Capítulo 12

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Nuevo profesor

—¡Lunita!— Lucy le sonrió ampliamente a la rubia.

—¿Os conocéis?— pregunté.

A ver, iban a la misma casa, no obstante Luna era más pequeña que Lucy.

—Sí— Lucy se separó de la rubia—. Fue mi primer amiga en Hogwarts.

—Pero si va a primero— fruncí el ceño.

—Supongo que no tuve muchos amigos en primero— Lucy se encogió de hombros.

Asentí con la cabeza, al igual que el moreno y la pelirroja.

Al cabo de unos cinco minutos, Lucy y yo le explicamos a Luna todo lo que había pasado.

Resultó que Luna era una chica muy agradable. Ella entendió lo que me había pasado me creyó a la primera.

También le expliqué a Lucy que Luna y yo nos habíamos conocido esa misma mañana.

Después de tanto hablar, Luna quiso venir con nosotros a quejarse en el despacho de Snape.

Pobre Snape, lo que le espera.

—¡Vamos!— exclamaron los cuatro a la vez.

Rodé los ojos, pero les sonreí cariñosamente.

Estar con ellos esra todo un espectáculo. Y ese espectáculo me encantaba.

Recorrimos prácticamente todo el castillo para llegar al despacho de Snape. Estaba lejísimos.

Cuando llegamos, Ginny llamó a la puerta.

No hubo respuesta.

La pelirroja volvió a llamar.

No hubo respuesta tampoco.

Llamó una vez más, está vez más fuerte.

—¡Sabemos que está ahí, profesor! ¡Ábranos!— exigió ella.

Escuchamos un suspiro al otro lado de la puerta antes de que esta se abriera, haciendo un sonido espantoso.

—¿Se puede saber qué queréis? Estoy hablando con otro alumno— dijo Snape de malas maneras.

Dentro de la sala estaba Draco Malfoy sentado frente al profesor.

—No se preocupe, profesor— Draco se puso en pie—. Yo ya me iba.

Malfoy pasó por la puerta para marcharse, dándome un pequeño empujón con el hombro.

Vaya idiota. Cuando salgamos le pegamos.

Es broma, no soy violenta.

—¿Qué necesitáis?— Snape nos miró como si fuésemos insignificantes.

—Venimos a quejarnos— anunció Ginny, mientras que Nev cerraba la puerta tras de sí.

—¿Quejaros?— Snape mostró una sonrisa irónica— Anda, iros y no me molestéis más.

—No le puede parecer normal el meterse con una alumna y gente fallecida y que nadie se queje después— dijo Nev, que estaba detrás de mí.

Yo sabía lo duro que podía ser para él estar ahí. Le tenía terror al profesor y el simple hecho de que estuviera ahí hizo que se me encogiera el corazón.

Di un paso, disimuladamente, hacia atrás y le di la mano a mi amigo. Él me respondió con una sonrisa de labios cerrados.

—¡Pero si es el señor Longbottom!— la sonrisa que tenía Snape en la cara me hizo tener ganas de darle un puñetazo— Que valiente eres por estar aquí. ¿Verdad?

Estúpido Weasley.   [RON WEASLEY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora