Proyecto Arcoiris (Parte 2 de La Entrevista)

14. La verdad

Lou estaba perdiendo los papeles según pasaban las semanas. Sentía que cargaba en su espalda un gran peso, mezclado de culpa y tristeza. Se sentía solo y sin apoyo, a pesar de que tenía a Mike de su lado, pero él no era Harry, nadie podía estar a la altura de su solecito. Él era el que acompañaba al castaño en sus peores momentos.

¿Qué le quedaba ahora? Llorarle a una lápida con el nombre de su amado en ella. Era aún muy joven. Le quedaba mucho por conocer, por experimentar, mucho amor por dar. Se lo arrebataron, le arrebataron la vida a un ser que solo daba bienestar al mundo.

— A este puto mundo le hacen falta más Harrys.

El ojiazul no se iba a quedar callado. El hecho de que Chelsea, su excuñada, haya perjudicado la investigación de la muerte de su hermano, era repugnante.
Se presentó en la casa de ella. Lo que no sabía, es que aquella acción desencadenaría algo más...

Tocó la puerta. Vino solo. No quiso involucrar a Mike. No había por qué.
La ojiverde abrió la puerta y vio a un castaño muy enfadado.

— ¿Qué pasa, Lucho?
— En tu puta vida me vuelvas a llamar así.

Chelsea dejó pasar a su excuñado algo extrañada. Le miró cerrando la puerta.

— No entiendo a qué viene esto.
— Oh, ¡claro que lo sabes!
— Louis, cálmate.
— Como se puede ser tan traidora... con tu propio hermano.
— ¿Qué?
— ¡No te hagas la loca! ¡Le contaste que tenía el micrófono a Ellie!

La chica se quedó callada, apretando los puños. El ojiazul respiraba fuerte del enfado.

— Debía saberlo.
— ¿Ella? ¡¿Para qué?!
— ¡Porque no quiero que hagas justicia! ¡Harry se suicidó! Y punto.
— Estás actuando como todos. No querer ver la verdad.
— ¡Él quiso acabar con su vida! ¡Y tú, por no culparte, buscas a un culpable que no existe!

¿Cómo podía decir todo aquello después de todo lo que sabía? No conocía a su propio hermano, lo estaba demostrando.
Aquellas palabras fueron suficientes para que Lou explotara.

— ¡A tu hermano lo asesinaron! ¡Y si le has dado una puta prueba a Ellie, eres cómplice de todo!
— ¿L-lo...a-asesinaron...?

Una voz proveniente de las escaleras fue la que dijo eso. Danna, la madre de Harry, bajaba lentamente mirándoles. Había venido de visita a ver a su hija. Su compañía le venía bien, estar cerca de la familia. Posó una de sus manos sobre su pecho. El ojiazul miró a aquella mujer muerta en vida. Aquello empeoraba las cosas.

— ¿S-señora Styles...?

La señora perdió el equilibrio, pero el cantante pudo sostenerla rápidamente antes de que se golpeara con algo. Se había desmayado.

— ¡Mamá! — se acercó corriendo. — ¿Mamá?
— Ayúdame a llevarla al sofá.
— ¡Por tu culpa se desmayó!
— ¡Cierra la boca un segundo y ayúdame a acostarla!

Y así hicieron. La tumbaron con cuidado en el sofá. El ojiazul fue a por un paño húmedo para poner sobre la cabeza de su exsuegra. Se acercó a ella y lo colocó sobre su frente. Minutos después, la señora despertó lentamente.

— Mamá...¿cómo te encuentras?
— ¿Q-qué ha pasado?
— Se ha desmayado, señora Styles.
— Cállate, Louis. Tú le provocaste esto.

El castaño rascó su nuca soltando un resoplido. Danna se sentó con cuidado.

— L-lou...dijiste que...a m-mi niño...
— Así es.
— ¿P-por qué no me lo dijiste antes?
— No quería hacerle más daño. Bastante dolor sentía con la pérdida...
— ¿Y tú, Chelsea? ¿Por qué Lou dice que tú eres cómplice?
— ¡Está paranoico, mamá!
— ¡No, Chelsea! — miró a su exyerno. — Cuéntame todo, cielo. Por favor.

El ojiazul asintió y comenzó a contarle todo el tema de la investigación. Le explicó la importancia de la prueba que habían perdido por culpa de su hija.
Cuando terminó de contar, la mujer estaba muy sorprendida. Por una parte, se quedó aliviada con saber que su hijo no quería morir, si no que alguien le había quitado a su hijo. Ella sintió lo mismo que Lou. Quería hacer justicia por él, por su niño.

— Te agradezco que me lo hayas contado, cariño. Sabes que siempre serás de la familia. — lo abrazó con fuerza. Después del abrazo, miró a su hija, decepcionada. — y tú...¿cómo has podido hacer esto...? Tu hermano ha sido asesinado...y tú le das la prueba al enemigo...dios mío...
— Mamá, yo...
— No quiero escucharte ahora. Me voy. No fue buena idea venir. Vámonos, Lou.

Y ambos se fueron de la casa de Chelsea.
El castaño invitó a la mujer a su casa, que aceptó encantada. Se subieron al coche y comenzó a conducir.

— ¿Te acuerdas cuando fuimos juntos de viaje los tres...?
— Como si fuera ayer...

***************************************

— ¿Tenéis todo? ¿Cartera?
— Mamá
— ¿Maletas?
— Mamá
— ¿Cepillo de dientes?
— ¡Mamá!
— ¿Si?
— La que no lo tiene listo eres tú.

El castaño soltó una carcajada. La maleta de ambos chicos estaba lista, mientras que la de la mujer seguía a la mitad.

— ¡Pero qué cabeza! Me pongo a recordaros que la tengáis lista y se me olvida a mi.
— Date prisa. Tenemos el avión de las seis.

Danna comenzó a ir de un lugar a otro rápido para preparar todo. El ojiverde tomó las manos de su novio.

— Me emociona tanto irme con mis personas favoritas de viaje.
— Y a mi, solecito. La vamos a pasar muy bien.
— Con mi madre no te aburres nunca.
— ¡Eso es cierto! Verla ahora así tan apurada me hace mucha gracia.

El menor soltó una dulce risa y besó los labios del mayor.

— ¿Sabes que dice de ti siempre? Qué espera que me pidas matrimonio algún día.
— Pues dile que tal vez no falte mucho para eso.

Al rizado se le iluminaron los ojos, sonriendo tanto que se le notaron rápidamente los hoyuelos.
El ojiazul rió acariciando las suaves mejillas del contrario.

— No debí haber dicho eso. Ahora, si lo hago, ya no sería tan sorpresa.
— Puedes pedirme que finja estar sorprendido.
— ¡Eso es ridículo! No te diré si falta mucho o poco.
— Ya lo dijiste antes.
— ¡Pues ahora anulo lo que dije! No falta ni mucho, ni poco.

La señora Styles apareció con la maleta lista seguido de un ‘¡Listo!’. Ambos chicos la miraron y sonrieron.

— ¡Vámonos!

***************************************

— Fue un viaje muy bonito...
— Si que lo fue, Lou.
— ¿Sabe? La noche que... encontré a Harry, yo...le iba a pedir matrimonio...

El ojiazul paró en un semáforo. Miró a su exsuegra, que sonrió con tristeza. Apareció una lágrima cuando le enseñó el anillo de compromiso. Lo guardaba siempre en su bolsillo.

— D-dios...me hubiera gustado tanto veros casados...adoptar niños...
— A mí también me hubiera gustado...

El chico tomó la mano de la mujer, acariciándola cuidadosamente. Siguió conduciendo.

— Eres un buen hombre, Lou. El siguiente con el que estés, tendrá mucha suerte...
— No creo salir con nadie en mucho tiempo. Su hijo tiene un lugar en mi corazón, que nadie más tendrá...

Dije que subiría más capítulos este finde, pero no pude por algunas tareas. Una disculpa. No quería irme a dormir sin dejaros otro capítulo, así que, aquí lo tenéis.
Os quiero, bonito día :D