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Ya habían pasado varias semanas. Todos habían entrado nuevamente a la escuela, a excepción de, obviamente, Steve y Max, esta última era la razón de que casi todos se encontraran en la sala de espera del hospital, pues había tenido su cirugía ocular.

La cirugía había sido hace unos días, pero necesitaba descansar su vista, hoy era era el día en el que finalmente le quitaban la venda para ver si la operación había funcionado.

-¿Llego tarde?- preguntó agitado el rizado que acababa de llegar, era el único que faltaba en la sala. Todos lo miraron y negaron, volviendo a lo suyo inmediatamente.

-No, no llegas tar... ¿qué es eso?- cuestionó Steve acercándosele. Subió su mano hasta la mejilla del menor donde había un ligero moretón. -¿Qué te pasó?- su ceño se frunció.

-Yo... yo me caí antes.- habló rápido con voz nerviosa.

-Te caíste, ¿es en serio, Munson?- lo miró incrédulo sin creer sus palabras. -¿Tengo cara de estúpido?-

-Pues...-

-No respondas esa pregunta.- lo interrumpió. -¿Quién te hizo esto?- se acercó más para tener una mejor vista del moretón, lo tocó con su pulgar recibiendo un quejido del rizado, por lo que murmuró un pequeño "lo siento" antes de volver a tocar el moretón de una forma más suave. -¿No me vas a contestar?-

-Ya te dije que me caí, Harrington.- giró los ojos. En ese momento el doctor salió de la habitación de la pelirroja.

-Pueden pasar, vamos a quitarle las vendas, ella quiere que estén ahí cuando lo hagamos.- explicó el hombre antes de entrar nuevamente, siendo seguido por los demás en la sala de espera.

-Luego hablo contigo, no creas que esto acabó aquí.- lo señaló autoritario, luego lo tomó del brazo y ambos entraron a la habitación de hospital donde ya se encontraban todos.

Todos saludaron a la pelirroja que se encontraba en la cama del lugar, luego el doctor comenzó a explicar algunas cosas, hasta que al fin le quitó las vendas. La pelirroja abrió los ojos  despacio tratando de acostumbrase a la luz. Todos esperaban ansiosos la reacción de la chica.

-¡Oh, no!- dijo exageradamente.

-¡¿Qué pasó, Rojita?!- preguntó preocupado el de rizos oscuros.

-Max...- suspiró Nancy con un aire de decepción.

-¡Max, habla!- gritó exasperado Lucas.

-Es que... es que...- la pelirroja fue interrumpida por la voz de todos a coro gritando "¡¿Es que qué?!" -Es que... ¡Hoy están extremadamente feos!- gritó emocionada. Todos los demás se relajaron, algunos también gritaron de la emoción, Eddie incluso dio un salto llamando la atención de todos.

-Perdón.- se calmó inmediatamente, bajando su cabeza con un poco de vergüenza, lo que provocó risas en los demás.

-¿Qué tan bien ves, Maxine?- preguntó el doctor.

-Veo un poco borroso en realidad, pero puedo distinguir todo.- respondió.

-Bueno, entonces vamos a transferirte a oftalmología, allí te harán las pruebas necesarias para saber cuánto aumento necesitarás en tus nuevos lentes, ¿de acuerdo?- explicó lentamente. -Chicos, los dejaré hablar con Max un rato, luego vendrá una enfermera para llevársela.- sin más que decir, luego del asentimiento de los mayores salió del cuarto.

-¡Rojita, ven aquí!- el metalero se acercó a abrazar fuertemente a la pelirroja, quien le devolvió el abrazo con una sonrisa. Era la primera vez que se veían desde lo de Vecna.

Huésped {Steddie}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora