Intimidad

Aemond VIII

Era divertido.
Luego dejaron de hablar.
Simultáneamente.

Fue como si todo el universo
se quedara en silencio.
Afuera, el verano se convirtió en invierno
en un abrir y cerrar de ojos.

аффинаж - не танцуй

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Contacto: Luke
Tío, ¿es verdad que no volverás al colegio?, ¿aún te despedirás de mí, verdad? ¿Estarás para tu graduación?

¿Te vas a ir?

Cuando abandona su casa, para no volver, su madre le mira de frente y sin misericordia.

—¿Me estás abandonando? ¿También tú? —es una acusación rancia, cargada de toda la frustración que ha llevado Alicent encima, los tres meses que han pasado desde que Helaena destapó todo el asunto.

Las cosas serían más sencillas si Aemond no se hubiese encerrado en su habitación para trabajar durante todo ese tiempo, concentrado en terminar su último año y huir. Sus profesores no vieron razón para obligarlo a quedarse en las instalaciones después de su puntuación en la prueba nacional, en la que, como todos esperaban, su puntuación fue una de las mejores; el puesto número 15 de todos los jóvenes que tomaron el examen. Su beca en Naath fue extendida a un curso pre-universitario que aceptó sin siquiera preguntar cuánto le costaría trasladarse antes.

De todas sus preocupaciones, Viserys fue la primera en hacerse a un lado. Su padre no preguntó absolutamente nada cuando le comunicó sus deseos de viajar a miles de kilómetros de distancia para estudiar. Más bien pareció aliviado.

—Siempre has sido el más sensato de todos —dijo el hombre, inclinado sobre su escritorio—. A tu madre no le gustará, pero te enviaré el dinero que te haga falta.

—Solo necesitaré lo básico —su intención siempre fue distanciarse, cortar los lazos que le habían orillado a pensar tan mal de sí mismo y de otros.

—No, eso sería horrible de mi parte —tal vez la culpa reptaba por la espalda de su padre en ese momento—. No te he dado nunca nada para sentirte feliz, al menos debería apoyarte con esto.

Aemond quiso decirle que esa infancia en Rocadragón fue más de lo que merecía toda su infeliz familia, pero se lo cayó, igual que calla casi a cualquier cosa estos días, incluido el reclamo de su madre. Alicent Hightower, quien envió una serie de septas tras Helaena para hacerla sentir culpable, quien se peleó con su propio padre cuando Otto defendió a Helaena de las ideas de su hija.

—Madre, tengo que hacer una vida —es lo único que dice antes de cruzar la puerta.

Antes de abandonar el país, pone una carta en el correo para Lucerys. No es tan odioso como todos creen que es.

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Contacto: Luke
Aemond. Ayudé a Helaena a mudarse, está bien. Mi abuela está entusiasmada con todo esto. ¿Está bien Naath? ¿No te ha mordido ninguna mariposa mortal? ¿Cómo te va con el calor?

Los primeros meses son... aburridos. Naath es un lugar pequeño, lleno de turistas que vienen a disfrutar de sus playas o a enfrentarse a los retos que la naturaleza ofrece, los programas de intercambio son populares, pero en su mayoría se trata de estudiantes hartos de la monotonía de las ciudades que quieren pasar unos años de fiesta perpetua para compensar alguna de las carencias afectivas de su familia. O eso es lo que deduce Aemond, quien realmente se enfoca en sacar buenas calificaciones y comprender lo que estudia.