu-ustas. Pero...¿Es correcto?
Harry - ¿¡Enserio!?
Los dos estaban rojos y sin darse cuenta ya estaban rozando rodillas, por lo que el acercamiento era visible.
Sev - Siempre has sido tu, me negaba a verlo y decía a tu madre, pero siempre luché porque eras lo más preciado para mí.
Entonces, Severus colocó una de sus pálidas manos en la cara de Harry, haciendo entender el significado de esas palabras. Estaba abriendo su corazón, era hora de arriesgar, lo peor que podía pasar era una opción que no quería ver en esos momentos.
El ojiverde, conmovido por las palabras y el tacto, le dió un beso al mayor. Era un beso suave, no había lujuria ni fuerza, simplemente un beso que transmitía todo lo que estaba sintiendo. Fue correspondido, pero Severus fue un paso más allá y le lamió los labios, indicando de forma indirecta que abriese la boca.
El beso parecía durar horas, pero sus pulmones no podían aguantar el ritmo para siempre y se tuvieron que separar.
Harry abrazó a Severus, sentía que ya había encontrado a su otra mitad y no quería soltarla. Luego, un par de mechones rosas se hicieron presentes en el pelo.
Sev - Harry, creo que eres metamorfomago...
Harry - ¿Eh?
Sev - Tu pelo... Tiene mechones rosas... Te queda bien.
Ante lo dicho, Harry se sonrojó y todo su pelo se volvió de un color rosa chicle, al parecer este era vergüenza.
Sev - Jajaja, adorable.
Harry - demasiados halagos por un dia, si sigues así, me volveré completamente rosa.
Sev - Preferiría el verde, pero tampoco me desagrada.
El joven, cansado de la soberbia de su pareja, le estampó uno de los cojines del sofá. Aunque luego fue una bola de nervios, se había atrevido a estamparle un cojín a la cara a Severus, y eso tenía toda la pinta de una declaración de muerte.
Harry - Perdón Sev, pero en mi defensa, te había dicho que pararas.
Luego para suavizar el ambiente, le dió un beso en la mejilla.
Sev - No se vale, me estas intentando distraer para que no hayan consecuencias.
El ojiverde le dió un pico y salió corriendo a la habitación, era mejor una retirada con dignidad, si a correr se le puede llamar así. Seguidamente, se tiró encima de la cama y siguió procesando toda la conversación, pues aún no se creía ser correspondido.
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𝐶𝑢𝑖𝑑𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑎𝑙 𝑝𝑟𝑜𝑓𝑒𝑠𝑜𝑟 𝑑𝑒 𝑝𝑜𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠 ( 𝑆𝑛𝑎𝑟𝑟𝑦)
Fanfiction1998 𝐵𝑎𝑡𝑎𝑙𝑙𝑎 𝑑𝑒 𝐻𝑜𝑔𝑤𝑎𝑟𝑡𝑠 Harry había conseguido ganar a Voldemort, pero aún se acordaba de cierto pelinegro, por lo que salió corriendo en busca de aquel que le había protegido en las sombras. Detrás de él, Hermione fue a darle sopo...