Estúpido Weasley. [RON WEASLEY]

Capítulo 15

Victoria

La maestra de las bromas

Bajamos del tren y Nev y yo fuimos a buscar a los demás. No nos los encontramos en el tren, ni en ninguna parte.

Tras unos minutos de búsqueda, conseguí ver el revuelto pelo negro de Lucy.

—¡Chicos!— me puse de puntillas para que me pudieran ver.

Fuimos con ellos y abracé a todos, menos a Lucy. Como era común en ella, rechazó mi abrazo.

—¿Qué tal el verano?— preguntó Nev.

Después del viaje al colegio y la cena, fui a mi habitación a recoger algunas cosas para ir a pasar algo de tiempo a la sala común de Gryffindor.

Entré en la habitación y recogí mis libros y mi botella de agua. Pero al salir, alguien se puso en medio.

—¿Victoria?— preguntó la morena frente a mí.

Era Hermione Granger, la amiga del pelirrojo molesto y de Harry.

—Sí, dime.

—¿Tu padre nos va a dar clase?

Conque era eso.

—Sí, sí. Hazme un favor y no le vayas diciendo eso a todos.

—No claro, no lo haré— se quedó callada y me miró raro. Puede que me hubiera pasado de borde antes—. Y... Otra cosa.

Pues parecía que solo estaba pensando en cómo decirme algo.

—¿Sí?

—Tu padre te espera fuera de la sala común.

¿Solo eso? Que raro.

Hermione me miró de una manera peculiar. ¿Qué le pasaba?

—Gracias, ya salgo.

La rodeé y salí de la sala común. Papá me esperaba apoyado en la pared.

—Vicky, sé que es muy tarde y no debería estar hablando contigo, pero necesito que vengas— dijo con urgencia al verme.

Asentí con la cabeza y papá me llevó a su despacho. Se sentó en el sillón y yo me senté en el puf, a su lado.

Papá se sacó un periódico del bolsillo y lo sostuvo entre sus manos, apretándolo con fuerza.

—Sabes que yo no compro periódicos del mundo mágico, ¿cierto?— suspiró.

—Totalmente cierto.

Papá odiaba comprar periódicos, y más si tenían que ver con el mundo mágico.

—Bueno, pues aquí en Hogwarts, a los profesores nos dan uno cada día. Y tengo una noticia muy importante que contarte.

—Adelante.

—Pero Vicky, no quiero que te pongas nerviosa ni nada por el estilo. Necesito que estés calmada.

—No soy una niña pequeña, papá. Cuéntame lo que sea— me tendió en periódico y me enseñó la portada.

Decir que me quedé pálida es poco.

Abrí la boca formando una o y pestañeé varias veces para ver si la imagen frente a mí se borraba.

Tío Sirius salía en la portada del periódico con un titular que decía:

Sirius Black se ha escapado de Azkaban.

—¿Vicky?— preguntó papá a ver que yo no decía nada.