Calma antes de la tormenta.

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- Es una gran alegría para nosotros que hayan venido a visitarnos.- El Emperador de Liang se mostraba emocionado.- Debo agradecer el Emperador de Yang por traer a nuestro amado hijo de regreso a casa.

- Lamento el que nos hayamos demorado mucho en venir.- Ansiabamos hacerlo antes pero las obligaciones no lo permitían.

- Estoy muy feliz de verlos nuevamente.- Zhan abrazaba a su madre.- Me han hecho mucha falta.

- Yo estoy tan feliz de tener a mi pequeño aquí.- La Emperatriz de Liang sonreía.- Pero hubiera sido mucho más feliz si mis nietos hubieran venido tambien.

- Tus nietos vendrán despues madre. Esta vez, este viaje es solo para dos.- Le sonrió a su alfa quien lo obervaba.

- Ya ordené que prepararan el Palacio de veraneo.- El Emperador de Liang palmeó el hombro de su yerno.- Allí podrán estar comodos.

- Pensé que nos quedaríamos en este palacio.- Zhan se sorprendió.

- Vamos cariño.- La Emperatriz pellizcó las mejillas de su hijo.- Vinieron a festejar su aniversario por lo que es obvio que quieren estar a solas.

- Gracias por el detalle.- Yibo inclinó levemente su cabeza.- No debieron molestarse.

- No siempre los monarcas de un reino tan importante como lo es Yang, vienen a visitarnos.- El Emperador de Liang soltó una carcajada.

- Me gustaría quedarme esta noche en este palacio.- Zhan se quedó viendo a su alfa.- Quisiera compartir una cena con mis padres y hermanos.

- Lo que sea que desees se cumplirá.- Le sonrió a su omega.

- Vamos a refrescarnos.- La Emperatriz se colgó del brazo de su hijo.- Debo decir que tienes un excelente esposo.- Le susurró a su hijo mientras se alejaban.

- Así es.- Asintió.- Yibo es grandioso, tan grandioso como lo és mi padre. 

- Me hace feliz el verte ser feliz.

- Lo soy madre.- Rodeó los hombros de su madre.- Soy muy feliz.

El reino de Liang se llenaba de gran regocijo con el regreso de quien había sido su más grande y respetado General. Todos salieron a las calles para recibirlo entre venías y gritos de emoción.

Una vez más Zhan pudo ver los rostros de aquellos por los que se había esforzado tanto para mantenerlos seguros. Ver sus rostros alegres y escuchar como gritaban su nombre con emoción, lo hacía sentise sumamente conmovido. 

Su pueblo no lo había olvidado a pesar del tiempo.

Wang Yibo por su parte se sentía orgulloso al ver como las personas se mostraban euforicas y felices ante el regreso de su omega. Su esposo, su otra mitad era un ser único y especial. Alguien que era amado y respetado por todos.

Había planeado que su estadía en el reino de Liang fuera lo más intima y privada posible pero al ver la felicidad en el rostro de su omega y su emoción al estar junto a los suyos, no le importó compartir parte de su tiempo con aquellos que ansiaban volver a compartir con quien habñia sido el 13 avo principe de Liang.

Tenían el tiempo suficiente para estar a solas, se había asegurado de ello por lo que decidió no interferir en el tiempo que su esposo quería dedicarle a su familia. De todas formas, estaba y estaría siempre a su lado.

Yizhan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora