Mi pijama era una sudadera grande y unos pantalones de pijama normales, cuando termine de cambiarme me empecé a desmaquillar para ya poder dormir. Mi mente seguía un poco aturdida, es que DIOS MÍO! POR QUÉ SE TIENE QUE VER TAN BIEN?! Podría jurar que pasaría HORAS contando las pecas en su espalda y su piel pálida hacía que se viera aún mejor... habría hecho eso con propósito? Porque OBVIAMENTE el sabe que feo no está, bueno ya.
Salí de mi cuarto y me dirigí al de visitas, se me había olvidado darle un cepillo de dientes.
–Hey.– dije asomándome por el marco de la puerta.
–Hey, que pasó?– preguntó desde la cama mientras veía su celular.
–Pues se me había olvidado darte un cepillo.– dije aventando el cepillo suavemente para que lo atrapará.
–Gracias.– dijo sonriendo.
–De nada, ya sabes dónde está el baño, la cocina...si necesitas cualquier cosa solo dime.– dije sonriendo.
–Te vez bonita con tu pijama.– dijo Kit viéndome de arriba a abajo con una sonrisa.
–Gracias, aunque no creo que sea adecuado llamarlo pijama.– dije riendo intentando ocultar mi sonrojo.
–Aaaww un tomatito.– dijo riéndose.
–Ash, ya me voy.– dije riendo mientras daba una vuelta exagerada.
–¡Buenas noches!– gritó Kit desde la cama mientras estaba cerrando la puerta.
–¡Buenas noches!– grité de la misma manera mientras sonreía.
Cuando ya estaba en mi cuarto acostada en la cama me tarde unos minutos antes de quedarme dormida. Mi alarma sonó a las nueve de la mañana y me tuve que levantar no sabía si Kit ya se había despertado pero por cualquier cosa no abrí la puerta ni nada.
Me metí a bañar sintiendo el agua relajar mi cuerpo por completo, empecé con mi cabello y después llene de jabón mi cuerpo. Mi ducha no duró más de quince minutos, al salir me puse una toalla alrededor de mi cuerpo y otra en mi pelo para que se fuera escurriendo.
–Buenos días.– escuché desde la sala de estar.
–Hola.– dije sonriendo después de haber logrado sacarme de mis pensamientos, al ver a Kit, seguía con la pijama que le quedaba un poco grande, su pelo estaba todo revuelto y se notaba que apenas se había levantado, tenía cara de sueño.
–¿Te desperté?– pregunté preocupada.
–Nop, siempre me levanto a las 9:20.– dijo sonriendo.
–Ok, si quieres bañarte hay toallas en el baño, si no pues... ahí está la televisión.– dije riendo mientras señalaba la TV.
–Por muy tentador que suene no bañarme, necesito despertar bien.– dijo pasando una mano por su pelo.
–Oh claro, si no, no puedes pensar bien.– dije burlándome.
–Siempre tan cariñosa.– dijo entrecerrando los ojos.
Ya me había cambiado y estaba en mi cuarto peinando mi cabello en una trenza, pero el sonido de mi teléfono interrumpió gorgeous de Taylor Swift, me acerque a ver quién era la persona que me llamaba. Al ver el contacto se me cayó el cepillo, Charles, mi "novio" que no me habla desde hace cinco meses.
–Hola.– dije cuando contesté.
–Hola, amor.– se podía escuchar del otro lado de la línea su voz contenta.
–¿Amor?– pregunté soltando una risa sarcástica.
–¿Si?– preguntó Charles confundido.
–No he sabido nada de ti en CINCO meses y ni hablemos de vernos que en eso se va otro mes más.– dije sintiendo el enojo acumularse, en mi mente habíamos terminado desde el segundo mes en el que no me contestaba y ahora me llamaba, cuando al fin alguien me trataba bien.
–Hey, August, estaba pensando que podíamos pedir algo para desayunar, qué opinas?– preguntó Kit asomándose por el marco de la puerta mientras sonreía.
–¿Quién es el?– escuché del otro lado de la línea.
Mierda
–Amm...si está bien.– dije sonriéndole a Kit que se había preocupado al ver mi cara.
–¿Estás bien?– artículo mientras se acercaba a mi preocupado.
Asentí para no preocuparlo más y le pedí que se fuera para poder terminar mi llamada y ahí lo alcanzaba, aún podía escuchar a Charles gritando.
Y para empeorar las cosas ahora tendría que ser lo mismo de antes con Kit, me sentía como en gorgeous, y vaya que no es nada divertido ni cool como el ritmo de la canción...
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Cómo Una Canción De Taylor Swift || Kit Connor
FanfictionSer una periodista siempre le había gustado a Augustine pero nunca le había gustado tanto como la vez que conoció a ese rubio rojizo con pecas... Kit Connor, una de las nuevas sensaciones adolescentes. Y por más que ella lo negara cayó profundamente...