Estúpido Weasley. [RON WEASLEY]

Capítulo 3

Azul y verde

Unos pocos minutos después, los cuales pasamos presentándonos— los gemelos resultaron ser muy agradables—, llegó Ginny Weasley.

Ella era la mejor de la familia. Tenía un año menos que yo y era algo más baja. Tenía el cabello de color rojo fuego y la piel bastante blanca.

Su increíble belleza era innegable. Era una chica de diez años muy guapa, no me la quería imaginar siendo adolescente.

Ginny se sentó a mi lado.

—Hola— extendió la mano para que se la apretara—. Soy Ginny, un placer.

La dediqué una sonrisa, la cual me devolvió, y apreté su mano.

—Victoria— dije—. Pero llámame Vic.

—Encantada, Vic.

—Lo mismo digo, Ginny.

—¿Solo vives con chicos? Ya tenemos algo en común.

—Supongo— solté una suave carcajada—. Por lo menos tú tienes a tu madre, en la que te puedes respaldar. Yo solo tengo a papá y a tío Grant.

—Yo vivo con siete chicos mayores que yo, no te quejes.

Ambas nos reímos y seguimos hablando hasta que llegó Molly con otros dos chicos.

El primero era muy alto, seguro que sería Bill. Se notaba que era más mayor que sus hermanos.

Tenía una cara más seria, pero con una sonrisa en sus labios. Tenía el pelirrojo pelo algo largo, llegaba hasta sus hombros y era muy liso.

Era de tez blanca y vestía con ropa de tonos marrones. A papá le encantarían los colores.

—Lupins, Chapman— inclinó la cabeza en forma de saludo—. Soy Bill, Bill Weasley. Es un placer.

—Igualmente— respondimos los tres a la vez.

Se notaba que habíamos pasado mucho tiempo juntos.

Molly se sentó junto a su hija Ginny.

Bill se colocó justo frente a su padre, al lado de su madre.

Por lo tanto quedaban dos asientos libres, uno frente a papá y otro frente a tío Grant.

El segundo chico que había estaba en la puerta.

Parecía que venía de una entrevista. Vestía con una corbata y tenía el pelo muy bien peinado hacia atrás.

—Soy Percy— se presentó— Es un placer conocerlos al fin.

—A Remus ya le conocías hijo— interrumpió Arthur.

Percy se encogió de hombros y se sentó en frente de papá.

Quedaba un sitio. Supongo que faltaría Ronald. ¿Por qué tardaba tanto?

A los cinco minutos de que llegase Percy, Molly se empezó a preocupar.

—¿Puedes subir a buscar a Ron, Ginny?— la pidió.

—Claro que sí, mamá — sonrió—. ¿Me acompañas, Vic?

—Sí, claro. Así podemos seguir hablando de Hogwarts.

En lo que llegaban los hermanos de Ginny, ella y yo nos pusimos a charlar sobre Hogwarts.

Todos sus hermanos salvo Ron habían ido a Hogwarts. Ella entraba el año que viene y Ron entraba este año, conmigo.

Ginny y yo nos pusimos en pie. Salimos de la habitación y yo la seguí.