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Eddie se encontraba tirado en la cama de Steve, después de una larga sesión de besos y arrumacos, Steve cortó el momento para meterse a la ducha, ya que tenía que ir a trabajar dentro de poco.

El castaño salió del baño con sólo una toalla cubriendo de sus caderas hasta sus rodillas. Munson soltó un largo silbido.

-Quién fuese toalla para envolverte, bebé.- dijo e inmediatamente comenzó a reír contagiando al recién llegado.

-Si eso es lo mejor que tienes, preferiría que no me halagaras.- respondió el castaño con una pequeña sonrisa.

-Tú te lo pierdes.- se encogió de hombros. -No tendrás el placer de escuchar mis increíbles piropos.- se levantó de la cama dirigiéndose al baño.

El castaño bufó.

-Puedes ponerte lo que quieras del closet cuando salgas, estaré en la cocina.- informó terminando de colocarse una bermuda algo ancha. Escuchó un "Ajá" desde dentro del baño y salió del cuarto.

...

Munson había tomado una larga ducha, en serio la necesitaba, su cuerpo aún dolía por la pálida del estúpido de Jason, pero ahora tenía a Harrington, era su novio, No de Nancy, no de Robin, No de cualquier otra chica en Hawkins, suyo, era suyo, y el simple hecho de pensar en eso lo hacía feliz.

Se colocó un short del castaño, dejando al descubierto su torso, ya que hacía algo de calor. Salió del cuarto y se encaminó a la cocina, mientras bajaba las escaleras un leve olor a quemado lo saludó, por lo que aceleró su paso hacia la cocina.

-Steve, estás quemando la casa acaso?- preguntó siguiendo el olor a quemado hasta la cocina.

-Yo... ah.- esbozó una sonrisa inocente. -Solo trataba de hacerte el desayuno, pero resulta que hacer tortitas no es tan fácil.- un puchero se apoderó de sus labios.

-Oh, no, no te pongas así.- le besó los labios castamente, tomó el cucharón de sus manos y se dirigió a la estufa aún encendida. Según vió, Steve estaba tratando de hacer tortas de huevo, pero se les habían pegado y habían comenzado a quemarse. -Yo arreglo esto.- tiró el contenido de la sartén y tomó otra para ponerla a precalentarse.

-Lo siento.- volvió a hablar el castaño observando todo desde la esquina.

-Está bien, ¿sí?- tomó varios huevos y los estrelló en un bowl, luego comenzó a echar algunas especias.

-Quería hacerte el desayuno y terminé haciendo un desastre... Dios.- se quejó con un largo suspiro, lo que hizo reír al pelilargo, que se acercó a dejarle un beso en la frente, para después verter aceite en el sartén que mantenía en la estufa.

-Tienes que echar suficiente aceite, así no se quemará, y tienes que esperar que esté caliente, pero no demasiado.- explicó vertiendo de la mezcla de huevo en el sartén caliente.

-No puedo con tanto.- se quejó dramáticamente. Pasar tanto tiempo con Munson le comenzaba a afectar.

-Por Dios, Harrington.- dijo entre risas. -Voy a tener que enseñarte a cocinar, no pienso tener un esposo que no sepa cocinar, desde ahora te lo digo.- se dio cuenta de que había cometido un error al levantar su vista y observar aquella sonrisa burlona en el rostro del otro.

-Vaya, no tenemos ni un día de novios y ya quieres que nos casemos, eh.- sonrió ladino. -Yo sabía que el efecto Harrington era rápido, pero ha superado mis expectativas.- comentó seguro, le encantaba burlarse del chico, que su cara se tornase toda roja de la vergüenza era un placer para Harrington.

-Yo... ah, yo quise decir que... ah.- trató de excusarse mientras daba vuelta a la torta que preparaba. -¿Sabes qué? Sí, tú y yo nos vamos a casar.- habló con seguridad. -Y me vale que tú no quieras, ya esta decidido, de que nos casamos, nos casamos, Harrington.- eso provocó carcajadas en el castaño. -No te burles que es en serio. Si quieres puedes ir buscando el traje desde ya.- continuo hablando mientras sacaba la torta para volver a verter de la mezcla.

-Cuándo tú digas estaré listo, Munson.- sonrió envolviendo sus brazos en el torso del rizado desde atrás.

-Más te vale, eh.

Eddie terminó con las tortas, había hecho dos para cada uno, y Steve ayudó sirviendo jugo para ambos. Los dos se encaminaron al comedor con platos y vasos en mano. Steve tomó asiento en una de las tantas sillas del comedor colocando su desayuno en frente sobre la mesa, en cambio, Eddie decidió que le sería más cómodo comer sobre las piernas de su novio. Así que se sentó sobre el regazo del chico y colocó su desayuno a un lado del de el castaño.

-¿Qué haces?- preguntó Harrington un poco confuso, pero esbozando una sonrisa.

-Pues, voy a desayunar, ¿no es obvio?- giró su cabeza para ver al chico debajo suyo, como se encontraba sobre sus piernas le llevaba al menos una cabeza de altura, así que tenía que mirar hacia abajo.

-Mmm, ya.- sonrió ladino.

-¿Algún problema con ello?- preguntó sin quitar su vista del chico.

-En absoluto.- contestó posicionando su mano izquierda en la cintura del chico sobre sí, y dando un leve apretón.- en absoluto.- Munson sonrió ante su respuesta y le dio un casto beso en la frente antes de comenzar a comer su desayuno.

Pasaron un largo rato desayunando, ya que compartían la comida entre sí, a pesar de que estaban comiendo lo mismo, uno le llevaba de su comida al otro hasta la boca; paraban de comer por varios ratos porque se entretenían hablando de cualquier otra cosa; habían sesiones de besos cada dos o tres bocados; y comenzaban a reír como focas por cualquier chiste, incluso el más malo, dicho por el otro.

...

-¿Puedo acompañarte al trabajo hoy?- preguntó Munson mientras se ponía algo más decente; unos jeans, le quedaban un tanto sueltos, pues le pertenecían a Harrington, y un polo suelto, no era su estilo, pero al menos era cómodo. -No quiero ir a la escuela.- explicó.

-Claro, así pasamos a hablar con Hopper cuando acabe mi turno, no dejaré que andes por ahí sin que hayan hecho algo respecto al niñato estúpido de Jason.- habló terminando de colocar sus tenis. Se perfumó y tomó sus llaves y billetera.  Se acercó al rizado, colocando ambas manos en sus mejillas, alzando así su rostro, depositó dos suaves besos, uno en su frente y otro en sus labios. -Vámonos.- Tomó la mano del entre la suya.

-Cómo usted diga, capitán.- hizo una especie de saludo militar con su mano libre, y entrelazó sus dedos con los de Harrington con la mano que este le había agarrado.

Ambos salieron de la casa y subieron al auto, dirigiéndose a Family Video.

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Holi :)

































Bye :)

Huésped {Steddie}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora