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"Like An Untamed Beast" / Newt Scamander / Animales Fantásticos Saga

Título

"Como una bestia indomable"

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Me veo ensimismado, súbitamente, por vuestra timidez y conocimiento. Si bien poco me he atrevido a dirigirle la palabra últimamente, no es por más que por el desenfrenado latir provoca vuestro corazón en el mío, que, por cierto, he de admitir que os pertenece. Vuestros bellos ojos, que pocas veces me observan porque si más veces lo hacen no resisto la emoción, resplandecientes de tibia fascinación se han vuelto, en bien guardado secreto, la mía propia. Por todo aquello y mucho más, de lo que me disculpo, pues no he de encontrar las palabras para describir con claridad el deleite que vuestra presencia me obsequia, me encuentro a mí mismo como un ser egoísta y celoso; no deseo que aquellos destellantes luceros observen a nadie más que a mí, y si baila con alguien, deseo que ese afortunado sea sólo yo ¡Incluso si una mano haz de rozar, ruego a los dioses que sea esa mi mano! Y así, dorso con dorso, nuestras pieles formarían el dulce beso con que no me atrevo a profanar vuestros labios. Y temo el estado en que usted, con dulce inocencia y elegante ignorancia, me ha atraído, pues pocas veces son las que ha salido tal faceta de mi ser de la oscuridad, lo que me convierte en un hombre con el apetito de amor abierto; una bestia indomable que busca encontrar a quien lo entienda y lo amanse. Y le pregunto, entonces, ¿podría usted, aunque sea, intentarlo? Pues yo, humilde hombre que me considero, me veo entorpecido a su alrededor y arrodillado a sus pies si usted me sonríe.

El de atractiva labia se arrodilló con rápida hermosura, sujetando la mano temblorosa del contrario para acariciar su palma casi con temor, aguardando en silencio mientras sus ojos resplandecían débilmente en esperanza.

Y Newt se desmayó.

(...)

Newt solía parecer nervioso gran parte del tiempo; sus ojos inquietos e incapaces de fijarse en los rostros ajenos, la cabeza levemente inclinada hacia abajo casi con temor y el frotar de sus labios le hacían ver como alguien que nunca había sido, siquiera, mirado. Sin embargo, últimamente Jacob lo notaba... peor. Sus pequeños tics de rascar su nuca y acomodar abrigo se habían vuelto más persistentes, mientras que sus manos lucían torpes a la hora de tratar con las bestias que acogía. Y eso alarmaba al muggle en sobremanera, quien no poseía ningún tipo de magia como la de su esposa para saber que era lo que le sucedía a su tan preciado amigo.

Oh... pero Queenie sí que sospechaba lo que ocurría con su amigo, y, junto a Tina, intentaban que Newt les comentara a ambas sus complicaciones con su nuevo ayudante: un apuesto joven que, en sus tiempos, asistió a Hogwarts como alumno de Ravenclaw, forjando una breve amistad con el joven Scamander antes de que este fuera expulsado y quien ahora, con porte elegante y rostro varonil, se había unido por petición de Albus Dumbledore a su "equipo", haciendo caer, de paso, al inocente Newt en sus redes.

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-Oh, Newt, ¡querido!-La cantarina exclamación de Queenie hizo casi temblar al hombre, quien se volteó lentamente hasta acabar observando a las hermanas que, con sonrisas de falsa inocencia, sostenían una taza cada una con humeante chocolate caliente-... Jacob y Adair han ido a hacer unas compras que mi esposo necesita para hornear, tomará un tiempo la cena, ¿por qué no te sientas con nosotras a pasar el frío unos minutos?

Newt miró a Tina con las esperanzas de que esta lo librara de la situación, porque si había algo que Newt no sabía hacer, era negar una invitación, sin embargo, la contraria sólo le sonrió con todos los dientes.