Aquel primer día (Cs2) RESUBIENDO

Parte 30

Llegué a casa con una gran sonrisa, aunque en el instituto me había aburrido, había comido con Mason y eso arreglaba cualquier cosa mala que hubiese podido pasar.

La sonrisa desapareció de mi rostro justo en el momento en el que vi la cara de mis padres, estaban mirándome serios, y Mason estaba a su lado, mirando hacia abajo con sus manos entrelazadas entre sí. En ese momento me imaginé lo peor y,  cuando le miré, mis sospechas se hicieron realidad.

Lo había hecho, se lo había contado. Me había esquivado la mirada y su semblante serio y decepcionado consigo mismo lo decía todo.

-Tenemos que hablar Beca. -Dijo mi madre, haciendo una señal para que me sentase en el sofá.

-Tiene que ser una puta broma. -Dije, mirando a Mason con seriedad.

Me senté de mala gana, Mason se sentó a mi lado, pero yo me aparté. Él me miró serio y yo suspiré. De todas las personas del mundo, era el último que esperase que fuese a hacerme eso.

-¿Ya os lo ha dicho? -Pregunté, rezando por que lo que había casi confirmado fuese mentira.

-No te enfades con Mason. -Me alejé más de él. -¿Acaso pensabas contarnos que tenías ataques de ansiedad?

-Los tengo controlados. -Me quejé.

-Eso nunca se tiene controlado Beca. -Contraatacó mi madre. -Yo los tuve de pequeña, y créeme, necesitas algún tipo de ayuda.

-Estoy bien mamá.

-Beca, hazle caso a tu madre, es la que más sabe de esto dentro de la familia. -Resoplé.

-¿Cuándo fue el primero? -Preguntó mi madre.

-No me psicoanalices mamá. -Me quejé.

-Hazle caso. -Intervino Mason. -Solo quiere ayudarte.

-Mejor deberías no hablar. -Contesté, Mason me miró, dolido. -Desde el concierto.

-De eso hace ya unos meses Beca. -Contestó mi padre.

-¿Has tenido más? -Asentí, total, ya no tenía escapatoria.

-Supongo que cuando me meto en bullas tengo alguno que otro. -Mi madre asintió, y me miró fijamente.

-Necesitas ayuda. -Dijo mi madre.

-No voy a ir a un profesional, ni me voy a meter pastillas. -Mi madre rodó los ojos. -Estoy bien.

-Irás, porque no es nada malo, y no hay más que hablar. -Sentenció mi padre.

-Gracias Mason. -Me levanté y subí a mi cuarto, un par de golpes en la puerta; y la siguiente entrada de Mason en mi cuarto, me hicieron resoplar. -No quiero hablar.

-No te enfades... -Se sentó a mi lado. -Estaba preocupado por ti.

-Esto no te da derecho a decírselo a nadie. -Espeté. -Es algo serio Mason.

-¡Por eso mismo! -Exclamó. -No tienes idea de cuánto me dolía ver cómo te ponías, y que no querías hacer nada para mejorarlo. Casi matas a Ashton, no estamos hablando de ninguna tontería.

-Porque no quiero que ese idiota influya en mi vida. -Exclamé. -Jodió a mi padre, y a mi madre. No quería darle el gusto de joderme a mí también.

-Lo siento. -Dijo Mason. -No sabía qué más hacer. Esto es lo mejor para todos.

-De todas las personas que conozco, tú eras la que menos pensaba que iba a hacer algo así. -Mason se pasó la mano por el pelo.

-No estás siendo justa. -Contestó él, intentando acercarse a mí.

-Tú tampoco es que lo hayas sido. -Resopló.

-¿Podemos dejar el tema? Tampoco ha sido para tanto. -Me levanté

-Yo no estaba preparada Mason, y aún así no has tenido ningún tipo de consideración a la hora de decirle a mis padres algo que no te incumbía. Estaba pensando en hablar con mi madre sí, pero cuando cogieran a los idiotas de los amigos de Ashton.

-No me lo habías dicho. -Contestó.

-Porque sabía que ibas a intentar que lo dijese antes. No has tenido en cuenta mis sentimientos hacia el tema.

-Estás siendo muy egoísta. -Intenté disipar las lágrimas que amenazaban con salir. -A mí también me afectaba ver cómo te ponías a llorar y a hiperventilar cada vez que entrábamos en algún sitio con demasiada gente. Me dolía ver que sufrías, que pensabas que había gente vigilándote. -Me aparté de su lado cuando se levantó. -No es algo que solo te incumbe a ti, porque soy tu novio y también me duele.

-Ya no. -Sentencié, con las lágrimas brotando, pero había traicionado mi confianza, había roto aquello que llevábamos años construyendo, y yo no podía perdonarle eso.

-No me lo estás diciendo enserio. -Contestó Mason, mirándome fijamente.

-Lo siento, pero no puedo perdonarte esto. -Mason resopló y salió de mi cuarto dando un portazo, yo llamé corriendo a Claire.

-¿Qué tal la comida con Mason?, espero que bien.

-Hemos roto. -Dije con la voz entrecortada.

-Me estás gastando una puta broma. -Dijo ella. -¿Qué cojones os ha pasado?

-Ha contado lo de los ataques, y he discutido con mis padres y con él. -Escuché a Claire suspirar a través de la llamada.

-Quedamos y me lo cuentas todo.

-Ven a casa por favor. -Colgó y yo me fui al baño a limpiarme las lágrimas.