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Abrió sus ojos debido a los rayos del sol que entraban por su ventana, al parecer había olvidado cerrar las cortinas. Sintió un peso en su pecho, sin embargo estaba cómodo, al mirar a su lado se dio cuenta de que Eddie estaba apoyando su cabeza contra su pecho mientras lo abrazaba con un brazo, y tenían las piernas entrelazadas, ¿cómo habían terminado así con todo el espacio que había en la cama?

Admiró al chico a su lado por un momento; su piel era clara, bastante, eso hacía que ciertas partes de su cara se vieran de un tono rosado, la punta de su nariz, por ejemplo, también sus mejillas y era imposible no mencionar sus labios, estos eran de un tono un poco más vivo, lo que los hacían ver muy bonitos, ¿pero por qué diablos pensaba en eso? Siguiendo con el análisis de su cara, se concentró en sus pestañas, estas eran largas y gruesas, algo que no era tan apreciable cuando sus ojos estaban abiertos, pues sus orbes de siervo desviaban por completo cualquiera atención que pudiesen llegar a tener sus pestañas. Tenía una piel muy bonita, no podía notar más de dos o tres pequeñas espinillas en ella. Se dio cuenta de que estaba mirando demasiado, ¿por qué lo hacía siquiera? ¿Por qué le parecía interesante analizar cada detalle del rostro de Eddie Munson? Si dijese que lo sabía, estaría mintiendo.

Pensó en levantarse, pero aquel chico se veía tan pacífico de ese modo, no quería irrumpir en su sueño. De repente, la radio en su mesita comenzó a sonar, era Lucas.

-Chicos, chicos ¿me escuchan?- el sonido molesto a Eddie quien se volteo completamente hacia el otro lado con pequeños quejidos, Steve sintió la falta de calor que el chico había dejado al separarse. -Ya sé que es temprano, pero es importante.- eran las ocho de la mañana cuando vio su reloj, bueno, sí lo analizaba bien, en dos horas debía ir a trabajar, entonces, no era tan temprano. Tomó la radio.

-Sí, Lucas, aquí Steve, ¿Qué pasa?- preguntó con voz adormilada aún.

-Max despertó.- informó el chico con emoción, sus ojos se abrieron por la sorpresa, en ese momento escuchó más voces a través de la radio. -Como les digo, vengan al hospital.- fue lo último que dijo Sinclair antes de acabar la transmisión. Dejó la radio de lado y se dedicó a despertar a Eddie.

-Munson, Munson.- lo movió suavemente. -Munson, despierta.- el pelilargo no hacía más que lanzar suaves quejidos al aire, por lo que el castaño dejó de moverlo, sonriendo maliciosamente puso sus manos en espalda del chico y lo empujó fuera de la cama escuchando un golpe sordo y una maldición antes de echar una carcajada.

-¿Qué mierda?- preguntó el metalero tendido en el piso, se sentó colocando una mano en su cabeza mientras veía al chico en la cama reír. -Eres un hijo de puta, Harrington.- dijo dedicándole una mirada asesina.

-Lo siento, es que no despertabas.- se excusó al terminar de reír.

-¿Y para qué mierda querías que despierte? Apenas son las...- se detuvo un momento a pensar. -¿Qué hora es?- frunció el ceño.

-8:06.- respondió levantándose de la cama para ayudar al chico a pararse.

-¿Y por qué mierda me levantas a las 8:06 de la mañana, Steve?- alzó una ceja esperando la respuesta del chico.

-Max despertó.-

-¡¿Qué?!- abrió mucho sus ojos por la sorpresa y luego una sonrisa se apoderó de su rostro. -¡Eso es genial! ¿Quién te dijo? ¿Ya lo saben los demás chico? ¡Hay que decirle a Robin! ¡Vamos a decirle a Robin!- habló rápido por la emoción, tomó al castaño por una de sus muñecas intentando dirigirlo hacia el cuarto en el que se encontraba la Rubia.

Tocaron repetidas veces hasta que escucharon un adormilado "sólo entren, joder" e hicieron caso, tirándose cada uno a un lado de la cama con la chica en medio.

-Max despertó.- dijo Eddie de inmediato. Haciendo que la chica se levanté de inmediato quedando sentada en la cama.

-¿Y qué hacemos aquí? Hay que ir al hospital.- miró de uno al otro.

-Bueno, yo... no puedo.- bajó su cabeza decepcionado. Steve pareció pensar un poco.

-Ya sé, tú debes estar atento a mi radio, está en mi habitación, y yo te hablaré desde la radio de Dustin, que me imagino ya debe estar en camino con los demás.- se levantó de la cama ofreciéndole una mano a Robin para que hiciera lo mismo. -Y entonces, podrás hablar con Max por la radio.- terminó de explicar.

-¿Y si Dustin no la lleva?- preguntó el rizado.

-¿Henderson dejar esa cosa? No es posible, es como si la tuviera pegada, Eddie.- comentó obvio.

-Es cierto.- habló Robin mientras se estiraba. -Ahora a ducharse, hay que ir al hospital cuanto antes.- dijo caminando hacia el baño.

-Sí, yo, mhm, les prepararé el desayuno.- aviso levantándose de la cama.

-No te preocupes, no es necesario que lo hagas.- dijo el castaño.

-Claro que sí, no irán sin desayunar, luego tienen trabajo.- inmediatamente terminó de decir eso salió del cuarto con dirección a la cocina.

...

Steve se estaba estacionando en el parqueo del hospital, y notó el auto de Jonathan, supuso que él y Nancy habían traído a los demás monstruitos, bajó del auto junto a Robin y se adentraron en el edificio, iban directamente al cuarto de la pelirroja, pero detuvieron sus pasos al ver a todos reunidos en la sala de espera del área.

-¿Y entonces?- Steve fue el primero en hablar, ni siquiera se había molestado en saludar.

-Buenos días para ti también, Steve.- le dijo Nancy.

-Chicos, lo importante aquí es Max, ¿Ya saben cómo está?- está vez fue Robin quién preguntó obteniendo una negación de parte de todos.

-Lucas todavía no nos ha dicho, hace un rato se fue al ba... Oh, ahí está.- habló Dustin señalando al recién llegado. -¿Ya nos vas a contar lo qué pasó con Max?- alzó una ceja.

-Claro, ah, yo llegué al hospital temprano, me encontré con la señora Mayfield, ella me dijo que iría por un café, así que me quedé solo con Max y comencé a hablarle cómo hago habitualmente.- todos lo miraban atentos. -Cuándo de repente...-

Huésped {Steddie}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora