Proyecto Arcoiris (Parte 2 de La Entrevista)

22. Aaron Prixton

Varios meses que fueron eternos, eternos para los fans, eternos para la prensa, eternos para el cantante de ojos azules, que estaba saturado. Durante este tiempo, su cabeza se centraba en asistir al juzgado, hablar cuando era necesario, escuchar y aceptar. El abogado de los Styles, había tocado muchos temas del closeting que sufrió tanto Harry como él. Todo aquello, se había acercado al tema principal: dar un motivo de asesinato. Había pruebas suficientes para detenerlos por tráfico de drogas. Sin embargo, en el pendrive jamás se hablaba de asesinar a nadie. La única prueba que se acercaba a aquello, era el fichero que Jeff anotó en su momento. Aunque tuvieran la confesión en los archivos, faltaba conocer que pasó aquel 23 de agosto, cuando el joven cantante de ojos verdes perdió su vida. Analizaron la nota de suicidio, que fue desmentida como falsificación. Se demostró que no era la letra del rizado. Estaba bastante lograda, pero no fue suficiente.
En el juicio, apareció numerosas veces un nombre: Bruno Houston. El mánager de Harry, se encontraba en paradero desconocido. Fue sorpresa, tanto para la parte acusante, como la acusada. Era el único testigo implicado, que no había subido al estrado.
Debían de encontrarle para lograr acabar con todo. Era la pieza que faltaba en aquel puzzle interminable.
Se inició una búsqueda policial del sospechoso, que provocó una pausa de un mes en el juicio.
No había rastro del hombre. Preguntaron a la familia de él, que tampoco conocía el paradero de su familiar. Todo empezaba a desesperar al castaño.
Una semana después de pasar el primer mes de investigación, la policía se dio cuenta de un nombre: Aaron Prixton. Se decía que era su nuevo nombre.
Tras seguirle la pista, lograron dar con él. Era Bruno. Estaba, literalmente, al otro lado del mundo, tratando de empezar de cero. Le detuvieron al instante y volvieron a Nueva York, donde fue arrestado, con permiso único de asistir al juzgado. Las noticias no dejaban de arrasar las redes sociales, los medios de comunicación. El mundo entero estaba al tanto de todo.
Se reanudó el juicio y, las cosas comenzaron a tornarse con bastante tensión, cuando él subió al estrado y comenzaron las preguntas. La verdad es, que se le notaba arrepentido, e incluso, con miedo. El ojiazul, observaba a aquel hombre, víctima de sí mismo. Estaba completamente cambiado a cómo le conocía normalmente. Una barba de meses, junto con su cabello. Un rostro demacrado por la culpa y el arrepentimiento que el castaño aún desconocía.
El abogado de la familia Styles carraspeó suave y se levantó de su asiento, acercándose a aquel hombre.

— Bien, señor Houston, ¿por qué razón huyó del país?

Un gran silencio en la sala, que hacía daño a los oídos de los presentes. El abogado volvió a formular la pregunta.

— Porque soy un monstruo, señoría.

Fueron las palabras que soltó Bruno, dejándolas caer como piedras al agua. Todos aguzaron la vista hacia él. El señor Truman le miró extrañado.

— ¿A qué se refiere, con que es un monstruo?

Thiago se levantó rápidamente. Parecía nervioso.

— ¡Protesto! El testigo ya respondió la pregunta.
— Denegada. El señor Truman busca una razón.

El mánager miró a Lou. Fue un choque de miradas bastante incómoda, silenciosa, aterradora. El cantante, pudo ver entonces, el motivo de aquella mirada, que provocó que sus ojos se abrieron más de lo permitido. Sintió como una fuerza invisible al ojo humano, le atravesaba el corazón, al completo. Casi como si quedara sin aliento, perdió su mirada en los ojos del contrario, que no pudo contenerlo más y, comenzando a llorar, negó varias veces y miró sus manos. Apretó sus puños y se levantó de golpe.
Señaló a la zona de los acusados. Le temblaba mucho la mano. El ojiazul observó la escena con cierta tensión, sabiendo que llegaba el momento de la verdad, una verdad que él sospechó desde el principio, el saber que Harry no se suicidó y alguien más lo mató.