41. 𝗟𝗮 𝗰𝗶𝘁𝗮 𝘀𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮

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(Ema en multimedia)

Ema

-Bueno, ya estamos aquí, ¿ideas?- Bree se giró expectante hacía nosotros al mismo tiempo que la veíamos con curiosidad.

-Aaam, pues subirnos a los juegos, Bree- Adam se giró meneando la cabeza y ladeándola, mirándola como si fuera lo más obvio del mundo. Esto me causó gracia, pero a decir verdad a mi todo me causaba gracia, alguien podía decir pudín y me reiría.

Bree sólo puso los ojos en blanco y medio le sonrió a Adam, era una mueca, más que nada, es más, ni siquiera fue un intento, fue más como no querer iniciar una pelea enfrente de mi desafortunada presencia, que, si no lo recuerdan, me rechazó mi crush homofóbico, eso dolió y mucho.

Me reí de la situación tan estúpida en la que se encontraban los chicos, es más, me reí tanto que ni siquiera me dio tiempo a taparme la boca. Adam se volteó y me observó mientras me tapaba la boca con las manos. Adam se rio un poco.

-Ves- se dirigió a Bree- A Ema le hacen gracia mis chistes - Adam se acercó a mí y no lo vi venir a pesar de que Adam mide uno ochenta y ocho y muy delgado no es. Adam se acercó lo suficiente a mí, mientras me pasaba el brazo por el hombro, acercándome más a él. Yo, por instinto, le pasé el brazo por la cintura, apegándolo aún más. "Dios Santo" pensé.

-Pues ya que se llevan tan bien y Ema parece disfrutar muuucho de tu compañía- me sonrojé y dejé de reírme- Los dejaré solos

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-Pues ya que se llevan tan bien y Ema parece disfrutar muuucho de tu compañía- me sonrojé y dejé de reírme- Los dejaré solos... Bye chicos- Bree se alejó mientras nosotros veíamos como unas chicas de la escuela la saludaban y la animaban a juntarse con ellas.

-No te necesitamos- Adam le gritó, como niño pequeño- No la necesitamos, ¿verdad?- Adam se giró hacia mí con una cara como de susto, esto me pareció tierno, y un poco estúpido, era un hombre de dieciocho años que mide uno ochenta y ocho preguntándole a un minion de uno setenta sobre qué hacer.

-Ven, grandullón- lo agarré de la mano, intentándolo guiar a través del parque para así poder buscar algún puesto de comida- Busquemos comida, seguro mueres de hambre.

-¿Cómo sabes eso?- A ver, de todas las cosas que Adam pudo haber dicho que no eran tan inteligentes, esta era, sin duda alguna, no una de ellas. Me sonrojé hasta las orejas, he de admitir.

-Bueno, tú siempre tienes hambre, ¿o me equivoco?- Sonreí un poco, como intentando ocultar el hecho de que sabía algo sobre este chico que, si bien me parecía atractivo y mi corazoncito latía por él, aún no sabía si realmente me gustaba o solo lo consideraba atractivo y ya.

-Tienes razón- dijo Adam y yo suspiré un poco más calmado- Pero, ¿por qué vamos de la mano?- ¿Por qué Adam pregunta tanto? Llevábamos caminando como diez minutos y no le había soltado la mano en ningún momento.

-Pensé que no conocías esta feria y no quería estarte gritando como loco por todo el lugar intentando buscarte- yo siempre tenía una respuesta para cada pregunta, "Hijo de perra listo" pensé. Levanté la vista (sí, porque Adam es gigante) y eso pareció convencer al mencionado.

𝗦𝗘𝗥 𝗖𝗢𝗠𝗢 𝗧𝗨 | 𝗖𝗵𝗮𝘀𝗲 𝗗𝗮𝘃𝗲𝗻𝗽𝗼𝗿𝘁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora