51. 𝗖𝗼𝗰𝗼𝘀

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(Sarah y Rosie en multimedia)

(Capítulo basado en algunas partes del Episodio 17 de la Segunda Temporada - ¡Avalancha!)

Chase

En ese punto cualquiera podría pensar que "actuar como un hijo de puta" se estaba volviendo parte de mi personalidad, pero juro que no. 

Todo se estaba saliendo de control y no tenía idea de que hacer para solucionarlo.

Desde que Rosie y yo habíamos hablado en el Heaven's dos semanas atrás nada había vuelto a ser lo mismo.

Para empezar, estaba castigado. Lo que significaba que Davenport había confiscado mi celular y computadora, así que no tenía manera de comunicarme con Rosie después de clases, y con nadie para ser honesto.

Pensé que una vez terminadas las clases podría quedarme con ella en el estacionamiento, en el campo de futbol o incluso en las bancas a un lado de la entrada principal para poder charlar acerca de nuestro día, pero Davenport había decidido mandar a un chofer por nosotros que nos esperaba en la entrada principal en cuanto las clases terminaban.

En cuanto llegábamos a casa comíamos y el resto de la tarde nos dedicábamos a entrenar, el único momento del día que tenía relativamente "libre" era en la noche, pero yo lo ocupaba para hacer las tareas del colegio; había días en los que no lograba terminarlas, así que las hacía en los espacios libres entre clases o incluso a la hora del almuerzo.

Mis hermanos estaban en la misma situación que yo, ya que ellos también habían sido castigados y me culpaban por ello. Mientras Rosie y yo estábamos en Longbeach ellos habían decidido irse a Florida, al cine y por comida, pero la culpa del castigo la tenía yo. Trío de idiotas.

Esas últimas dos semanas habían sido un bucle de tiempo total.

Despertaba, me preparaba para el colegio, tomaba mis clases, regresaba a casa, comía, entrenaba, hacía tarea, iba a dormir y todo se repetía al día siguiente.

Como era de esperarse no me hablaban, pero en realidad eso me daba igual. Tenía a mis amigos durante clases y en el almuerzo, así que no estaba solo en el colegio, y en casa no prestaba atención, ya que debía estar sometido al arduo entrenamiento que nos ponía el señor Davenport y después de eso me iba a una habitación de huéspedes para poder hacer mis tareas en paz.

Aceptaba que estuvieran molestos conmigo, que me ignoraran en la casa y en el colegio, pero lo que no pasaba por alto era que Adam y Bree me ignoraran durante las misiones, que no prestaran atención a mis indicaciones y que mi autoridad se la pasaran por el culo, eso me sacaba de mis casillas. Eran unos idiotas, eso era un hecho, pero me sorprendía que en un escenario tan importante como lo eran las misiones no les importara en lo absoluto y que estuvieran dispuestos a mandar todo por la borda con tal de no dirigirme la palabra.

Tenía que lidiar con el colegio y la infinidad de tareas que dejaban, con los excesivos y estúpidos entrenamientos de Davenport, con las misiones que surgían en el momento más inoportuno, con el hecho de que mis hermanos me ignoraran durante las misiones y con estar incomunicado con mi novia y amigos. La estaba pasando verdaderamente mal.

Rosie había desaparecido de mi vista, pero yo aún seguía contemplando aquel ya vacío pasillo.

-Enano- escuché una voz detrás de mí- Te estoy hablando, ¿no escuchas? – volteé a ver de quien se trataba, era el tonto de Adam.

- ¿Qué quieres? – hablé en el mismo tono que él lo había hecho conmigo, él sólo rodó los ojos.

-Llegó Ronan, alerta de misión.

𝗦𝗘𝗥 𝗖𝗢𝗠𝗢 𝗧𝗨 | 𝗖𝗵𝗮𝘀𝗲 𝗗𝗮𝘃𝗲𝗻𝗽𝗼𝗿𝘁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora