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Los merodeadores (y Regulus) se encontraban ya desayunando en la mesa del comedor, junto a los Potter.

Alice seguía en la cama, ninguno había podido hacerla salir de ahí.

"Está en su cueva" como llamaban sus padres a su cuarto.

Lily Evans apareció con un ramo de rosas rosas por la chimenea.

-Lo siento, buenos días- se disculpó la chica- ¿está Ali?- preguntó.

El hermano sobreprotector quería mandar a la mierda a Lily, pero James había escuchado la pelea, y ahora se iba a convertir en padre, sabía que ambas se amaban.

-Arriba, querida- contestó Euphemia. Flemont la codeo, era su bebé ¿cómo iba a permitir que la viera? Papá sobreprotector.

Lily no hizo a tiempo a dar un paso.

-Mamá, ¿donde dejaste mi varita?- preguntó la rubia desde arriba, en pijama, con los pelos desastrosos.

-La tengo yo queri- pero Euphemia no se molestó en terminar la frase, su hija había bajado corriendo las escaleras y ahora estaba arriba de Lily, abrazándose a ella con los brazos y las piernas.

-Lo siento- se disculpó la rubia.

-Lo siento yo, cariño. Estabas pasando un mal momento y debí entenderte.

-Yo, fui al medico anoche.

-¿Cómo está todo? ¿Qué pasa Als?

-Me recetaron pastillas. Los desórdenes alimenticios siguen molestando. Además ya sabes estoy menstruando y lo siento tanto, no debí tratarte así. Tu familia es increíble, tu lo eres, amor.

-Sé que mi hermana es pesada y caprichosa, Alice. Tu tienes razón, pero eso no quita que sea mi hermana.

-Tienes razón, lo siento.

-No te disculpes por decir la verdad. Te amo ¿si?

-Yo también te amo.

-Beso, beso, beso- empezó el cantito Sirius, el resto de los adolescentes se unieron.

Y se besaron.

Embarazo//JegulusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora