11. El secreto de taquilla

54 11 47
                                    

Aquella noche, el cantante había pedido unas pizzas para él y su amigo. Sirvió un poco de refresco para ambos y se sentó en el sofá con él.

— ¿Te sientes más calmado?
— No del todo, pero estoy mejor.
— Me alegro, ¿qué querías contarme?

El castaño soltó un suspiro
— Al parecer, Richard y un tipo llamado Edwin Perkins, querían esconder droga en los micrófonos de Harry, para culparlo de consumidor, además de transportar el resto por otros tipo de aparatos.

El ojimiel se quedó sorprendido. Pensó durante unos minutos y miró al castaño.

— ¿Y si...Harry les descubrió y por eso... quisieron acabar con él...?

El ojiazul se quedó pensando de igual manera y abrió más los ojos. Podía ser una posibilidad. ¿Realmente Harry habría sabido todo y quisieron callarlo?

Todo pensamiento, tiene su imagen real, en la vida real...

***************************************

With your smile...I feeling alive...

El rizado practicaba para grabar su próxima canción. Comenzó a notar como su micrófono dejaba de funcionar.

— ¡Bruno, no funciona el micro!

No respondió nadie. Su mánager, había ido a una reunión de urgencia, dejando al cantante solo.
Se quitó los cascos y soltó un resoplido. Se acercó al almacén en busca de uno de repuesto. Observó una caja que decía 'sonido' y se acercó a ella. Abrió está. Estaba llena de micrófonos y cables bien colocados. Cogió uno y sintió que estaba manchado. Lo revisó y observó un poco de una especie de polvillo blanco. Soltó el micro extrañado y se levantó. Escuchó una voz desde la puerta del almacén.

— ¡Harry! Te estaba buscando...¿qué haces aquí?

Era Bruno. El rizado miró algo nervioso al contrario.

— B-bruno, ¿Qué es eso?
— ¿El qué?
— Hay un p-polvo blanco en los micrófonos...
— Tranquilo, son de estar ahí almacenados, es solo polvo, ven, no hace falta que entres tú aquí.
— ¡No! ¡¿Qué hace eso ahí?! ¡No soy idiota! ¡Eso es d-

El mánager mandó callar rápidamente al ojiverde y le tapó la boca.

— No digas la palabra. Es lo que estás pensando, está bien. Yo solo sigo órdenes, Harry. No te metas.

El rizado se separó del hombre y comenzó a caminar nervioso por el almacén.

— Es mi carrera...¡es mi maldito sueño, Bruno! ¡Me estáis jodiendo mi carrera con esta maldita basura!
— ¡Cállate, aquí nadie está jodiendo nada! Si no abres la maldita boca, no pasará nada.

El cantante vio como Bruno salió del almacén. Comenzó a llorar tapando su boca, observó de nuevo la caja de los micrófonos. Un poco después, su respiración se aceleró levemente y decidió salir de allí igual. No se sentía nada bien. Tomó sus cosas y volvió a casa lo más rápido que pudo. Entró y vio a su novio viendo la tele. En cuanto el castaño miró al joven que entró, se levantó preocupado.

— ¿Solecito...? ¿Qué pasa? Te veo muy nervioso...
— B-bebé yo...
— ¿Sí?
— E-estoy muy nervioso por el siguiente álbum que se viene.
— ¿Seguro que estás así por eso? Te ves muy nervioso a mal, amor.
— E-es que, tuve un mal día en el estudio. No me salían las malditas notas y me frustré mucho.

Y mintió. Jamás le había mentido a su novio. ¿Por qué lo hizo? Por miedo, por miedo a generar un problema muy grande. Lo que menos quería era involucrar a Lou en esto.
El mayor abrazó con cuidado a aquel nervioso chico.

— Shhh, todo está bien, solecito. No todos los días son buenos. Ven, te prepararé algo de comer suave con un té para poder relajar las cuerdas vocales, ¿vale?
— Si, gracias bebé.

El rizado se sentó en el sofá y trató de calmarse solo. Su novio, minutos después, le dio la comida con el té y besó su frente, sentándose a su lado.
El menor sonrió dulcemente enseñando sus hoyuelos.

— Gracias cariño.
— Verás como te sientes mejor después de esto y de una buena siesta.
— Te quiero tanto... — dio un beso perezoso en los labios del contrario y comenzó a comer.
— Yo también te quiero mi amor.

Rato después, Harry se quedaba dormido en el hombro del mayor.

— Solecito... deberías ir a la cama a dormir, ahí estarás mejor

El ojiverde asintió y se levantó lentamente. Tomó su mochila de gimnasio y se fue a la habitación. Cerró la puerta y bostezó. Se quitó la ropa lentamente y se puso algo más cómodo. Miró la bolsa y después la puerta. Abrió lentamente y miró a Lou lavando los platos mientras tarareaba una canción.
Se acercó y sacó una bolsita zip de un cajón. El ojiazul miró de reojo de donde las sacó.
Volvió a la habitación y cerró de nuevo la puerta. Se acercó a la mochila. La colocó sobre la cama y sacó de ella con cuidado el micrófono con polvillo blanco. Lo metió en la bolsita con mucho cuidado y la cerró.

— Prueba A del testigo por el tráfico de drogas que se realizaba en su trabajo.

Susurró para sí mismo y lo guardó en una caja del armario. Ordenó un poco todo y se metió a la cama a dormir un rato.

***************************************

— No creo que fuera por eso. Mi solecito me lo hubiera contado para poder poner un fin a todo eso. Estamos hablando de drogas, Mike.

— ¿Nunca le notaste que supiera del tema?

Y el castaño volvió a sumergirse en pensamientos y recuerdos.

***************************************

— ¿A dónde vas con la mochila, amor?

El castaño se asomó viendo a su novio a punto de salir de casa.

— Al gimnasio, bebé.
— ¿A estas horas?
— Si, hoy me apetece ir más temprano.
— Está...¿bien? Me hubieras avisado antes y te hubiera preparado algo.
— No no, tranquilo cariño. Estoy bien así. Comeré algo por el camino.

Y dejándole un beso en los labios, se fue.
Llegó al gym y se acercó a su taquilla, que la abrió a la vez que su mochila. Sacó en una toalla envuelta, la bolsita con el micrófono. Lo metió todo en la taquilla y se preparó para entrenar.

***************************************

— Oye, Mike, ¿el gimnasio donde entrenaba Harry sigue con sus cosas?
— Creo que su madre tenía que ir por ellas, ¿por qué?
— Porque iremos nosotros.





¡Holii! Esto cada vez se pone más interesante. A partir de ahora, vais a ver muchos recuerdos, porque, como dije una vez, entre medias os falta mucho por conocer de Harry y Lou (en la novela, obviamente, en la vida real les conocemos más).
Por cierto, hoy salió Silver Tongues y dios, no puedo explicar la de emociones que he sentido al escucharla. Además, me sentí más que un adorno en el fandom, ya que, pensé en una teoría simple: fui a dedicar una historia para mi amiga Kari (si eres ella y lees esto, te amo) y me di cuenta, de que las siglas de la nueva canción 'ST' podrían ser "Styles Tomlinson" ¿Por qué? Porque esta canción es demasiado Loud y, por tanto, demasiado Larry.
No es rebajar la carrera de Lou, obviamente, es una canción estupenda, pero la letra está escrita para alguien, y no se me ocurre nadie más que Harry. ¿Qué opináis?
Os quiero, bonito día :D

Proyecto Arcoiris (Parte 2 de La Entrevista)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora