Kara Danvers una cardiocirujana que lo tiene todo amigos, familia, un trabajo que ama, eso es la felicidad, ¿o no? ¿Sentirá que le hace falta algo más? ¿Qué pasaría cuando una joven embarazada se le atreviese a una calle del hospital? ¿Qué pasará cu...
Paso una semana en la que Alex regreso a la casa, desde que le dijeron que no volvería a trabajar como agente de campo, ha estado de malhumor, pero no porque culpara a alguien, sino porque se sentía estúpida haber hecho lo que hizo sin ninguna ayuda policial arriesgando su vida y la de Sam, lo único bueno de todo esto fue que Sam ofreció su casa para que pudiera estar más tranquila, lo único que tuvieron que instalar fue una pequeña silla que subiera y bajara por el barandal de la escalera para que ella no hiciera ningún esfuerzo.
La pequeña Ruby estaba contenta al enterarse de que la pelirroja se fuera con ellas, decía todo lo que podían hacer juntas, todas las películas que podían ver, las cosas que podían cocinar o por lo menos hasta que Alex pudiera mantenerse de pie por si sola. Solo había algo que le molestaba a la pequeña, bueno también le molestaba a la Arias mayor. Maggie seguía insistiendo, pero decía que era como amigas, que tenía derecho a llevarle cosas o visitarla, por todos los años que estuvieron juntas.
Hoy era uno de esos días en los que Maggie llegaba de improvisto a la casa Arias.
Maggie: Hola Samantha –dijo mientras sostenía de forma orgullosa un ramo de flores, junto con un recipiente hermético con comida.
Sam: Margarita –dijo falsamente.
Maggie: ¿Puedo pasar?
Sam: Yo creo que...
Alex: Sam ¿por qué tardas tanto? –dijo llegando a la puerta con una silla de ruedas, era la manera más incómoda para movilizarse por la casa, pero la manera menos dolorosa para ella.
Maggie: Cariño ¿Cómo estás? –dijo entrando como Pedro por su casa.
Alex: Maggie –la detuvo antes de que se acercara a ella - ¿Sam te dejo entrar?
Maggie: Lo estaba por hacer, pero en fin ¿en dónde dejo esto? ¿En la encimera? –dijo dirigiéndose a la cocina.
Alex: Lo siento Sam, yo no sabía que ella estaría haciendo esto, en el hospital le deje en claro que ella y yo no podíamos ser nada, pero parece que no entiende –dijo agarrándole de la mano.
Sam: Esta bien, además tu compañía y la sonrisa que nos sacas al tenerte aquí es lo mejor de nuestro día.
Alex: ¿Estás diciendo que te hago feliz?
Sam: Puede que sí, puede que no, no has llegado a ese nivel de sinceridad, tienes que desbloquearlo.
Alex: Llegara el momento que ganare tu corazón –dijo sin pensar, pero ni Alex ni Sam tuvieron tiempo de decir algo porque Maggie se acercó a ellas, queriendo detener ese coqueteo.
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Maggie: Alex... ¿vendrán Kara con su familia y Eliza con Lilian?
Alex: No, Kara y Lena dijeron que no querían salir, y mi madre y Lilian andan en Midvale.
