Yizhan.

Los Corazones Que Laten Juntos... Se Detendran Juntos.

- Shaham...- El príncipe levantó su temblorosa mano.- Ven aquí.

- A' Li.- Con rapidez se acercó colocandose de rodillas ante la cama para luego llevar la mano de su esposo a su frente.

- Escucha...- Su voz era baja y débil.- Debes ir...debes ayudar a mi hermano y a Zhan. Tienes que regresar.

- Pero tú...- Apretó suavemente la blanca mano de su esposo.

- Está más que claro que quien hizo esto fue para detenerte.- Sonrió.- Es una clara señal del temor que le tienen a mi esposo.

- No puedo dejarlos aquí solos.- Negó.- No me perdonaría si a ti o a los demás les llega a ocurrir algo.

- Eso no sucederá.- Acarició su mejilla.- Todos estaremos bien, todos vamos a regresar sanos y salvos.

- A' Li...- Mostró angustia en su mirada.

- Si mi esposo es uno de los hombres más fuertes y valientes de entre todos los reinos yo...tambien debo ser igual de valiente.- Colocó su mano en el pecho de su esposo y empujó.- Ve, yo te prometo que estaremos bien. Cuidaré no solo de nuestro hijo sino de los demás.- Se incorporó hasta quedar sentado en la cama.- Te prometo que nada nos ocurrirá.

- Yo también lo prometo.- La Emperatriz aparecía junto a los 2 pequeños príncipes.- Nos vamos a mantener juntos y nos protegeremos. Así que ve Shaham...ve y salva a nuestros monarcas.

- Shaham...- El pequeño príncipe omega sostuvo su mano.- Por favor...ve y protege a nuestros padres. Yo...- Sollozo.- Quiero...necesito volver a verlos. Por favor.

- ¡Por favor ve con ellos tío!.

El llanto y las palabras del pequeño príncipe alfa lograron estremecerlo. Era la primera vez que escuchaba a aquellos pequeños llorar, era la primera vez que los veía llenos de temor.

Estaban rogando por la seguridad de sus padres. Estaban depositando sus súplicas y esperanzas en él, solo en él.

Tal y como desde el pasado hasta ahora su querido Rey Consorte, compañero y hermano lo había hecho.

- A' Li.- Se acercó a toda prisa y unió su frente a la de su esposo.- Regresaré pronto.- Beso sus labios.- Esperame.- Luego se giró hacia el par de pequeños príncipes y se arrodilló en señal de respeto.- Yo su siervo y...- Levantó su mirada a sus llorosos rostros.-... Tío. Se despide con la promesa de ir a salvar a sus padres.- Ambos pequeños se lanzaron hacia él y lo en volvieron con sus brazos.- Por favor...mantengase a salvo.

Se levantó y salió a toda prisa de la tienda, esta vez sin ninguna duda o temor en su corazón.

- ¡Nuestro Emperador y nuestro Rey nos necesitan!.- Gritó al pequeño grupo de soldados que lo acompañarian.- Si es de dejar nuestra carne y huesos en la arena, lo haremos sin titubear hasta que nuestros monarcas estén a salvo.- Levantó su espada.- ¡Vida o muerte!.- Gritó.

- ¡Vida o muerte!.- Gritaron al unísono.

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- Yibo...- La voz de Zhan se hacía más débil.- Quiero volver a las praderas de Liang...- Sonrió con debilidad.- Quiero que volvamos a recorrerlas sobre nuestros corceles.

- Majestad...- La doncella lloraba mientras trataba de tirar de las cadenas qué apresaban al omega.

- Quiero volver a ese tiempo...donde eramos felices...- Suspiró levemente.- Tu...yo...la Emperatriz...nuestros tres hijos...Ese tiempo en el cuál éramos una gran familia.- Se giró para poner su vista en el oscuro techo.- Quiero volver a ese día donde me cole en tu tienda y te vi por primera vez...- Sus ojos se llenaron de lágrimas.- Ese momento en que te diste cuenta que yo era tu destinado... Si yo...te hubiera pedido que dejaras todo y te quedaras conmigo ¿Lo hubieras hecho?...- Sollozo.- ¿Hubiera sido diferente nuestro final?