Mason
-¿A que hora llegasteis ayer? -Dijo mi madre con voz dulce.
-A las 5 o así la dejé en casa. -Dije mirando mi móvil, mi madre se sentó a mi lado.
-¿Te puedo hacer una pregunta? -Dijo mi madre, yo asentí.
-Claro mamá. -Dejé el móvil a un lado y miré a mi madre.
-¿Te gusta Rebeca? -Casi me atraganto con mi propia saliva.
-¿A que viene esa pregunta? -Dije tratando de recomponerme.
-A que te he visto como la miras. -Contestó mi madre. -Puede que yo no sea analista de conducta como Sara, y que no sepa lo que te pasa solo con verte, pero creo que a ella la miras diferente. Nunca te había visto mirar a nadie así.
-Me gusta desde hace demasiado tiempo. -Contesté.
-Oh.
-My.
-God. -Me giré para ver a Lia y Lea con las manos en la boca.
-¿Es enserio? -Dije riendo.
- Deberías decírselo. -Dijo Lia aplaudiendo.
-Yo quiero que sean pareja ya. -Añadió Lea.
-Fuera. -Dijo mi madre. Ambas hicieron mohín y desaparecieron por las escaleras de casa.
-Son muy pesadas. -Dije rodando los ojos.
-Por muy pesadas que sean, concuerdo con Lia. -Respiré hondo.
-No me voy a declarar, le gusta otra persona. -Mi madre frunció el ceño.
-¿Quién? -Mi madre era cotilla por naturaleza.
-Un tal Mike. -Ella dejó de sonreir.
-Bueno, siempre puedes tratar de enamorarla. -Miré hacia abajo. -He visto como os miráis, y créeme que esas miradas no son de amistad.
-Por su parte sí.
-Tiempo al tiempo cariño. -Me revolvió el pelo. -Recuerda que en nada es su cumpleaños.
-Pues sí, en 1 mes vamos.
-Podrías organizarle algo especial. -Dijo ella guiñándome un ojo.
-Pensaba ir a cantarle cumpleaños feliz a las 12 con una tarta.
-Buena idea. -Dijo ella, para luego levantarse e irse subiendo las escaleras.
(***)
-¿Está Beca? -Pregunté, cuando me abrió la puerta Mika.
-Sí, pasa. -entré y Sara me saludó.
-Hola Mason cariño, Beca está arriba, porque está mala, ya sabes, un 332.
332 era el código que usábamos Beca y yo cuando ella estaba con la menstruación, le ayudaba a no tener que decirlo en voz alta y era como nuestro código rojo. Más de una vez me pidió una compresa en clase diciendo "Tenemos un 332 y necesito retiene ketchup". Le pareció una bonita manera de llamarle a la compresa cuando teníamos 12 años y ya se ha quedado así.
-Oh, pobrecilla.
-Se ha tomado un enantyum y está descansando, pero le alegrará verte. -Subí las escaleras y con cuidado abrí la puerta de su cuarto, estaba dormida. Destapé un lado de la cama y tras quitarme los zapatos me metí en ella, ella se removió un poco y se ajustó en mi pecho. Se sentía jodidamente bien y eso asustaba.
Se levantó y puso una cara de horror, yo me asusté y la miré preocupado, ella se agarró la parte baja del abdomen y estampó su cabeza contra la almohada.
-Puta regla. -Dijo ella. -Oh, hola Mason.
-¿Te duele mucho?
-Un poco. -Separó la cabeza de la almohada y suspiró. -Quiero morirme.
-No puede pasar eso, ¿ qué será entonces de mí?
-Pues no sé, pero yo no puedo con esto todos los meses. -Dijo ella. -Me duelen hasta las ganas de vivir, y mira que son pocas.
-Eres desde luego de lo que no hay. -Le di un beso en la cabeza y ella se tapó de nuevo, tapándome a mí con ella y recostándose de nuevo en mi pecho. -Duérmete anda. -Dije acariciándole la cabeza.
-Duérmete tú también. -Encendió la pequeña luz de la mesita de noche y agarró mi mano para ver mi tatuaje, sus dedos pasaron por mi tatuaje, acariciándolo de arriba a abajo, noté como algo parecido a un escalofrío recorrió mi columna vertebral.
¿Desde cuando me ponía tan nervioso ella?
Desde siempre, para qué mentirnos.
-Lindo tatuaje. -Ella volvió a apagar la luz y se recostó en mi pecho de nuevo. Al poco noté como su respiración se relajaba, estaba dormida. Notaba sus latidos en mis costillas, eran lentos, estaba relajada y yo casi me quedo dormido pero me daba miedo la reacción de Mika si subía y nos veía dormidos.
Seguro sacaba las 3 pistolas que tienen en casa.
Pobre Dylan, todavía me acuerdo de su cara de horror cuando las vio. Obviamente yo estaba allí para verlo.
Aparté un par de mechones de su cara y ella se removió un poco, acomodándose más en mi pecho y pasando un brazo por mi cintura
-¿Estás a gusto? -Preguntó ella un tiempo después, justo cuando se despertó.
-Más a gusto que nunca.
-Me alegro, yo me siento mejor. -Se levantó y cogió un par de cosas que tenía tiradas por el suelo, comenzó a recoger y desapareció por la puerta.
Le seguí por la casa, echó varias cosas al cesto de la ropa sucia y tras recogerse el pelo en un moño deshecho se paró a pensar.
-¿Qué hora es? -Miró su reloj. -Oh mierda son las seis y no has merendado. -Corrió hacia la cocina y cogió un bol, echó algo de fruta y al lado puso unas galletas con chocolate. Era la merienda que nos hacían nuestros padres de pequeños y ella sabía que las adoraba.
![](https://img.wattpad.com/cover/299657469-288-k207080.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Aquel primer día (Cs2) RESUBIENDO
RomanceBeca lleva toda la vida enamorada de Mason, su mejor amigo. Todo apunta a que él no siente nada por ella, pero ¿Y si realmente miente? Una puesta en tensión, y quizás una última oportunidad de verse hará que todo cambie. Y que muchos sentimientos sa...