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-¿Qué diablos te pasó?- preguntó la rubia desde su lado del mostrador.

-También es un placer verte, Buckley, muy buenos días para ti también.- habló el rizado sarcásticamente. Steve soltó una leve risa mientras se dirigía al cuarto de empleados por su uniforme.

-¿Acaso no viste tu cara antes de salir de casa, Eddie?- volvió a preguntar ignorando lo dicho anteriormente por el chico. -¿Te confundieron con un saco de boxeo en la calle o qué?

-Mas bien, me convirtieron en uno, Jason y los imbéciles de sus amigos me emboscaron ayer cuando caminaba devuelta a casa.- explicó sentándose sobre el mostrador.

-Mierda, tenemos que hacer algo, esos idiotas no van a parar por si solos, tenemos que pararlos.- habló preocupada. -No es justo que sigas pagando por una mierda de la que no tienes la culpa solo porque ellos no pueden aceptarlo.- su rostro se frunció con molestia.

-Y lo haremos, haremos que paren.- interrumpió Steve llegando ya con su chaleco puesto, señalo al rizado con su dedo índice haciéndole una seña para que bajara del mostrador, pero este solo negó con su cabeza. -Esta tarde iremos con Hopper, ese estúpido de Jason se ha pasado de la raya, y va a tener consecuencias.- le explicó a Robin, volvió a girar hacia el rizado alzando una de sus cejas. -¿No acabo de decirte que bajes de ahí?- Eddie sonrió.

-¿Por que no vienes y me bajas tú?- su sonrisa se ensanchó al ver la reacción de Steve, pues el castaño se había puesto totalmente rojo, sin embargo no duro mucho, ya que la campana de la puerta sonó indicando la entrada de un cliente. Eddie bajó del mostrador encaminándose a una silla en la esquina de la tienda, aún con sus ojos puestos en el castaño, y una sonrisa estúpida adornando su rostro.

-Steve se dispuso a atender a la señora que había entrado con una sonrisa, Robin solo los observó extrañada.

...

Steve se encontraba barriendo la tienda y Eddie había comenzado a ayudar a Robin a organizar algunas cintas, estaban a ley de diez minutos para cerrar la tienda y, por fin, poder dirigirse a la comisaria para hablar con Hopper.

-Steve, ¿Me llevas a casa? Por favor.- pidió la rubia desde el rincón donde organizaban las películas de acción.

-Claro, Rob, pero después de hablar con Hopper, así vienes con nosotros.

-De acuerdo.

-¿No pueden cerrar ya?- preguntó el rizado, una mueca de cansancio se mostraba en su pálido rostro.

-De hecho...- espero unos segundos a que el reloj en la pared marcara exactamente las cinco en punto, y así fue. -Lo haremos justo ahora.- terminó su frase, caminó hasta la parte trasera para guardar la escoba y su chaleco, siendo seguido por Robin para hacer lo mismo con el suyo.

Un rato después los tres se encontraban en el BMW de Steve camino a la comisaria.

-¿Y qué vamos a decir cuando lleguemos?- preguntó la rubia desde el asiento del copiloto, pues había tomado el asiento en cuanto Steve abrió  la puerta, dejando a Eddie con una mueca de fastidio que decidió esconder. No quería ser muy obvio, aun no había hablado con Steve acerca de a quien le contarían sobre su relacion o no, pero solo tenían horas saliendo, por lo que supuso que aun no sería el mejor momento para sacar el tema a colación.

-Pediremos hablar con Hopper, le explicaremos todo y le pediremos que haga algo para solucionarlo.- explico el castaño.

-¿Y si él no puede hacer nada?- preguntó el rizado.

-Es el Sheriff, si hay alguien que puede hacer algo es él, y si no, pues me encargaré yo.

-¿Te encargaras tú? ¿A qué te refieres con que te encargaras tú?- la rubia lo miró confundida.

-Si pelea es lo que quieren, pelea es lo que tendrán...

...

-Entonces, ¿qué es lo que quieren?- preguntó Hopper tomado sentándose en la silla de su escritorio, mientras los chicos entraban.

-Necesitamos hablar contigo.- dijo Harrington haciendo que Eddie se siente en una de las sillas frente al escritorio al igual que Robin, quedándose parado detrás del asiento. -Es sobre Eddie.- el mencionado sacudió sus dedos en forma de saludo cuando la mirada del sherif se posó en él.

-¿Qué te pasó, muchacho?- preguntó mientras lo analizaba.

-Ese es el punto por el que estamos aquí, Hop, Eddie ha estado sufriendo acoso y hostigamiento desde hace un tiempo. Le dicen estupideces y palabras hirientes, amenazas, e incluso han llegado al punto de golpearlo, como habrá notado ya.- señaló el rostro del chico. -Tiene que hacer que esto pare, no es justo que Ed sea culpado por toda esa mierda, literalmente están haciendo de su vida un infierno por algo que ni siquiera le compete.- explicó alterándose un poco.

-Bien, Harrington, primero cálmate y segundo, tienes razón, necesito que me den los nombres de las personas que le hicieron eso, hablaré con ellos y les advertiré que si no paran con ese comportamiento tendrán consecuencias legales que enfrentar, te aseguro que ya no van a molestar más, luego de eso.- le sonrió a Eddie. -Y si lo hacen, entonces, usaremos la fuerza.

Eddie le dio los nombres de Jason y sus amigos a Hopper, quien prometió que esa misma tarde iría a sus casas. Después de aquello llevaron a Robin a su casa, la rubia bajó del auto despidiéndose de ambos con un "hasta mañana", entonces Eddie se cambió al asiento delantero.

El auto comenzó a andar otra vez.

-¿Quieres quedarte en mi casa, Ed?- preguntó Steve colocando su mano en el muslo de Eddie mientras conducía.

-No puedo, debo ir con mi tío, le dije que volvería a casa hoy, debe estar preocupado.- colocó su mano sobre la de Steve entrelazando sus dedos.

-Pero, ¿y si esas personas...?

-He pensado mucho después de lo que pasó, y todo lo que te dije esta mañana sobre no querer ir a la escuela o al trailer, y me di cuenta de que no puedo cerrarme así, no puedo vivir siempre con el miedo de lo que vayan a decir o hacer ellos, además, ya Hopper se encargará de eso, ¿no?- lo miró de reojo, viendo cómo una pequeña sonrisa de orgullo surcaba el rostro de su novio. -Los que no me quieran ver que se jodan, no es como si me mantuvieran o algo por el estilo.

-Eres muy valiente, lo sabes, ¿no?- comentó Steve dándole una mirada rápida.

-Seh, soy algo así como el chico más valiente de Hawkins.- bromeó.

-Sin duda, lo eres.- Steve tomó la mano del rizado y la llevó hasta sus labios, depositando un suave beso en el dorso de esta. -Te quiero mucho, mi chico valiente.

-Y yo te quiero a ti.

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Holaaaaaaa, siento mucho haber tardado tanto en actualizar, pero es que el colegio me tenía súper ajetreada, además tenía que estar muy pendiente de varias cosas, pero ya las he realizado, así que prometo actualizar más seguido desde ahora.

Chauuuu

Huésped {Steddie}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora