Capítulo 26

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Semifinal de quidditch

Acabábamos de terminar el partido contra Ravenclaw. ¡Habíamos ganado! ¡Íbamos a la final!

Estaba eufórica. No podía dejar de dar saltitos y de sonreír como una idiota. ¡¡¡Vamos Gryffindor!!!

Estaba en los vestuarios, me acababa de duchar y me había puesto ropa normal, porque todavía tenía que seguir limpiando los pasillos.

Últimamente Ronald y yo habíamos hablado un montón. Como teníamos que pasar dos largas horas juntos, hablábamos de casi cualquier cosa.

Me había hablado sobre sus hermanos y me había contado historias sobre ellos. También me había hablado de sus padres y de cómo había pasado su infancia estando rodeado de tanta gente.

Me confesó que algunas veces se sentía inferior a sus hermanos, porque todos estos destacaban de alguna forma y decía que él no. Me confesó que incluso sentía algo de celos de Harry. Harry siempre estaba rodeado de gente y todo el mundo le conocía por su nombre, pero que a él solo le conocían por ser el mejor amigo del elegido.

Yo le dije que eso no era cierto. Que también le conocían por muchas otras cosas y que él también tenía cosas destacables, al igual que sus hermanos. Le dije que él era un chico verdaderamente amable y alegre. Siempre que estaba con él me reía y no podía dejar de sonreír. También se había sacrificado para que no me expulsasen. ¿Cuánta gente haría eso? Te lo digo yo: casi nadie. Así que al fin conseguí sacarle una sonrisa y que se diese cuenta de que de verdad era importante.

No obstante, él no fue el único que habló.

Yo le conté sobre quién era tío Grant y que por qué era casi como un padre para mí. Le conté que siempre que me metía en líos él venía y me sacaba de ellos, para después darme unas regañinas dignas de ser expuestas.

Le conté cómo papá me cepillaba el pelo a diario y hablábamos de cualquier cosa. Siempre, o casi siempre, papá y yo habíamos estado de acuerdo. Éramos muy parecidos, pero extremadamente diferentes a la vez.

Le confesé que yo también me había sentido insegura sobre algunas cosas. Por ejemplo, siempre me hacían preguntas sobre mi madre en la escuela. Pero yo no tenía madre, solo a papá y al tío. Me preguntaron que si mi madre murió, pero les expliqué que nunca había tenido. Estuvieron una temporada riéndose mis compañeros de eso.

Pero, al fin y al cabo nos lo habíamos pasado muy bien. Y justo ahora tenía que ir al siguiente castigo.

Salí con una ancha sonrisa de los vestuarios, aún feliz por nuestra victoria.

Nev y Ginny corrieron hacia mí y me dieron un abrazo de oso cada uno. Me felicitaron mil veces y me dijeron que íbamos a llevar a Gryffindor a la victoria de la copa. Deseé que eso fuese cierto, confiaba mucho en mis compañeros.

Me tuve que despedir de ellos por culpa del castigo. Así que les di un beso a cada uno en la mejilla y me fui dando saltitos de alegría.

Me encontré a Ronald en la puerta del campo de quidditch. Estaba apoyado en la pared, como cada vez que venía a ver a Harry y luego me seguía porque no sabía dónde limpiar.

Me vio, sonriendo como una tonta, y se le contagió mi sonrisa.

—¡Hemos ganado!— chillé de la emoción.

—¡Gryffindor los mejores!—  rugió Ronald, contagiado de mi alegría.

Sin poder contener la alegría, salté sobre él y le rodeé con los brazos. Estaba demasiado feliz como para saber qué hacía. Ronald pasó los brazos por mi cintura, dándome una abrazo casi sin tocarme. Se había quedado congelado con los brazos en mi cintura.

Estúpido Weasley.   [RON WEASLEY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora