¿Fue un accidente? ¿Fue intencionado? ¿Quién está detrás del proyecto arcoiris? Avanza por el lado oculto de la industria, adentrándote en los secretos de aquellos que no quieren que salga a la luz...
El castaño se encontraba en el estudio. Bebía café mientras escribía algunas cosas. El moreno apareció por la puerta, observando a su amigo.
— Lou, no hace falta que trabajes estas semanas, no pasa nada. — Tranquilo, yo quiero seguir con mi música. Sé que mi solecito querría eso.
Ahora, el ojiazul había firmado por otra discográfica, que le permitía ser libre, ser él mismo. Todo se sentía diferente ahora, mucho más calmado. Eso generaba buen ambiente. Apenas seguía de gira, que se retomaba en un par de meses.
— En ese caso, me gustaría escuchar que tienes en mente. — Pues, estaba escribiendo sobre mi evolución como cantante, metáforas de cómo se siente el cambio de discográfica, ya sabes... — Estoy seguro de que saldrá algo muy bonito de ahí — señaló la libreta.
El cantante sonrió. Sin duda, Mike era un gran amigo y apoyo. Era el mejor manager que había tenido.
— Gracias, Mike, y...¿aquella cosa que hablamos? Lo de aquel amigo que trabajaba en... — Oh, si, estoy esperando que me responda.
El mayor asintió y golpeó ligeramente el lápiz contra su mentón, pensativo. Siguió escribiendo, hasta que su cabeza, le pidió algo personal. Comenzó a revisar su galería, llena de recuerdos, que le hicieron sumergirse en un pozo, hasta que llegó a una foto. Una foto, que le hizo detener su revisión.
Aquí os dejo la foto <3:
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— ¿Me veo bien así?
El castaño se acomodaba el jersey cuando escuchó a su novio desde el otro lado de la habitación. Le observó unos segundos y sonrió. Su niño rizado, vestía una camisa blanca con una chaqueta negra, junto con unos pantalones oscuros.
— ¿Bromeas? Estás increíble. — ¿Seguro? No quiero parecer demasiado elegante. — No, no, amor, amor, ven aquí — el menor se acercó, el ojiazul acomodó su camisa — si tú te sientes cómodo así, así irás, ¿si?
El rizado asintió y depositó un dulce beso en la mejilla del contrario. Tenían una cena con amigos. Hacía una semana de que confesaron que tenían una relación, por lo que podían visitar lugares públicos sin tener problemas.
Todo eran risas en la cena, todo era bienestar, un buen tiempo con amigos les sentaba muy bien.
Después de la cena, fueron de fiesta todos. El olor a alcohol y tabaco, mezclado con buena música, retumbaba en el lugar.
El rizado bebía una cerveza junto a su novio, quién iba a encender un cigarro.
— Como tomes de esa mierda, no te besaré en toda la noche.
