— Quedaos aquí, volveré enseguida.
Mi hermano y yo nos quedamos solos en el recibidor, esperando a la familia Black. No les debía quedar mucho para llegar, creo que su casa estaba a unos kilómetros de aquí.
— ¿Emocionada, Iria? — Preguntó Lucius.
Asentí con la cabeza. No tenía muchas ganas de hablar.
— ¿Ganas de conocer a los primos de Narcissa y Bellatrix?
Asentí de nuevo.
— No te veo muy habladora. — dijo — ¡Ah, espera! Ya sé por qué estas así, por lo de esta mañana, ¿No es así?
Le dirigí la mirada y apreté los puños con rabia al recordar lo que ha pasado en el entrenamiento y lo que mi padre me dijo e hizo después. Lucius es un pesado en potencia, se cree que no me daba cuenta de que tenía envidia de mi, de mi poder, cuando a él lo tratan mejor que a mi. Lo único que quiere es hacerme daño. Y ya tengo suficiente con los recuerdos, las heridas y los moretones de esta mañana, como para ponerme a soportar a un chico inmaduro de 16 años.
Es el momento de devolvérsela
— Lucius, no quiero hablar de eso ahora. — respondí, pretendiendo sonar calmada.
— ¿Por qué? ¿No eres capaz de enfrentarte a un bicho inútil y tampoco tener una apacible conversación con tu hermano?
— Sí, pero en igualdad de condiciones. — repliqué — No puedo charlar ni tomarme en serio a alguien que está celoso de una niña de 11 años, querido hermanito.
Lucius pasó de su sonrisa de superioridad, a fulminarme con una mirada asesina. Le había dado en su punto débil. Por un momento, creí que iba a pegarme.
— Pero serás mocosa, pedazo de...
—¡Eh! ¡¿Qué está pasando aquí?! — Mi padre irrumpió en el recibidor, haciendo así que mi hermano se callase.
— Ni idea, Padre. Pregúntale a Lucius, estaba a punto de decir algo. — Le señale, con una expresión de completa indiferencia.
— ¿El que sí puede saberse?
— Na-Nada, padre, no iba a decir nada — tartamudeó.
— Bien, eso pensaba. Mirad, por ahí llegan los Black.
Iria 1 - Lucius 0
_____________________________________— Cygnus, Druella, es un placer teneros aquí hoy — Mi padre dirigió su mirada a la menor de las Black — También a usted, Narcissa.
— El placer es nuestro, Abraxas. — respondió el señor Black, con una sonrisa que parecía más practicada que verdadera.
— ¿Y quiénes son estos dos chicos? — Preguntó, intentando hacerse el sorprendido.
Nota mental: Padre actúa de pena.
— Ellos son Sirius y Regulus — contestó Druella — Walburga me dijo que los trajera, para que pudiesen conocer a Iria y que así estuviesen entretenidos mientras que nosotros hablamos de lo que teníamos que hablar.
— Iria — Mi padre giró su mirada hacia mí — ¿Quieres mostrarles a Sirius y Regulus el jardín y así... jugáis? — Esa última palabra la nombró con una pizca de repugnancia, como si la palabra le asqueara.
También has de admitir que tienes un padre muy raro, Iria.
— Claro, encantada. — Dije con toda la dulzura que pude. Me dirigí a los dos chicos Black — Seguidme.
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⋅Ataraxia⋅
Fanfiction"En una noche de luna llena, En el verano de 1960, una mujer caerá gravemente enferma corriendo peligro la hija a la que espera. Un hada de ella compasión tendrá, y con su extraña magia la curará, haciendo así, que su hija posea una magia muy poder...