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"Aisuru" / Gundham Tanaka / Danganronpa

Pedido por Mikayuu120 (Gracias por tu paciencia QnQ [Espero te guste])

Nota: Nunca en mi vida escuché hablar de Danganronpa, así que investigué un poco. Al final, como el pedido es algo Fluff, decidí hacerlo de manera desligada a la trama original.

Título:

"Amor"

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Gundham Tanaka se calificaba a si mismo como un tipo alejado totalmente del sentimentalismo romántico, sintiéndose demasiado sumido en su propio mundo como para buscar en algún lado a alguien a quien amar. Pero obviamente no esperaba que en ese pequeño mundo que reconocía como propio hubiera un invasor dispuesto a alterarle su paz.

Mizu era, sin duda alguna, una masita recargada de amor que tendía a descargar todo su afecto en su perro Aisuru; esto debido a la falta de alguien a quien querer en su vida. Su día a día se basaba principalmente en alimentar a su fiel cuadrúpedo con todo tipo de cosas (siempre racionándolo de manera que no engordara) y luego jugar con él, dejando de lado cualquier otro tipo de actividad que pudiera llevar su futuro a algún lado.

Sabiendo aquello de ambos personajes, podrías comenzar a visualizar levemente la catástrofe que fue el momento en que se conocieron; justo cuando Mizu daba de comer una pequeña porción de hamburguesa a Aisuru mientras Tanaka iba pasando junto a ellos.

-Aaaaaiiiisuuuruuuuu~...-Se hacía notar con voz melosa el pequeño chico que, danzarín y alegre, se acercaba al canino recostado en el suelo- Mira lo que te conseguí, mi bebito~

Se arrodilló frente al, desde su punto de vista, gigante canino y le tendió el envoltorio que sostenía entre sus pequeñas manos, permitiéndole al can que olfateara y lamiera todo.

-Te lo daré, pero debes comer despacio. La última vez te atoraste por comer muy rápido y entre en pánico-Lloriqueó mientras dejaba ver la hamburguesa que había dejado a medio comer.

Aisuru dio un pequeño ladrido como un intento de respuesta (en base a la interpretación del peligris) y se acercó un poco para comenzar a mordisquear la comida que se le estaba obsequiando.

-¡¡Tú!! ¡¡Patético ser humano!!-Se hizo oír una desconocida voz sus espaldas.

El chillido de Mizu se hizo oír por todo el lugar. Soltó la exquisita comida que sostenía y se ocultó tras el lomo del can, que continuó comiendo como si nada sucediera a su alrededor.

-¡¡¿Cómo te atreves a alimentar a tan elegante criatura con esa basura?!!

Mizu se había transformado súbitamente en una jalea sin estabilidad, incapaz totalmente de confrontar al titán que se encontraba en aquel instante intentando arrebatar el almuerzo de Aisuru.

-¡No eres merecedor de ser acompañado por semejante criatura! ¡Me lo llevaré!

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Okey, Mizu podía medir orgulloso metro cincuenta y ser totalmente consciente de que el gigante frente a él podía desarmarlo con sólo soplarlo, pero nadie tocaba a su Aisuru. No a su pequeño bebé.

-¡Quieto ahí, titán colosal!-Chilló con indignación, regresando al frente del perro para alejar las manos ajenas de su pelaje-. ¡A mi bebito no me lo tocas! ¡Mucho menos después de revelar que planeas llevártelo!-Sintió sus ojos picar, pero se los frotó con delicadeza y se armó de valor para alzar la cabeza (casi noventa grados) y encontrar sus ojos zafiros con los contrarios.