Fui inmensamente feliz al oír el chirriante sonido del timbre que anunciaba el fin de un día más de clases. El fin del lunes escolar. Para ser más exacta, el fin del extraño comportamiento bipolar sin sentido de Kate.
Al menos hasta mañana.
Todo el día había sido una tortura. En cuanto el auto de Nathan dio la primera rodada dentro del estacionamiento de la escuela, fue como si Kate nos hubiera sentido, o más bien a Nathan, porque apenas apagó el motor, se apareció en la ventana del lado de él con su pose de fulana de cuarta. Tocó con sus nudillos para que Nathan bajara el vidrio y en cuanto lo hizo, lo saludó con un efusivo:
-Hola Nat.
Y yo con cara de: sólo yo tengo derecho de llamarlo así bitch.
Luego metió parte de su cuerpo por la ventana para darle un beso -que se me hizo eterno- en la mejilla a Nathan.
Aleja tus prostitutos labios de MI novio perra.
Okay, no sé de donde salió eso. Supongo que fue consecuencia del terrible ataque de celos que me dio en el momento que puso sus asquerosos labios con excesivo brillo labial de color rojo puta sobre la mejilla de Nathan. Un calor recorrió todo mi cuerpo cargándome de ira y rabia. Tuve unas inmensas ganas de abalanzarme sobre ella y arrancarle cabello por cabello hasta que no quedara nada de su abundante y lacia melena rubia. Solamente porque tenía puesto el cinturón de seguridad no lo hice, porque ganas no me faltaron.
Te juro que nunca me había sentido tan enojada, ni siquiera cuando hizo que casi me rompiera un brazo y culpó a Alli, aunque le agradezco un poco porque gracias a eso conocí a mi mejor amiga... pero bueno, ese no es el punto. El punto es que en esa ocasión estaba furiosa, porque vamos, ¿a quién no le enojaría que le rompan un hueso a propósito? Estoy divagando terriblemente. Volviendo al tema, estaba mil ocho mil veces más furiosa con la... de Kate por besar la mejilla de MI novio, pero lo que más me enfureció fue que -el idiota de- Nathan no se hubiera alejado.
Acaso, ¿acabo de llamar a Nathan idiota?
Parecía que Kate le quería dejar un chupetón en su mejilla más que sólo un beso porque no fue hasta que sintió mi mirada -que si fuera parte de un videojuego mataría como rayo láser- que se alejó de él y miró en mi dirección, frunció el ceño complemente sorprendida de verme ahí.
-Diann...- dijo casi en un susurro abriendo la boca sin poderlo creer.
Decir que estaba sorprendida de verme es poco. Estaba completamente anonadada. Obviamente no esperaba verme ahí por eso me dijo mi nombre sin ningún tono de burla.
-Kate- la saludé intentando con todas mis fuerzas que mi voz sonara normal para que no se diera cuenta de que estaba furiosa.
Logró recobrar la compostura de fulana de cuarta y me enseñó todos sus perfectos y brillantes dientes blancos -obviamente artificiales- en una sonrisa.
-Veo que volvieron- dijo intentando ser casual.
Apreté la mandíbula y me obligué a sonreír también.
-Nunca terminamos, solo necesitábamos tiempo para aclarar unas cosas.
Formó una perfecta O con sus labios.
-Me alegro tanto que ya lo hayan arreglado- si hubiera tenido un detector de mentiras, estoy segura de que habría explotado -merecen estar juntos, hacen una hermosa pareja- puso una mano sobre su pecho fingiendo sinceridad que ni un ciego -sin ofender- podría creer.
-Lo sé- alardeé sonriendo más.
-Bueno, los veo en clases chicos- se enderezó-. En verdad muchas felicidades- se despidió con un ademán y salió de nuestra vista con su típico caminar de bailarina exótica en medio de una presentación.
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Love On Wheels: Amor en Ruedas
Teen Fiction¿Has visto esas películas donde la chica inteligente, menos popular, casi invisible se enamora del chico más guapo y terminan siendo la pareja del año? Supongo que sí, todos las hemos visto. Bueno, pues ese no es mi caso. Yo no era invisible, a dec...