El traje

433 34 7
                                    


Antes de desayunar, solo por la costumbre, me puse a ver en las noticias si había algún artículo que hablara de Spiderman. Algunos comentarios sobre que nadie había vuelto a ver al trepamuros en Nueva York desde hace meses. Nada de gran relevancia.

Mi celular comenzó a sonar. Era mi tía May.

-Hola Peter- oír su voz siempre me animaba.

-¿Cómo estás tía? ¿Todo bien en Nueva York?-

-Todo bien, pero muchos extrañan a Spiderman, la gente se sentía segura teniéndolo en la cuidad.-

-Estarán mejor sin él. Estoy seguro.-

-¿Qué tal tu nuevo colegio? ¿Estás en alguna actividad extracurricular?-

-Pues... entré a un club de servicio voluntario y...-

-¿Servicio voluntario? Debí imaginar que buscarías la manera de ayudar gente en donde estés.-

-No se trata de eso. Fue obligatorio.-

-Modesto como siempre. Por eso te quiero tanto Peter.-

-Gracias por tu llamada tía, pero ahora tengo que ir saliendo, te llamaré cuando regrese de clases y te cuento cómo me fue.-

-Adiós Peter, te quiero-

-También te quiero tía.-

Se me estaba haciendo tarde, pero tenía que asegurarme de hacer algo antes de que salga a la calle otra vez. Fui a mi armario, el traje de Spiderman seguía allí colgado desde el día que salvé el perro de Yui. Lo saqué y los sostuve entre mis manos.

-Hoy te vas de mi vida- le dije.

Fui a la parte de atrás del departamento cerca a los tachos de basura. En Japón los tachos están ya listos para mandar todo a reciclar. Pero había otro tacho de metal al fondo. Aprovechando que a esa hora no había nadie tiré el traje adentro junto con un poco de alcohol. Saqué de mi bolsillo un paquete de fósforos y prendí uno. 

-Hoy te vas de mi vida- repetí en voz alta.

Tiré el fósforo. El traje comenzó a arder. No me fui hasta terminar de ver que todo se hiciera cenizas. Me decía una y otra vez a mi mismo que esto era necesario. Yo no volveré a ser responsable de la muerte de mis seres queridos nunca más. Cuando el fuego se extinguió tiré las cenizas al tacho de no reutilizables y me fui a clases.

Luego de quemar mi ancla con mi vida pasada sentí que me quité un gran peso de encima. Ya no había forma de que vuelva a ser Spiderman.

Mi día transcurrió sin novedad. Pero hubo algo que llamó la atención de todos. Una alumna llegó con la mejilla izquierda hinchada. Ella se sienta con la ventana a su izquierda, por lo que puede estar sentada sin que nadie vea su mejilla. No sé su nombre, pero llegué a oír de varios que hablaron sobre ella en la hora del almuerzo. Recuerdo haber visto a Yui mirar con preocupación a aquella chica.

 Recuerdo haber visto a Yui mirar con preocupación a aquella chica

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
The Amazing Oregairu (Spiderman x Oregairu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora