En el frente.

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En el campo de batalla se libraba una batalla feroz, los gritos, gruñidos y el sonido de los metales chocandose entre sí llenaban aquella pradera la cual una vez fue completamente verde y ahora se encontraba teñida de aquel rojizo mar.

Hombres peleando con fiereza, dando todo de sí para defender su territorio y su libertad, daban todo de sí, incluso sus vidas. Sus cuerpos yacen en el frio suelo con sus ojos sin vidas puestos hacía el cielo mientras que a su alrededor todo es caos.

Bajas humanas desde ambos lados se han estado registrando, la batalla es feroz pero sus participantes eran aún más feroces. Cada uno mostrando su potencial y sus ganas de vencer, demostrando que son guerreros y que como tal su único objetivo es darlo todo por su nación.

En el centro de aquel caos 3 figuras sobresalían entre todos, dos feroces alfas y un voraz omega derribaban a todos a su paso. El emperador de Yang siendo respaldado por su consorte y el hombre el cúal era reconocido por ser el más fiel, avanzaban sin detenerse hacía la linea principal del batallón enemigo.

Su único objetivo era el de derribar a su lider, sabían que una vez el lider muerto, aquel batallón perdería sus fuerzas y su espeiritú de lucha. Era una estrategia perfecta pues tenían conocimiento de que los guerreros Mongoles solían depositar toda su fé y confianza en su lider.

Al otro lado de la linea, en el bando enemigo, un feroz alfa de gran estatura, mirada asesina y largos caninos esperaba ansioso mientras relamia sus labios. Con cada paso que daban sus enemigos saboreaba aún más las ansias de atravezar su carne y hacerlos implorar por la muerte.

Tolui Kan era conocido como uno de los alfas más sanguinarios y despiadados de la historia. Su pasión por ver la sangre de sus enemigos correr a sus pies y su gran ambición por apoderarse de tierras y reinos, lo empujaban a cometer actos crueles e inumanos contra los demás sin importar que tan inocente eran.

Su unica misión en aquel momento era acabar con el emperador de Yang y reclamar sus tierras, sabía que aquel imperio era el más prospero de todos y era el imperio que todos respetaban. Hacerse de aquel trono, de sus tropas y sus tierras sin dudas significaba un gran exito para su clan.

- ¡Deben recordar lo que hablamos!.- Zhan se econtraba al lado derecho de su alfa.- Si mantenemos la sincronía todo va a salir bien.

- Lo sé.- Yibo apretó el puño de su espada.- Confio ciegamente en ti y en tu juicio.

- Solo de la orden maestro.- Shaham se encontraba al lado derecho del emperador.

- A mi señal.- Zhan levantó su espada.

- ¿Así que este es el famoso rey consorte de Yang?.- El lider de los Mongoles soltó una carcajada que pudo escucharse por todo el lugar.- ¿Acaso es cierto lo que dicen? ¿Un omega poderoso?

- No caigas en sus provocaciones Zhan.- Yibo le susurró.

- Los omegas solo sirven para coger y parir.- El hombre descendió de su caballo.- Lo unico que saben hacer es dar placer y gritar como putas cuando se los están cogiendo.

- Lo voy a matar.- Shaham gruñó.

- Recuerda lo que dijo Zhan.- Yibo trató de calmarlo.- No podemos apresurarnos.

- ¿Que?.- El hombre extendió sus brazos.- ¿No dices nada principito de Liang?.

El gruñido de dolor del arrogante alfa se escuchó por todo el lugar cuando una filosa daga viajó a toda prisa y se incrustó en su brazo derecho.

Yizhan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora