44. ¿𝗣𝘂𝗲𝗱𝗼 𝗾𝘂𝗲𝗱𝗮𝗿𝗺𝗲?

1.1K 79 55
                                    

(Donald en multimedia)

Rosie

Desperté gracias a los rayos de sol que se colaban por la ventana de la habitación y que se posicionaban justo sobre mi rostro.

- ¿Amor, qué hora es? - pregunté con mi voz aún bastante adormilada- ¿Amor? - pregunté nuevamente al no haber obtenido respuesta alguna, volteé para poder ver a Chase, pero no estaba a mi lado- ¿Chase? - analicé la habitación, pero parecía no estar en ella.

Tomé mi ropa interior que se encontraba en el piso y la playera de Chase que estaba a un lado de ella y entré al baño para poder vestirme. 

Minutos después de haberme vestido, escuché un ruido en la parte de abajo, al parecer una puerta se había abierto, así que salí del baño procurando no hacer ruido y caminé de puntitas hasta la puerta de la habitación, la abrí lentamente y salí para poder dirigirme a las escaleras. Al llegar a ellas pude escuchar a Chase hablar desde la sala, se escuchaba molesto.

"¿Me estás escuchando? ¡Yo no tenía idea!... pues no, no escuché el teléfono anoche... ¿A ti que te importa?... ¡¿Qué?! ¡No la iba a dejar sola aquí!... Ajá, ajá... no es que no me importe, pero entiende que quería tener unos días lejos de todo eso... pues ya hablaré yo con él... si, si... nos vemos"

Me quedé ahí un par de minutos después de que Chase colgó la llamada con quien sabe quién.

Trágicamente, la ansiedad no tardó mucho en llegar. No sabía si era buena idea bajar o simplemente regresar a la habitación, así que no pude hacer nada más que bajar.

- ¿Amor? - pregunté al casi llegar a la sala.

-Estoy en la cocina, preciosa- respondió a un par de metros de mí.

Me dirigí a la cocina y lo primero que vi fueron un par de bolsas de papel sobre la barra y a Chase sacando un par de platos de una de las gavetas sobre la estufa.

-Perdona que no te haya avisado que iba a salir- dijo volteando a verme una vez que sacó los platos- Te veías tan tranquila durmiendo que no... - hizo una pausa- ¿Acaso esa es mi playera? - preguntó elevando una ceja analizado lo que llevaba puesto y me ruboricé.

-Puede ser... - dije al mismo tiempo que me sentaba frente a la barra, él soltó un risa baja, se acercó a mí y depositó un beso en mi frente.

-Te ves hermosa, ¿Cómo dormiste?

-De maravilla- respondí y el me ofreció una muy linda sonrisa

-Me alegro, linda... - se dirigió al otro lado de la barra para quedar frente a mí y comenzó a sacar las cosas de la bolsa- Compré el desayuno- dijo y me ofreció un pequeño bowl de fruta, un croissant preparado y un café con leche.

-¡Que delicia!- dije tomando la comida- Muchas gracias.

-No agradezcas, nena. Me habría encantado prepárate el desayuno yo, pero...

- Pero... ¿qué? ¿Qué pasa, amor? - pregunté al mismo tiempo que abría mi bowl de fruta y tomaba una fresa.

-Debemos regresar a Mission Creek hoy, terminando de desayunar.

- ¿Qué? ¿No se suponía que regresaríamos hasta mañana en la tarde? - pregunté un poco desanimada ante la noticia.

-Ese era el plan, preciosa. Pero hace rato me llamó Bree diciendo que anoche hubo una emergencia en casa y... yo debía estar ahí.

- ¿Tus hermanos están bien? - pregunté preocupada

-Si, si, e-ellos están bien... es difícil de explicar, ni yo mismo entendí en la llamada, sólo sé que es urgente y debemos volver hoy mismo. Papá y Tasha salieron rumbo a casa anoche.

𝗦𝗘𝗥 𝗖𝗢𝗠𝗢 𝗧𝗨 | 𝗖𝗵𝗮𝘀𝗲 𝗗𝗮𝘃𝗲𝗻𝗽𝗼𝗿𝘁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora