Huésped {Steddie}

27

Había pasado un tiempo desde el incidente en el que accidentalmente se habían dejado en descubierto delante de toda la pandilla, aquel día tuvieron que responder muchas preguntas; ¿Desde cuándo están juntos? ¿Cómo pasó? ¿Por qué? ¿Quién dio el primer pasó? ¿Steve no era heterosexual? ¿Qué diablos está ocurriendo?

Esas eran sólo algunas de las preguntas a las que se vieron expuestos. Con el tiempo las preguntas disminuyeron, mas no cesaron, siempre que alguien de la pandilla estaba con alguno de ellos hacia alguna pregunta respecto a su relación; ¿Cuánto te pagó para que salieras con él? ¿Es esto un plan para darle celos a Nancy? ¿Siquiera tienen algo en común? Blah, blah, blah... Era insoportable, Steve y Eddie habían decidido tomar un descanso de las reuniones de la pandilla, puesto que siempre que asistían a una eran observados y analizados sin una pizca de disimulo por parte de sus amigos.

Después de largos días aguantando aquello, los demás empezaron a acostumbrarse bastante rápido, incluso habían soltado comentarios como "le diré a Eddie que te quedaste viendo a esa chica" o "Oh, Steve se enterará de cómo hablaste con ella" en forma de broma.

Y después de tanto estrés, al fin había llegado el día más esperado por Eddie, la graduación, porque sí, había conseguido ser lo suficiente bueno como para graduarse de una vez por todas, claro que con ayuda de Steve, Robin y Nancy, principalmente Nancy. Fueron largas noches de estudio, tratando de recuperar todo el año en unos días, pero lo lograron, y allí estaba él, arreglando su pelo en el espejo del baño, después de todo, era un día importante, merecía verse bien.

-Oye, ¿puedo tomar esta cámara prestada?- preguntó Steve desde la habitación del rizado.

-¿Para qué la quieres?- preguntó devuelta, caminando hacia el castaño.

-Es solo...- sonrió grandemente. -Quiero tomarle fotos al graduado más lindo de toda la generación.- un Eddie Munson completamente sonrojado le ofreció una sonrisa tímida. -¿Qué? ¿Te sonrojaste, Eds? ¿En serio?- sonrió aún más mirando directamente al rostro de su novio.

-Cállate.- susurró el rizado desviando la mirada aún con una pequeña sonrisa.

-Aww, ven aquí.- lo tomó del brazo acercándolo a él, plantó un suave beso en sus labios, seguido de muchos más mientras abrazaba su cintura. -No habrá nadie más lindo que tú, ¿De acuerdo?- alzó una ceja a lo que el rizado respondió con una risa. -Es que mírate...- el rizado traía un smoking negro que se ajustaba perfectamente a su cuerpo, resaltando su bonita silueta, debajo de éste se veía una camisa blanca, Eddie decidió ir por algo sencillo, ya que en la graduación no se vería debido a la toga que usaría, y no planeaba estar en el baile mucho tiempo, había decidido que no quería ir el día que invitó a Steve, este le dijo que sería mejor si no fuese con él, por obvias razones, y Eddie lo entiende, en un pueblo como Hawkins lo mejor es mantenerse bajo el radar. Y no es que él esté muy debajo, pero lo mejor es no exponerlo más.

Steve iría a su graduación, se lo había prometido, y de hecho se veía más emocionado que el mismo Eddie por el evento. Luego, los llevaría a él y a Robin al baile y se iría a casa, el rizado ofreció ir a casa con él, pero Steve le insistió en ir a divertirse, además de recordarle que le prometió a Robin que iría con ella, así que el rizado no tuvo opción mas que aceptar, aunque acordó verse con Steve al día siguiente.

-Dios, te ves tan bien, en serio.- volvió a hablar el castaño, ahora fijando su vista en la del rizado. -Eres tan bonito, Eds.- le sonrió con dulzura y admiración.

-Harrington, ya basta, ¿sí?- replicó intentando ocultar el color carmesí de su rostro cubriéndolo con ambas manos. Steve había descubierto que, a pesar de lo bocazas que era Eddie, siempre siendo coqueto y extrovertido, cuando era él el destinatario de los cumplidos y coqueteos se volvía la persona más tímida en la faz de la tierra, ni siquiera podía mirar a Steve a los ojos, y eso, por supuesto, le divertía al castaño.