"Ensoñación Excesiva" / Serie Del Campamento Mestizo

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Pedido Por Privado [Realmente aprecio la paciencia que me tuviste, muchísimas gracias por enterarte de mis problemas sin oposición (necesitaba hablarlo con alguien QnQ)]

Ensoñación excesiva: Condición de la mente humana, en la que la imaginación de la persona interfiere con el trabajo y la interacción real debido a su actividad excesiva.

Nota: Mejor tarde que nunca... PRIMERA PUBLICACIÓN DE 2022 wiiiiiiii

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Estefan había dejado atrás la reunión que finalizaba escaleras abajo, donde su madre despedía al resto de la familia tras haberse reunido a celebrarlo por su décimo sexto cumpleaños, y se había recostado sobre su cama para descansar de todo. Su habitación habría estado a oscuras de no haber sido por el llamativo brillar que la luna tenía y que iluminaba las paredes, haciendo destellar, a su vez, las letras que había en el lomo del libro que acababa de leer "La Sangre Del Olimpo".

Y llegó el momento en que sus párpados le pesaron y cayó dormido con un suspiro. Y comenzó a soñar.

Estaba de pie sobre la oscuridad; sus pasos resonaban con estremecedor eco y sus ojos se agotaban por el esfuerzo que significaba intentar extender su visión en donde no se podía. Notó que le faltaba el habla a la vez que su rostro era golpeado por una brisa que cada segundo incrementaba, revolviendo su pelo y molestándole en sus ojos. Entonces notó, con esfuerzo, un destello creciente que se aproximaba por su frente y logró evitarlo por poco, lanzándose a un lado con tan poca habilidad que no logró levantarse al instante.

Observó con confusión e inquietud aquello que, desde su punto de vista, tenía la intención de atravesarlo; un hilo plateado surcaba de un horizonte a otros, parpadeando a instantes antes de recobrar fuerzas. Iluminaba un poco la oscuridad asfixiante y desprendía un peculiar olor a bosque, aquel que era similar a un conjunto de pinos y eucaliptos.

Un silbar, como al cortar el aire, se hizo oír a sus espaldas, por lo que se volteó, observando nuevamente un destello en la lejanía, que se acercaba con mayor brusquedad que el anterior. Y esa vez no se movió, aguardando a ver que sucedía.

Cerró los ojos cuando notó el silbido más cerca y se preparó para lo que venía. Sintió un suave impacto en el centro de su pecho y comenzó a caer de espaldas, incapaz de hacer algo para evitarlo. Oyó algo similar a un grito y, sin acabar de estar seguro sobre si era una exclamación suya o de alguien más, despertó, con el amanecer comenzando a hacerse presente del otro lado de su ventana.

(...)

Tiempo había pasado y Estefan lo notaba más que antes. Lo notaba, pero no porque su cabello ahora caía por sus hombros hasta la altura de sus omoplatos, o porque había crecido unos centímetros; aquello que lo hacía notarlo eran esos peculiares sueños que había continuado teniendo desde la noche de su decimo sexto cumpleaños.

Lo que había iniciado con un hilo de plata y otro que lo había despertado, había acabo con centenares de hebras surcando lo que, a duras penas, logró identificar como su propia mente. Había distintos olores y sonidos ahí, y muchos, muchos hilos. Había instantes en que, al inclinarse sobre algunos de estos, notaba en su núcleo un suave tono dorado que parecía fluir, mientras que otros, menos brillantes, pero igual de fuertes, tenían un núcleo con la tonalidad de su sangre, cosa que a momentos le perturbaba.

También había comenzado a percibir el paso del tiempo debido a su prima o, mejor expresado, debido a la relación que llevaba con ella; aquella muchacha con la que podía pasar horas conversando sin cansarse y quien lo había introducido a los mundos de la lectura y, por sobre todo, a las obras de Rick Riordan, parecía haber desaparecido. Esos momentos en que se permitía disfrutar de su Ensoñación excesiva junto a ella, recreando los momentos de los libros e incluso añadiéndose a ellos habían acabado tras aquella tarde que aún le dolía.

OS Male! Reader / PedidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora