Tío YoonGi. [YOONMIN]

🌹 Capitulo once 🌹

   
    

Martes, 21 Mayo 2019.

-- Entonces, ¿Ya no están enojados mamá y tu hyung?, todavía no comprendo porque estaban molestos...

-- Ya estamos bien, y es un tema del cual tengas que enterarte, tu preocúpate por lo tuyo pequeño.

-- Esta bien. - El menor asintio. -- ¿Y que te ha parecido SeokJin Hyung?, Es lindo, ¿Cierto?

Ese día, YoonGi por fin había conocido al otro amigo de su pequeño, del cual hablaba mucho últimamente, obviamente sin dejar atrás a su otro amigo, TaeHyung. El adolescente de dieciséis si que era lindo, pero no lo consideraba nada del otro mundo, nada como su pequeño bebe.

-- Si, es pasable. - Comentó, dejando de beber del agua que estaba tomando en la cocina, para acercarse a JiMin, quien le veia desde cerca de la encimera. -- Pero no tan bonito como tu, así que no me sorprende.

Los mofletes tiernos de su menor se encendieron en un tierno carmesí, haciéndole ver más adorable de lo que era, y el no pudo evitar sonreír con demasiado cariño y amor, y llevar su mano hasta una de sus mejillas, acariciandola y descubriendo nuevamente aquella suave y tersa piel que solo JiMin poseía, era tan hermoso, tan irreal, era su pequeño ángel, su pequeña obra divina creada por el ser más supremo de la tierra.

-- Eres un tonto hyung...

-- ¿Ahora es malo decirte que eres el ser más perfecto ante mis ojos?

Entonces JiMin bajo la mirada, apenado. Había sido difícil acostumbrarse a esa faceta de JiMin, antes el pequeño se llenaba de ego cuando lo halagaban, pero hace semanas anteriores había cambiado a una actitud más cohibida, más tímida. Sin embargo, eso no quería decir que le desagradara, de hecho le encantaba ver aquellos mofletes colorados.

Aunque el siempre le encantaba todo lo que viniera de Park JiMin, alias el amor de su vida.

-- P-pero...

-- ¿Pero?

Su atención se puso en la mano con la que aún acariciaba su mejilla, y suavemente la comenzó a mover, llevándola un poco hacia el cuello y casi tembló por conocer aquel lugar, porque apenas que lo rozo, escucho suspirar tembloroso a JiMin, sabía que estaba mal, que esa caricia ya no era para nada que un tío, o mínimo un "amigo" le haría a su contrario, pero cada vez su mente se nublaba más, quería consentir más a su bebé, cuidarlo más, tocarlo más.

-- E-Eres un tonto...

-- ¿Sigues con lo mismo?

Detuvo sus movimientos en el cuello, y retiro su mano cuando creyó que ya había sobrepasado demasiado los límites y entonces se enfoco en el rostro de su pequeño, nunca espero encontrar sus pequeños ojos cristalizados y su labio inferior mordido, ¿que estaba pasando con su pequeño chico?, ¿que lo tenía tan agobiado?, necesitaba saberlo, necesitaba conocer su sufrir para hacer lo necesario para levantarlo, aunque moviera el mundo para ello.