Aemond I

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Es el frío el que se está apoderando de las ciudades.

Los cimientos los pone la indiferencia,

Así como tratar de cambiar a alguien

Super Besse - Holod (Traducción aproximada propia)

Aemond no puede entender bien cómo funciona la atracción dentro de su familia. La mayoría del tiempo cree que el amor es profundo y tormentoso como las costas de Valyria, en otras ocasiones se plantea que solo una combinación fatal de deseo y deber puede mantener atado todo eso.

Hace años, siglos, los Targaryen habían sido una de las grandes familias del mundo, poderosos y bellos, por encima de todos: primero siendo parte de un imperio que arrasó con las civilizaciones más antiguas y luego como los reyes de todo un continente. Poniente sigue siendo un lugar importante, aunque ellos no tanto. Avenidos en simples comerciantes y luego en industriales, las cosas les han salido más o menos bien.

Aemond lo constata dejando que su pie golpee el suelo pulido de su habitación, dónde la piedra negra y gris atestigua siglos de historia y tradición. Vive en un castillo, en una colina, en un sector exclusivo.

Todo está bien, excepto por la parte del incesto; era un problema en la época clásica, y sigue siendo un problema ahora. La constitución de Poniente, que debe estudiar para su examen, se lo recuerda, cuando en su parágrafo 2, del artículo 40, sobre la familia y la consanguinidad, queda prohibido bajo pena de cárcel y escarnio público.

Una medida justificada por los maestros y los políticos. Retoricas compilada en un par de ensayos que tiene pendiente por leer. Se arrepiente un poco de escoger este como su tema de presentación final.

Cuando su medio hermana mayor, Rhaenyra, había decidido casarse con su primo Laenor, todos habían puesto el grito en el cielo. Era el inicio de un nuevo siglo, las costumbres más conservadoras se peleaban con las más transgresoras y novedosas. La guerra civil aún atormentaba las mentes de los más viejos, así como los rencores contra todo lo que representaba la corona. Pero había resultado siendo solo una cuestión de apariencias.

Con Laenor las cosas resultaron siendo entendibles: una época menos comprensiva, el hijo de un importante empresario y sospechas cada vez más crecientes de que solo le gustaban los hombres, los había obligado a ser inventivos. Aemond sabe que su media hermana y su primo eran mejores amigos, así que ésta no dudó en hacer todo un escándalo para tapar las habladurías y casarse en medio de vítores y gritos por igual. De esa unión habían nacido tres niños, ninguno semejante al padre. Ante la declaración formal de Laenor de su preferencia por los hombres, solo diez años después, no fue de extrañar que su ahora exesposa sacará a la luz a Harwin Strong, su amante y escolta.

Hubo un juicio, había visto los papeles en el escritorio de su padre, en Rocadragón. La mitad de los alegatos hablaban de inmoralidad y chantaje, una multa por el matrimonio y una serie de exámenes y chequeos a los niños cuando nacieron. La opinión pública prefería una familia incestuosa que a un hombre que amaba a otros hombres.

El hecho de que, al final, el padre de los niños fuese alguien de fuera de la familia, puso a la prensa del lado de Laenor y Rhaenyra. Hablando de cómo la presión familiar los había orillado a fingir toda una vida de compromiso. La realidad es que Laenor necesitaba salir del ojo público y Rhaenyra quería huir de su padre luego del compromiso con su mejor amiga. Aemond sabe de algunos historiadores que han usado este hecho para justificar otros matrimonios del pasado, algunos bastante cuestionables si le preguntan y decir que todos se ha tratado siempre del poder y las apariencias.

IntimidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora